Los cambios en la cúpula directiva que ha vivido en los últimos meses ya anticipaban un futuro complejo para Vodafone: en apenas un mes, tanto el CEO del Grupo como el CEO de la filial española abandonaron sus puestos. Eso, sumado a los malos resultados financieros, han obligado a la teleco a buscar con premura unos sucesores que recondujeran la situación.
Hace unas semanas, Margherita Della Valle fue nombrada consejera delegada a nivel global tras un periodo como interina y sus primeras decisiones no se han hecho esperar. La nueva CEO de Vodafone ha anunciado que iniciará un proceso de "revisión estratégica" en la filial española y, en los próximos tres años, prescindirá de 11.000 empleos en Europa.
Vodafone España afronta su etapa más dura
Hace tiempo que los resultados financieros no acompañan a Vodafone España. El año pasado comenzó con una pérdida de clientes y una reducción de sus ingresos por servicio, aunque finalmente logró salvar los ingresos totales del año fiscal. En el segundo y el tercer trimestre de 2022, a pesar de que la caída ya no era tan pronunciada como en años anteriores, esas cifras siguieron bajando.
El cierre del año no varió demasiado y la situación se agravó con la dimisión del CEO de Vodafone España y la decisión de incluir la filial de nuestro país en el clúster europeo perdiendo así relevancia para el Grupo. Y todo ello, mientras dos de sus principales rivales (Orange y MásMóvil) esperan la aprobación de Bruselas para crear un nuevo gigante de las telecomunicaciones en nuestro país.
En este contexto, el 1 de abril, el portugués Mário Vaz asumió el cargo de nuevo CEO de Vodafone España con un objetivo claro: reconducir el negocio en nuestro país para volver a crecer. Pero el proceso no será fácil y el futuro de la filial española es más incierto que nunca.
Ayer durante la presentación de resultados correspondientes al primer trimestre de 2023 (último trimestre del año fiscal), la nueva CEO del Grupo Vodafone, Margherita Della Valle, reconoció que el mercado español es "muy difícil" y es necesario "promover un modelo de gestión empresarial diferente".
Para ello, se va a llevar a cabo un proceso estructurado de "revisión estratégica" de la filial española en el que se tendrán en cuenta "todas las opciones potenciales, mejorando el rendimiento de los activos existentes o aprovechando las nuevas oportunidades de negocio adyacentes".
¿Y cuáles son esas opciones? Desde una alianza estratégica con otro operador y la venta de la red de fibra/HFC para monetizar el valor de sus infraestructuras hasta la entrada de nuevos socios e incluso la venta completa de la filial. Según Bloomberg, el fondo inversor estadounidense Apollo Global Management Inc. podría ser uno de los potenciales compradores y el grupo británico estaría abierto a escuchar ofertas de adquisición a partir de 4.000 millones de dólares (unos 3.700 millones de euros).
Pero nuestro país no es el único flanco débil de la compañía. El Grupo no atraviesa un buen momento y la propia Della Valle ha asegurado que Vodafone "debe cambiar". Por ello, ha anunciado un plan de despidos que incluirá la salida de 11.000 trabajadores de la compañía en los próximos tres años.
Ese plan afectará al mercado europeo y comenzará por Alemania e Italia. De momento, no hay detalles sobre cómo afectará a España, pero los temores de un nuevo ERE ya sobrevuelan la compañía. Recordemos que, desde 2013, Vodafone España ha realizado cuatro ERE, el último de ellos en 2021. Está claro que la teleco atraviesa un periodo de gran incertidumbre, veremos qué ocurre al final.
Imágenes | Vodafone
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