Hace unas semanas el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos anunciaba que iba a seguir la recomendación de la Sociedad Entomológica de América (ESA) y pasaría a referirse como “avispa gigante del norte” a la especie habitualmente conocida en los EE UU como “avispa gigante asiática” o "avispas asesinas". La ESA ha propuesto una medida semejante para la especie de avispones más temida en España: la avispa de patas amarillas.
Vespa mandarinia, soror y velutina. La decisión del Departamento de Agricultura hace especial hincapié en la Vespa mandarinia, especie que llegó hace unos años al noroeste del país, extendiéndose también en la vecina Canadá. Para esta especie se ha propuesto el nombre de “avispa gigante del norte”, en lugar de “avispa gigante asiática”. Esta avispa no ha sido detectada hoy por hoy en Europa.
Pero la decisión no se queda ahí puesto que afecta a otras dos especies más. Quizá más importante en el contexto ibérico se puede señalar a la Vespa velutina, cuya subespecie nigrithorax es la hasta ahora llamada avispa asiática. Para esta especie la ESA propone el nombre “avispa de patas amarillas” (yellow-legged hornet). Además de por sus patas amarillas, esta avispa es más pequeña que la avispa gigante asiática. También se la puede distinguir por su color más oscuro.
Finalmente, la Vespa soror, para la cual se propone el nombre de “avispa gigante del sur”. Las tres especies aparecen en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para distinguirlas de las especies autóctonas de avispas, si bien el foco del catálogo está puesto en la avispa gigante del norte (Vespa mandarinia) y, sobre todo, en la avispa de patas amarillas (V. velutina ssp. nigrithorax).
Evitar prejuicios y alarmismo. El motivo principal detrás de estos cambios es la política de la ESA de evitar nombres que generen prejuicios, y en menor medida el alarmismo, puesto que el nombre “avispa asesina” también ha sido empleado en distintas ocasiones para referirse a especies como estas.
El cambio se contextualiza dentro del proyecto “Mejores nombres comunes”, entre cuyos objetivos se encuentra evitar nombres que contengan términos degradantes, referencias geográficas inapropiadas para especies invasoras y nombres que no tengan en cuenta la nomenclatura que la especie reciba en su lugar de origen.
Decisión de la Sociedad Entomológica de América. En este caso específico, la ESA señala que los nombres actuales como “avispa asesina” o “avispa gigante asiática” y similares no cumplen con esta guía y por ello proponen el cambio. Se trata, por supuesto, de una recomendación, puesto que no existe una autoridad que regule los nombres comunes de las especies. Sin embargo, la adopción de estos términos por el Departamento de Agricultura de los EE UU le otorga cierta validez fuera de las propias publicaciones de la ESA.
Avispas invasoras en Europa. Mantener a raya a las especies invasoras se ha convertido en un trabajo imprescindible. Más allá de los problemas en la salud que algunas de estas especies puedan causar (picaduras alergias, etc.), su impacto ecológico y económico puede ser enorme.
En el caso de las avispas, su principal peligro es el perjuicio que causan en otros insectos, incluidas abejas polinizadoras. El riesgo en potencia de esto es grande ya que puede afectar a distintos ecosistemas, pero además ha de tenerse en cuenta su potencial impacto económico sobre la apicultura.
Se sospecha la vía de entrada de la velutina en España se debió al intercambio comercial. Se trataría por tanto de una introducción accidental, a diferencia de otras muchas especies que son introducidas por motivos económicos y que, como estas avispas, son capaces de asentarse en los ecosistemas españoles. Erradicar estas especies es una tarea que a veces roza lo imposible por lo que las autoridades insisten siempre en la prevención.
Imagen | Avispa europea, Hamish Secrett
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