Ante una dorsal anticiclónica "potente y potencialmente histórica" ya solo tenemos una certidumbre: el calor
Mientras escribo esto, una "poderosa" y potencialmente "histórica" dorsal anticiclónica se está situando justo sobre nuestras cabezas. Todo indica que este nuevo repunte térmico será "más acentuado y extenso que el de la semana pasada". Y esto será clave porque no podemos olvidar que, pese a estar a finales de julio, España aún no ha vivido ninguna ola de calor.
Pero hay un aviso de ola de calor. Efectivamente. AEMET ha emitido un aviso especial por ola de calor en el centro y el suroeste de la península. El fenómeno empezará hoy martes 23 y durará hasta el jueves 25. Esto ya nos da pistas de que, aún siendo más fuerte que el de la semana anterior, es posible que vaya muy justo.
Para que se den las condiciones de una ola de calor necesitamos que 1) "como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000" y 2) que eso ocurra durante tres días consecutivos.
¿Habrá o no 'ola de calor'? No lo sabemos. AEMET estima que hay entre un 40 y un 70% de posibilidades de que se reúnan los requisitos, pero eso es lo de menos. Lo que nadie duda es que va a hacer mucho calor. De hecho, el EFI del ECMWF (el índice que nos habla de la rareza del fenómeno) marca valores muy altos en el centro del país.
Y no solo tiene sentido, sino que explica por qué creemos que este episodio será peor que el de la semana pasada. Uno de los factores que suavizó el repunte térmico de la semana pasada fue la llegada de calima: vimos como entraba en el país una masa cálida potencialmente histórica, pero con vientos cargados de polvo en suspensión.
Activando el 'horno ibérico'. Como explicamos en aquel momento, eso iba a impedir que el horno ibérico se pusiera en marcha. Ahora no estamos en esa situación. En cuanto la dorsal se instale sobre la Península, "Al quedar inmersos en este anticiclón, tendremos ausencia de vientos, por lo que la masa de aire junto a la superficie calentada por el sol no podrá ser desalojada". Por lo que, como señala Álvaro Oliver, "el episodio se deberá más al calor producido por la propia Península que a masas de aire externas".
Entonces, ¿qué va a pasar? Hablamos de temperaturas de entre 40 y 42 grados en el centro y el sur penínsular, de noches muy cálidas (por encima de los 22 ºC) y de que, pese a que el jueves bajará la temperatura, el calor se va a quedar con nosotros muchos días más.
No obstante, 2024 sigue siendo un año raro en este rincón del mundo. Mientras se siguen batiendo récords de calentamiento a nivel global, la atmósfera española está aguantando sorprendentemente fresca. Son buena noticias, aunque inmersos en esta incertidumbre todo está por hacer.
Imagen | Tomer Burg
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