El 60% de las empresas no quieren la semana laboral de cuatro días sin reducir el salario
El 19% de las que sí lo harían desarrolla su jornada en remoto
La reducción de la jornada laboral fue el tema más recurrente en las tertulias y debates en el ámbito empresarial. Aunque, de facto, en la actualidad muchas empresas ya están aplicando jornadas incluso por debajo de las 38,5 horas para 2024 que planteaba el acuerdo de investidura entre PSOE y Sumar que se firmó hace unos días.
El objetivo final de los socios de gobierno de Pedro Sánchez es alcanzar una jornada de 32 horas semanales de cara al final de la próxima legislatura. Esto allanaría el camino para instaurar la semana laboral de cuatro días, cuyos resultados y conclusiones de la prueba piloto de Valencia se han publicado recientemente, pero que muy pocas empresas ven viable aplicar.
Un 60% no implantaría la semana laboral de 4 días. Un informe sobre la semana laboral de 4 días realizado por InfoJobs revela que 6 de cada 10 empresas en España no sería capaz de implementar la semana laboral de 32 horas sin reducción salarial, tal y como se ha planteado en los distintos programas pilotos que se han puesto en marcha en los últimos años en distintos países de todo el mundo.
De hecho, la mitad de las 1.800 empresas consultadas para este informe rechazaría cualquier tipo de reducción en su jornada, aludiendo a la reducción que se deriva de la firma del acuerdo de investidura.
Los empleados están a favor, salvo si le afecta al salario. En contrapartida, el 62% de los empleados sí aceptarían cambios en su jornada laboral y aceptarían la jornada laboral de 4 días siempre que estos no afectaran a su salario y se mantenga el mismo nivel de productividad. La cifra de partidarios de la reducción de la jornada laboral se invierte cuando esa reducción lleva asociado un recorte proporcional del salario. En ese supuesto, solo el 24% de los empleados encuestados se muestra partidario de trabajar menos horas.
Estos datos se confirman con el experimento que llevó a cabo Telefónica hace algunos meses, en el que aplicó el modelo de semana laboral de 4 días, pero en lugar de aplicar el método 100-80-100 (100% del salario, 80% de horas de trabajo y 100% rendimiento) que utilizan las pruebas piloto de la organización 4 Day Week Globalcomo la que llevó a cabo en Valencia, redujeron el salario. La prueba fue un fracaso.
El teletrabajo es el primer paso. En líneas generales, las empresas se muestran poco partidarias de cambiar la jornada laboral. Sin embargo, un 19% de las empresas sí estaría dispuesto a implementar un modelo de semana laboral de 4 días sin reducción de salario y manteniendo la productividad. El 18% de las empresas está dispuesta a trabajar un día menos, pero sin reducir la jornada y sin reducción salarial.
Llama la atención que, entre las que sí se muestran dispuestas a afrontar el cambio de jornada, se impone el teletrabajo. El 28% de estas empresas que han adoptado el teletrabajo a tiempo completo se aventurarían a dar un paso más reduciendo la semana laboral sin tocar los salarios. El 24% de ellas lo consideraría si se reducen los salarios en la misma proporción que la jornada.
La flexibilidad es la clave. Los tres últimos años han sido todo un laboratorio para el ámbito laboral en el que se han probado el éxito y el fracaso de múltiples iniciativas. No obstante, si algo se ha demostrado es que cada empresa es un mundo y no existe una fórmula universal para todas.
La semana laboral ha demostrado ser capaz de mantener la productividad e incluso incrementarla. Sin embargo, este modelo no consiste en hacer el trabajo de cinco días en cuatro, sino que requiere un proceso de reconversión interno que puede llevar meses para conseguir ser más eficientes y hacer el trabajo de forma distinta en menos tiempo. De la misma forma que la semana laboral de 4 días ha demostrado ser un éxito en la mayoría de los casos, para otros no ha funcionado y no todas las empresas tienen la capacidad para aplicar esos cambios necesarios.
Con el teletrabajo ha sucedido exactamente lo mismo. Si la empresa ha sido capaz de adaptar su forma de trabajo para hacerlo de forma remota, sus empleados serán más productivos, pero no todas las empresas han podido asumir esos cambios queriendo aplicar el mismo sistema de trabajo que en presencial y ha fracasado.
En Xataka | España sigue subida a la ola del trabajo híbrido y en remoto pese a todo. Valencia es el mejor ejemplo
Imagen | Pexels (Pixabay)
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