Sevilla es la primera gran ciudad española que afronta cortes de agua por la sequía. Es sólo el aperitivo

Pese a la llegada del otoño la sequía sigue afectando gravemente a la península Ibérica. Ahora Sevilla y municipios servidos por la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla (Emasesa), así como los usuarios de Aljarafesa se enfrentan a restricciones en el uso de agua potable. El nuevo aviso se da tras meses en estado de prealerta.

Restricciones en varios municipios. Las restricciones afectan a algo más de un millón de personas en los 12 municipios servidos por Emasesa y a más de 300.000 personas en la comarca de Aljarafe atendidos por Aljarafesa.

Las restricciones abarcan un número de usos recreativos y ornamentales, entre ellos regar jardines y viales, llenar piscinas o lavar vehículos a manguera. Los 12 ayuntamientos afectados serán los encargados de gestionar las sanciones que puedan imponerse ante incumplimientos de estas restricciones.

En la nota de prensa en la que se ha dado a conocer la medida el alcalde de Sevilla y presidente de Emasesa, Antonio Muñoz, ha defendido que pese a todo la situación “no es alarmante, de ahí que no nos tengamos ahora que plantear ni cortes de suministro ni subidas de precio del agua”.

Una sequía persistente. El plan de emergencia de Emasesa se ha activado tras caer las reservas del umbral de los 268 hectómetros cúbicos (se situaba la semana pasada ya en 262,9 hm3). La situación no es única de Andalucía occidental. La reserva de agua embalsada en España está en su mínimo de los últimos cinco años con 18.270 hectómetros cúbicos según datos de iAgua. En este periodo las reservas no habían bajado de los 20.000 hm3.

Tres de los seis pantanos que abastecen a la capital sevillana y a municipios de la zona se encuentran por debajo del 40% de capacidad, con el de Aracena en un 18,8%, mientras que los otros tres restantes se encuentran entre un 60 y un 70% del nivel de llenado. Irónicamente, a unos relativamente escasos kilómetros, en el este de la Comunidad Autónoma, se encuentra uno de los embalses con más agua de España.

Empezando el año con mal pie. 2022 ha sido uno de los años hidrológicos más secos desde que existen registros (desde 1961). Por lo que la situación no puede considerarse inesperada. Al cotrario: se trata de un escenario que viene anunciándose desde principios de agosto y no ha cambiado pese a las tormentas que observamos hace apenas dos semanas.

El nuevo año hidrológico empieza este mes por tanto con mal pie. Según datos del último boletín del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico empezamos el periodo con 4.498 hectómetros cúbicos menos de los que teníamos en la primera semana del año pasado.

La tendencia es peor si tomamos los datos medios de la última década: perdemos algo más de 10.000 hm3. Incluso si excluimos los embalses hidroeléctricos las cifras son de 2.980 hm3 menos que el año pasado y 6852 hm3 menos que en la última década. Más allá de los datos de agua, la sequía afecta ya a otros: los de la economía.

Objetivo 90 litros. A falta de lluvias la única opción que queda es el ahorro. Ahorro que había comenzado a materializarse. En los últimos meses de prealerta el consumo de agua en la zona pudo reducirse ligeramente, de los 116 litros por persona y día a los 112,4, lo cual representa una bajada de un 3%. Un cambio significativo pero no suficiente. Las autoridades esperan una reducción adicional del 5% gracias a las nuevas medidas excepcionales.

Otro objetivo, más ambicioso, que han fijado las autoridades es el de los 90 litros por persona y día. La campaña para concienciar a la población y hasta alcanzar esta meta lleva meses en vigor pero aún queda mucho recorrido hasta alcanzar esta cifra.

El promedio de consumo en España es aún más alto (133 litros por persona y día en 2020) aunque varía de un lugar a otro, desde los 97 litros en el País Vasco hasta los 165 de la vecina Cantabria. Entre 2018 y 2020 Navarra fue la Comunidad Autónoma que más aumentó su consimo promedio (casi 8 litros) y La Rioja la que más lo moderó (8,3 litros menos).

Un problema compartido. La sequía se está notando también en el resto de Europa. La de este año es la peor sequía en 500 años en el continente según datos del Global Drought Observatory. Habrá que esperar para ver lo que el nuevo año hidrológico nos depara, pero aún quedan meses para que las precipitaciones y deshielos nos permitan poder ver pantanos repletos a nuestro alrededor.

Imagen | Joan Oger

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