Permanecer en una misma empresa durante más de treinta años es un logro casi imposible en la actualidad, teniendo en cuenta los altibajos de la economía y el escenario laboral actual. En algunas empresas a duras penas se consigue superar los dos años.
Ese no es caso de Satya Nadella, que mucho antes de ocupar el cargo de máxima responsabilidad de Microsoft, trabajaba como director técnico de marketing en la compañía y, como tal, debía mostrar las novedades de los productos a los clientes y desarrolladores.
En 1993, un jovencísimo Satya Nadella, algo desgarbado y con mejor pelo, aparecía en un vídeo de la compañía en el que demostraba las bondades del recién presentado Windows NT y cómo trabajar con bases de datos con Excel.
No se puede negar que el joven Satya le pone empeño y pasión a la narración, pero queda a años luz de la entrega y entusiasmo que transmitía en cada presentación su jefe Steve Ballmer. Su imagen sudando y bailando saltando y gritando por el escenario son de las que se te clavan en la retina para siempre.
Presentaciones que saben a arqueología tecnológica
El propio Nadella bromeó sobre el vídeo y su corte de pelo en una de sus presentaciones en las que aseguró que incluso su hija le preguntó “¿Quién es ese hombre?” por no reconocerle.
No es extraño, el vídeo muestra una realidad tecnológica muy diferente a la actual. Detalles como el enorme monitor CRT o la necesidad de mostrar un número de teléfono de soporte para que los desarrolladores contacten con el equipo de Microsoft nos lleva, a quien ya peinamos canas en esto de la tecnología, a tiempos previos a la democratización de Internet.
En un tono divertido, el CEO de Microsoft establecía una relación inversamente proporcional entre la cantidad de pelo que lucía por aquellos años con la potencia de procesado de la tecnología que estaba usando. “[…] ahora debo haber alcanzado los límites de la física, porque no puedo perder más pelo. Por lo que seguramente estamos en una era post Ley de Moore en el que las GPUs o las FPGAs vendrán en nuestra ayuda”, afirmaba entre risas Nadella.
Nadella se unió a Microsoft en 1992 y, tal y como recordaba en una entrevista reciente, entrar a trabajar en la empresa fundada por Bill Gates fue un sueño hecho realidad para él. “Recuerdo claramente entrar al edificio 22 de Microsoft en 1992 pensando que ese era el mejor trabajo que se podía tener en el mundo y que no necesitaba nada más”. 31 años más tarde, aquel joven ingeniero eléctrico dirige Microsoft.
Satya Nadella tomó el relevo a Steve Ballmer en 2014 convirtiéndose en el tercer CEO de Microsoft. Desde entonces la empresa no ha parado de evolucionar hasta convertirse en un gigante valorado en 2,4 billones de dólares y con una posición de liderazgo en el desarrollo de la tecnología de IA.
Esta posición de liderazgo durante el culebrón de OpenAI ha convertido al CEO de Microsoft en su mejor valor, demostrando una gran astucia y visión estratégica en sus decisiones.
Se estima que la fortuna aproximada de Satya Nadella asciende a 500 millones de dólares, aunque el hecho de ser uno de los CEO mejor pagados del mundo contribuirá a elevar esa cifra.
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Imagen | WikiMedia (Brian Smale y Microsoft), Vídeo de @arvanaghi
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