Samsung bate su récord en el tercer trimestre: 9,56 mil millones de dólares en beneficios

A estar alturas, nadie duda de que a Samsung les va las cosas bien. No es casualidad tampoco, en un mercado cada vez más competitivo la suerte no es un factor y, nos guste más o menos, los resultados son los resultados.

Samsung ha presentado los resultados financieros del tercer trimestre del año. Todo apuntaba a que iban a batir el récord de beneficios, así ha sido. Samsung no ha decepcionado a las previsiones que hacían los analistas.

JK Shin nos dio una pista hace poco anunciando que se habían vendido, que no distribuido, 40 millones de unidades del Samsung Galaxy S4. Una cifra impresionante teniendo en cuenta que sólo ha estado en el mercado seis meses.

Con esta señal, ya se dejaba intuir que los resultados de ese trimestre no iban a ser precisamente malos. Así ha sido, durante esos tres meses Samsung ha facturado 55,59 mil millones de dólares en ingresos.

De todo eso, los beneficios netos se quedan en 9,56 mil millones de dólares, un 7% más de lo conseguido en el anterior periodo de este año y un 26% más respecto a lo obtenido en el mismo trimestre del año anterior.

Samsung también ha anunciado que la distribución de smartphones ha aumentado un 10%, este hecho es más significativo para los inversores que para los consumidores ya que éstos andaban preocupados por la capacidad de los coreanos para seguir aumentando la distribución de teléfonos a lo largo del mundo.

Si nos referimos a sectores, la parte de semiconductores ha sido la que más ha crecido, un 12% más que el trimestre anterior. Nada nuevo, ya que es uno de los músculos más importantes de Samsung. En cambio, el sector de televisores se ha reducido un 12%.

¿Dónde está el techo de Samsung?

Está claro que el crecimiento de Samsung no es infinito y lo cierto es que debe de resultar difícil contentar a todos ante una situación cada vez más boyante. Los inversores querrán más pero mejorar estas cifras, parece complicado.

Hace tiempo, se discutía en el sector sobre la mala estrategia de Samsung a la hora de reducir rápidamente el precio de los buques insignias. Los primeros días mantiene la cifra de salida para enganchar a los early adopters y después la baja para atraer a la gran masa de compradores potenciales.

Esto hace que el crecimiento de los modelos de entrada se reduzca: ¿para qué quiero un Mini si por una diferencia razonable puede tener un tope de gama? Son públicos distintos y al final devalúa unos smartphones que para ciertos usos cumplen bien.

Veremos a la larga cómo evolucionan y qué traen el año que viene. Porque el cuarto trimestre promete ser muy bueno también: es la época en la que más se vende y con el Note 3 y otros tantos en el mercado veremos si se acercan, o mejoran, a esos 9,56 mil millones de beneficios.