La palabra Sahara deriva del vocablo árabe para designar a los desiertos. Y lo cierto es que el desierto del Sahara no solo es uno de los más conocidos, también es uno de los mayores y más importantes de la Tierra. Sin embargo no siempre fue así, hubo un tiempo en el que este entorno era un auténtico vergel.
Entendiendo la desertificación. Un nuevo trabajo ha estudiado los cambios en el ecosistema de la región del norte de África que denominamos el desierto del Sahara. Si bien ya sabíamos que esta región no siempre fue desértica, un nuevo trabajo ha identificado las posibles causas de estos cambios.
Las causas detrás de estas “fases húmedas” del actual desierto serían pequeñas variaciones en la órbita terrestre.
Los investigadores emplearon modelos climáticos no solo para identificar las posibles causas de los cambios en esta región, sino que también estimaron los periodos en los que, a lo largo de los últimos 800.000 años, el desierto floreció.
Modelos climáticos. “Nuestro estudio es uno de los primeros en modelado climático en simular los Periodos Húmedos Africanos con una magnitud comparable a la indicada por las observaciones paleoclimáticas, revelando por qué y cuándo ocurrieron estos eventos,” indicaba en una nota de prensa Edward Armstrong, coautor del trabajo.
El reciente estudio se ha valido de modelos climáticos para reimaginar los últimos 800.000 años de existencia de la región del Sáhara. A través de estas simulaciones crearon una cronología de las sucesivas fases húmedas y secas del norte de África.
Precesión. Los investigadores observaron que las simulaciones señalaban un culpable de estas variaciones: el movimiento de precesión. Este concepto hace referencia a un movimiento del eje de rotación de la Tierra. Éste es un movimiento retrógrado que completa un ciclo cada 25.800 años.
Al afectar al eje de la Tierra, el movimiento en implica cambios en las estaciones del año, y con ello en cómo se distribuye la radiación solar a lo largo del año y en distintas regiones del planeta. En el caso africano el movimiento afecta a los monzones, alterando significativamente el clima del continente.
Para llegar a esta conclusión los investigadores aprovecharon un modelo climático de reciente creación para resolver una cuestión que hasta ahora había resultado esquiva a los expertos en climatología. Los detalles del estudio han sido publicados recientemente en un artículo en la revista Nature Communications.
Una puerta. Esta variación ha tenido importantes consecuencias ambientales tal y como explican los autores de la investigación. Las épocas de “Sáhara húmedo” propiciaron un puente para que la fauna africana transitara a lo largo del continente y llegara hasta Europa y Asia.
Fauna como, por ejemplo, los humanos. Hoy por hoy la hipótesis dominante sobre el surgimiento de los humanos sitúa este evento en África. Nuestros antepasados pudieron haber aprovechado estas eras en las que el Sáhara abría sus puertas al tránsito de animales.
Cambios en el clima. El estudio sirve como recordatorio de que los presentes modelos climáticos tienen en cuenta la cantidad de radiación solar que llega a la superficie del planeta. Podría resultar tentador achacar las tendencias climáticas recientes a variaciones en la energía que llega a nuestro planeta, bien por cambios orbitales bien por la variación natural causada por los ciclos solares.
Aún hay margen para la mejora de los modelos, tanto de los climáticos que tratan de entender el clima presente y futuro como los paleoclimáticos, aquellos que tratan de describir el clima pasado. Trabajos como este podrían ayudarnos a mejorar tanto unos como otros.
En Xataka | Llenar el Sáhara de paneles solares suena muy bien y muy lógico. En realidad es una idea desastrosa
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