En la City de Londres, el 20% de las oficinas están vacías y las ventas de comida en la zona no remonta desde 2021
Más allá de un cambio radical en la organización del trabajo en el seno de las empresas, el teletrabajo ha traído un profundo cambio de hábitos en el transporte y en los hábitos de consumo de los trabajadores, que ya no se trasladan en masa hasta los centros financieros de las grandes ciudades ni consumen en los restaurantes aledaños a esas oficinas. La vuelta a la oficina no es algo que sólo esté afectando a las propias empresas, sino que también se está sintiendo su efecto en otros sectores como el inmobiliario, la banca o el de la hostelería, poniendo en riesgo el modelo del ‘menú del día’.
El experimento de la City londinense. La City londinense es uno de los centros negocios más potentes del mundo, por lo que los expertos lo han usado como placa de Petri para observar los efectos del teletrabajo y el trabajo híbrido en los grandes centros de negocios, tal y como también se ha hecho en Manhattan.
Como si de un ecosistema natural se tratara, el escenario de unas oficinas vacías ha provocado un cambio en el resto del ecosistema creando un efecto dominó en el resto de servicios. Ya vimos como el transporte público hacia los centros de negocio caía en picado encendiendo todas las alarmas en Transport for London (TfL).
El estudio de los horarios de máxima ocupación del transporte público también permitió descubrir que los días de menor asistencia son los lunes, viernes y jueves. Es decir, se aprecia el efecto del trabajo híbrido en esos días. Esta temporalidad en los horarios no solo afecta al sector del transporte que debe adaptar las frecuencias en los días de más demanda.
Oficinas flexibles. Según un informe de la inmobiliaria Knight Frank sobre el estado de la demanda de oficinas en la City londinense, en el primer trimestre de 2023 la demanda de espacio de oficinas cayó el 20% con respecto al año anterior, y la mitad de las empresas presentes en ese centro de negocios tenían intención de reducir su espacio de cara a 2026. Además, muchas de esas empresas han expresado su intención de salir de ese entorno y buscar oficinas más pequeñas y alejadas de los centros de negocio para conseguir mejor precio.
Según ese informe, el 60% de esas oficinas ya necesitaría una reforma para adaptarse a los nuevos requisitos energéticos impuestos por el Gobierno que entrarán en vigor en 2027. Ante este panorama, el sector inmobiliario se encuentra en una situación complicada: unas oficinas que necesitan una gran inversión para cumplir con la normativa, pero que no tiene visos de encontrar inquilinos a corto plazo.
El drama de los hosteleros. De la misma forma que los datos de transporte de Londres desvelan los hábitos de desplazamiento de los londinenses a los centros de trabajo, las ventas de Pret a Manger, una de las mayores cadenas de comida presente en esas zonas, da una pista sobre el impacto del teletrabajo en la hostelería de esos centros de negocios. Tanto es así que incluso la Office for National Statistics (ONS), el equivalente al INE en España, utiliza las ventas de esta empresa como un índice en sus estadísticas.
Según el histórico de los datos de venta de Pret a Manger, la compañía ha experimentado un cierto ascenso en las ventas en la City londinense con respecto a 2021, pero sin llegar a los niveles prepandémicos. Un efecto provocado por la temporalidad del trabajo híbrido, que hace que los trabajadores solo coman en esos establecimientos de uno a tres días por semana. Este cambio de hábitos supone la ruina para los pequeños negocios de desayunos y comidas que se ven forzados al cierre.
Lo que sí han crecido son las ventas en zonas residenciales y, sobre todo, en aeropuertos. Este cambio puede ser el resultado del cambio en el hábito de consumo de los empleados, que siguen consumiendo sus productos en locales cercanos a sus residencias. También se ha aumentado el consumo en el aeropuerto, pero no tanto en las zonas turísticas, lo que deja entrever que ese aumento no lo provocan los turistas que visitan Londres, sino que lo hacen los empleados cuando tienen que visitar la sede de la empresa para cumplir los requisitos del trabajo híbrido.
En España, el teletrabajo no está en recesión. Pese al empeño de las grandes tecnológicas, el modelo de teletrabajo a tiempo completo no está en recesión en nuestro país, aunque tampoco se puede decir que hay crecido significativamente. Según los datos del segundo trimestre de Eurostat recogidos en el estudio III Radiografía del Teletrabajo en España de Infojobs, la cifra del teletrabajo en España se sitúa en el 8% frente al 10% de la media Europea y muy lejos de Finlandia (23%), Suecia (18%) o Países Bajos (18%).
Según la Encuesta de población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2023, el porcentaje de teletrabajadores que desarrollan su actividad desde casa más de un 50% de la jornada semanal sería del 7,3%. En el mismo periodo del año pasado, la EPA daba un resultado del 6,9% que supone una leve desviación al alza.
El trabajo híbrido se estandariza. A medida que el trabajo remoto ha ido perdiendo fuelle, el trabajo híbrido ha ido tomando el relevo como un paso transitorio entre el modelo 100% remoto y el 100% presencial. Según el estudio de Infojobs, el 51% de las empresas ofrece opciones de teletrabajo y de ellas, un 38% lo hacen con formatos híbridos con entre 1 y 3 días presenciales. Esto se resume en que el 6,6% de la población activa desarrolla su trabajo con alguna forma de trabajo híbrido en 2023, mientras que en 2022 la cifra era del 6,2%.
La hostelería en España tiene otros enemigos. Es innegable que el teletrabajo también ha tenido un impacto en la hostelería en España. Según datos del Barómetro de consumo de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), el 34% de los consumidores afirma estar saliendo menos a comer. Esto también afecta de forma directa a los populares “menús del día” que ya no tienen tanto éxito dado que el 59% de los españoles ahora prefieren llevarse la comida de casa ante el aumento de los precios por la inflación. Los que más lo han sufrido son aquellos negocios que no han apostado por la comida a domicilio o para llevar. El 40% de los empleados que no acude a los restaurantes a comer durante su jornada laboral para ahorrar tiempo, optando por pedirla “a domicilio” o bajar a buscarla y comérsela en la oficina.
Imagen | Pexels (Olga Lioncat, Karolina Grabowska)
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