¿Puede una aplicación de mensajería poner en tensión las relaciones entre dos países? Lo que está ocurriendo estos días en Corea del Sur y Japón sugiere que sí, aunque se trata de un caso muy especial. Ambas naciones, que coinciden como aliadas de Estados Unidos, han tenido relaciones diplomáticas fluctuantes a lo largo de la historia, alternando entre períodos de acercamiento y distanciamiento.
Los recelos entre estas potencias tecnológicas se remontan a hace más de un siglo, cuando el imperio japonés se anexó la península coreana. En pleno siglo XXI, sin embargo, algunos eventos pueden causar nuevos desencuentros. LY Corporation, una empresa que opera la aplicación de mensajería Line y Yahoo! Japón, denunció en noviembre del año pasado un acceso no autorizado que condujo a una filtración de datos.
Un nuevo desencuentro entre Corea del Sur y Japón
Según el informe oficial, el ordenador de un contratista de NAVER Cloud fue infectado con malware, lo que permitió que un atacante robara información relacionada a miles de usuarios japoneses, empleados y clientes comerciales de la plataforma del mismo nombre, incluidos ciertos datos de Line. A todo esto, le siguieron algunos rumores provenientes de Japón que no pasaron desapercibidos.
Medios locales sugirieron que Tokio estaba buscando que los accionistas de Corea del Sur vendieran su participación en Line para que quedara íntegramente en manos japonesas. Es que desde 2019 que Line está bajo el control de una empresa conjunta integrada por los surcoreanos de NAVER y los japoneses de SoftBank que fue creada con el objetivo de unir fuerzas para competir con las tecnológicas occidentales.
Pero Line, que es la aplicación de mensajería más popular de Japón, tiene raíces surcoreanas. Directivos de NAVER se encontraban en este país cuando ocurrió el devastador terremoto de 2011. El motivo del viaje era desarrollar el mercado de las búsquedas a través de una subsidiaria llamada NHN Japan, pero tras la catástrofe optaron por cambiar radicalmente sus planes y enfocarse en la mensajería.
Tras el seísmo, las llamadas y mensajes de texto empezaron a dar problemas. Sin embargo, las redes Wifi y las comunicaciones 3G funcionaban parcialmente. Esto llevó a muchos japoneses a comunicarse con una app surcoreana llamada KakaoTalk, pero en junio de 2011 apareció en escena Line para más tarde dominar el mercado japonés, algo que no consiguió en Corea del Sur donde todavía reina KakaoTalk.
Mientras que la Comisión de Protección de Información Personal de Japón no ha tardado en anunciar públicamente una investigación de seguridad por el incidente de noviembre, Corea del Sur no ha dudado en entrar en la polémica. Desde el gobierno de Yoon Suk Yeol han dicho que, si Line puede presentar un plan sólido para fortalecer su seguridad, Japón no debería tomar “medidas adversas” para impulsar una venta.
En una comunicación oficial han dicho, además, que “el Gobierno responderá con firmeza a cualquier trato injusto en el extranjero a las empresas surcoreanas”. Con el tiempo sabremos cómo evolucionará este asunto que afecta a una aplicación que ofrece mucho más que el envío de mensajes, sino que es una auténtica todo en uno con servicios de compras, pagos, información, entretenimiento y más.
Imágenes | Line
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