La tormenta tropical Ernesto está destinada a convertirse en un huracán mientras se desvía mar adentro

El ciclón Ernesto se ha convertido esta semana en la quinta tormenta tropical de la temporada atlántica de huracanes. Si las predicciones se cumplen, en las próximas horas se convertirá en el tercer huracán de la temporada después de Beryl y Debby.

En Puerto Rico. El ciclón Ernesto se hace notar en la isla de Puerto Rico. Los expertos prevén que esta tormenta tropical evolucione a huracán de categoría 1 en las próximas horas y que alcance la categoría 2 a lo largo de la semana.

Giro al norte. La buena noticia es que estas previsiones también señalan un cambio de rumbo que lo alejará de las costas de las islas caribeñas. Ernesto, cuyo centro se encuentra ahora al norte de la isla de Puerto Rico, se desplaza hacia el noroeste, según los últimos datos del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los EE UU.

En las próximas horas irá modificando su ruta, según las previsiones, para desviarse hacia el norte e incluso en noreste. Esto lo alejará de las costas caribeñas y estadounidense.

Huracán Ernesto. Estas mismas previsiones también indican que Ernesto irá ganando fuerza hasta convertirse en un huracán de categoría 2 a lo largo de la semana. Las estimaciones señalan que este ciclón cruzará el umbral entre las categorías de tormenta tropical y huracán a lo largo del día de hoy, miércoles.

Impactos. Las primeras islas en recibir la visita de esta tormenta fueron las Antillas menores del norte. En este área del archipiélago se han registrado intensas lluvias. Las autoridades emitieron avisos ante la posibilidad de que vientos asociados a la tormenta causaran daños en infraestructuras y viviendas, explicaba la cadena estadounidense CNN.

Ahora es el turno de Puerto Rico, donde también se han ido tomando medidas de precaución, donde los esfuerzos no solo se han centrado en proteger personas y bienes inmuebles. Según recalcaba la agencia AP, las autoridades insulares también se han esforzado en poner a salvo la fauna local, desplazando decenas de loros autóctonos en peligro.

Aunque el cambio de rumbo es una buena noticia para República Dominicana, sí se espera que los vientos de Ernesto alcancen sus costas, especialmente la costa norte del país.

Cumpliendo las previsiones. Pese a un comienzo en calma y pese a que el tránsito entre El Niño y La Niña no termina de confirmarse, la temporada atlántica de huracanes parece destinada a cumplir expectativas. Expectativas que indicaban que la de este año sería una temporada especialmente intensa.

El motivo de las previsiones era doble. Por una parte, el previsible tránsito en la oscilación ENSO (El Niño – Southern Oscilation) de su fase homónima, la cual favorece la aparición de ciclones en el Pacífico, a su fase de La Niña. Esta última se asocia a una mayor frecuencia e intensidad de los ciclones en el Atlántico.

El segundo motivo es la temperatura anómalamente alta de las aguas oceánicas. Durante los últimos meses la temperatura superficial de las aguas ha batido numerosos récords. Aunque las aguas del Atlántico norte no hayan destacado en este sentido, su temperatura continúa siendo notablemente más alta de lo habitual en estas fechas, caldo de cultivo idóneo para la formación de huracanes.

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Imagen  | NHC