Debe tener razón la antropóloga Gema Carrera, cuando dice que la "Semana Santa es una celebración de la primavera" porque es precisamente eso lo que nos estamos encontrando estos días festivos: primavera en estado puro. Una pugna violenta entre las dinámicas propias de los meses fríos y las típicas de los meses cálidos.
Una pugna que, durante los próximos días la va a saldarse con la victoria de un intenso temporal de lluvia y viento que, efectivamente, va "proteger" a buena parte del país de la sequía a costa de la semana más turística del año.
Llámame Nelson. AEMET acaba de ponerle nombre a la decimocuarta borrasca de gran impacto de la temporada. Se llamará Nelson y, en las próximas horas, un frente asociado a él (uno especialmente activo) va a barrer el país. Y lo va a hacer "muy lentamente y alimentado por un río atmosférico" que va a dejar "lluvias abundantes, localmente intensas y generalizadas" en buena parte del país.
Y, por lo que parece, será solo el primero. El núcleo de la borrasca Nelson se va a situar "al sur de las islas británicas" y, desde allí, irá mandándonos frentes uno detrás de otro que confirman una Semana Santa pasada por agua.
El resultado es explosivo: los frentes de Nelson se verán alimentados por un importante río de atmosférico más cálido de lo normal que inyectará humedad a toda la península (con la excepción, según los últimos mapas, del extremo sureste).
Más de 200 litros por metro cuadrado. Las previsiones probabilísticas tienen aún bastante dispersión, pero todo parece indicar que la mayor parte de las lluvias se concentrarán en "parte de Andalucía, Extremadura, el sector occidental del Sistema Central y en los Montes de Toledo". Sin embargo, el punto clave será el entorno de Grazalema. Los modelos dibujan (hasta el viernes) acumulados 300 litros por metro cuadrado.
Aunque es verdad que "nunca llueve a gusto de todos"... No deja de ser curioso que, mientras la Comunidad Valencia se ve obligada a declarar la "sequía extraordinaria" en la mayoría de su territorio y estudia aplicar restricciones a partir de mayo en "el peor de los últimos 33 años hidrológicos" en lo que a lluvias se refiere, la lluvia tenga un regusto agridulce.
No es sorprendente. En 2023, la Semana Santa "pulverizó todos los récords" turísticos y las cifras de ocupación desbordaron todas las previsiones. Y teniendo en cuenta que el verano se esperaba duro (y las restricciones empezaban a afectar al sector turístico de parte del país), el sector turístico -- en su sentido más amplio --esperaba aprovechar estos días festivos al máximo.
¿Cómo progresa la sequía? Lo comentábamos hace unos días, una parte del país (el tercio noroeste) empieza a tener los embalses llenos: Cantábrico oriental está al 93,2%; la costa de Galicia, al 92,5% y las cuencas internas del País Vasco, 95,2%. Valladolid y Segovia también están por encima del 90%. Sin embargo, el este del país sigue en un agónico descenso hacia el "día cero".
Tanto es así, que incluso en zonas donde las reservas se han recuperado un poco (como Cataluña), nadie quiere mover un dedo. Como pasó la semana pasada en Andalucía y acaba de pasar en Canarias, tras años de sequía un par de semanas de agua no van a salvarnos de todos nuestros problemas.
Lamentablemente.
Imagen | AEMET - The Simpsons
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