Airbus cierra una semana apoteósica. El fabricante europeo recibió el lunes el mayor pedido de aviones en la historia de la industria. 500 unidades que tendrán como destino IndiGo, la aerolínea más grande de la India. Este notable suceso estuvo acompañado de otro que tampoco pasó desapercibido: Air India encargó 140 A320neo y 70 A321neo.
En Toulouse, el hogar de Airbus, tienen bastantes motivos para celebrar. Las ventas de aeronaves comerciales siguen creciendo, lo que puede traducirse en un próspero escenario para el sector. Aunque hay un detalle que debe ser tenido en cuenta, que es que a todos estos aviones que acaban de ser encargados todavía hay que construirlos.
El gran desafío de cumplir con las entregas
Puede que pienses que lo mencionado anteriormente es una obviedad, y ciertamente lo es, pero la avalancha de pedidos puede tensar aún más las cuerdas que mantienen en funcionamiento su esquema de producción. Es que Airbus, al igual que otras compañías, todavía padece los efectos de los “desbarajustes” surgidos en medio de la pandemia.
Los datos de Bloomberg pueden ayudarnos a comprender mejor este escenario. Airbus esperaba entregar alrededor de 720 aviones en 2022, pero no alcanzó sus expectativas y entregó 676. La meta de este año sigue intacta. Y aquí, precisamente, es donde empiezan los desafíos: en mayo había cumplido con el 34% de sus objetivos para 2023, lo que deja al fabricante en una situación compleja de cara a los próximos meses.
Uno de los protagonistas del problema de fondo en la tensión en la cadena de suministros. Y no es algo que digamos nosotros, sino que lo ha reconocido el director de operaciones de Airbus, Alberto Gutiérrez, en el Salón Aeronáutico de París. Las aeronaves comerciales utilizan el mismo tipo de acero para algunas de sus piezas que el utilizado por la industria de la defensa, y la Guerra de Ucrania ha influido negativamente en los tiempos de entrega.
Para hacernos una idea, los pedidos de acero solían tener una demora de ocho meses, y la espera ahora es de unos veinte meses. Los problemas, eso sí, no solo tienen que ver con el acero, sino con gran parte del esquema de proveedores. Airbus depende de unos 13.000 socios externos para construir sus aeronaves y no es ningún secreto que hacer todos respondan sincronizadamente es un desafío enorme.
Gutiérrez asegura que, en relación con el año pasado, menos proveedores están en problemas. Aunque advierte que los efectos de la crisis de la cadena de suministros todavía no han desaparecido y algunas empresas todavía tienen problemas para cumplir con los pedidos. Por ejemplo, las tardías entregas de asientos afectan el ritmo de entrega de los aviones. “Estamos empezando a hacerlo mejor, pero no es suficiente”, reconoce.
Otro se los protagonistas de este complejo escenario tiene que ver con las dinámicas de empleo de la industria. El fabricante de aviones acostumbraba a contratar empleados temporalmente en tiempos de alta demanda. La tasa de éxito de recontratación era del 80%, según el CPO de Airbus, Jürgen Westermeier. Este escenario también ha cambiado ya que solo pueden volver a contratar a dos de cada diez empleados.
Para cumplir con sus objetivos, Airbus debe contratar a 13.000 empleados en 2023. Lo cierto es que por estas fechas lleva 7.000 puestos de trabajo cubiertos y todavía tiene un largo camino que recorrer para completar sus objetivos de plantilla. Muchos profesionales migraron hacia otras industrias que no se vieron tan afectadas en medio de la pandemia, lo que ha convertido al mercado laboral actual en un escenario “desafiante”.
Imágenes: Airbus
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