La fiebre de contrataciones que han protagonizado las grandes tecnológicas en los dos últimos años, en especial en Estados Unidos, se está ralentizando y amenaza con detenerse en los próximos meses. Algunas de estas empresas ya han congelado la llegada de nuevos trabajadores, como Facebook o Twitter, y en otras la amenaza de despidos se ha dejado sentir en las últimas semanas, como en Amazon.
Guerra de talento. En los últimos años, y en especial a raíz de la pandemia, las grandes tecnológicas han sido potentes focos de empleo cualificado. La expansión constante de sus negocios y el desarrollo de nuevos productos y servicios han hecho que cada vez hayan necesitado más mano de obra, lo que ha desembocado en una guerra por el talento que se encuentra en el origen, entre otros factores, de la Gran Renuncia que se está produciendo en diversos países, con especial incidencia en Estados Unidos.
Y Amazon, además de luchar por trabajadores TIC cualificados como el resto de tecnológicas, también se ha convertido en el segundo mayor empleador privado del mundo, según la revista Fortune, con casi 1,3 millones de profesionales en nómina. En buena medida por la necesidad de personal de logística para sus almacenes ante el aumento de las ventas de su comercio electrónico durante la pandemia.
La euforia se desvanece. Sin embargo, los buenos resultados económicos que registraron la mayoría de las grandes tecnológicas durante los dos últimos años se están empezando a ralentizar, sobre todo por la incertidumbre económica que sacude a Occidente en la actualidad debido a la inflación generalizada de precios y la inestabilidad política internacional derivada de la guerra de Ucrania.
Por ese motivo, varias de estas grandes tecnológicas ya han echado el freno a las contrataciones y otras han empezado a despedir, puesto que, aunque siguen ganando mucho dinero, sus beneficios se están reduciendo a un ritmo acelerado y han optando por tomar medidas preventivas para tratar de estabilizar sus cuentas antes de que empeoren más.
Meta. Meta ha sido una de las primeras que ha congelado sus contrataciones ante la reducción brusca de sus beneficios en los dos últimos trimestres, tal y como contamos en Xataka. Una decisión de suma importancia para el futuro de una compañía que se encuentra inmersa en el colosal proyecto de desarrollar el metaverso, para el que Mark Zuckerberg dijo que necesitaría, al menos, 10.000 nuevos trabajadores. El freno a las contrataciones, por tanto, retrasará la llegada el nuevo negocio de la antigua Facebook, y tal vez hasta lo ponga en peligro.
Uber. Otra empresa que ha frenado en seco la llegada de nuevos empleados es Uber, cuyos directivos enviaron un correo a sus actuales trabajadores explicándoles que a partir de ahora iban a tratar las contrataciones como un privilegio, según la CNBC. Lo que significa que serán mucho más restrictivos cuando sus distintas divisiones le soliciten a la dirección más presupuesto para nuevo personal.
El motivo de este freno a las contrataciones es el mismo que el de Meta: las acciones de Uber han caído un 45% desde que comenzó 2022 y sus inversores están bastante inquietos. La empresa de movilidad urbana también ha dicho que eliminará los gastos de marketing y los incentivos para empleados que consideren superfluos.
Amazon. Amazon, por su parte, no ha dicho que vaya a congelar las contrataciones, pero en su último anuncio de resultados trimestrales su director financiero, Brian Olsavsky, señaló que la compañía había contratado demasiado rápido a personal de almacén durante la pandemia para afrontar el aumento de la actividad y cubrir las bajas de trabajadores infectados por el coronavirus, según el Washington Post.
Ahora, ese alto volumen de ventas ha disminuido y Amazon consideran que no necesita a tantos empleados de logística, por lo que la sombra de los despidos se cierne sobre la plantilla del segundo empleador privado más grande del mundo.
No obstante, aunque Amazon argumente que ya no necesita a tantos trabajadores, buena parte de culpa de que esté pensando en despidos la tiene que la compañía haya registrado durante los tres primeros meses de 2022 su peor balance de resultados trimestral en 20 años.
Twitter. La última en sumarse a una revisión de sus políticas de contratación ha sido Twitter. En un comunicado interno, al que ha tenido acceso el Wall Street Journal, su todavía CEO, Parag Agrawal, explicó a sus trabajadores que el descenso de los ingresos publicitarios por la situación económica mundial y la incertidumbre a la que se enfrenta la compañía por su venta a Elon Musk, todavía no cerrada, han llevado a sus responsables a parar la mayoría de las contrataciones, excepto para los puestos críticos.
Despidos ya consumados. Dos grandes tecnológicas que ya han abordado despidos son Netflix y Robinhood. La plataforma de streaming echó a finales de abril a un número importante de empleados (se desconoce la cifra exacta) poco después de que se conociese que había perdido suscriptores por primera vez en una década, según Bloomberg. La app de inversión, por su parte, informó también a finales de abril que iba a despedir, aproximadamente, al 9% de su plantilla.
Repercusiones para España. El repentino frenazo de las contrataciones de las grandes tecnológicas podría afectar de lleno a nuestro país a corto y medio plazo. Para empezar, Amazon tiene unos 12.000 empleados en España, una parte importante de ellos en logística, por lo que los despidos que planteó hace unas semanas el director financiero del gigante del comercio electrónico para sus trabajadores de almacén podría afectar directamente a la plantilla española.
Además, Amazon anunció en 2021 que seguiría ampliando su plantilla en España en los próximos años con 3.000 empleos fijos más, un plan que ahora queda en el aire.
Meta, por su parte, también anunció recientemente que planeaba contratar a unos 2.000 trabajadores en España en los próximos años para abordar el desarrollo del metaverso, algo que también queda en suspenso ahora que ha decidido congelar la llegada de nuevos empleados.
¿Fin de la Gran Renuncia? La congelación de las contrataciones por parte de grandes empresas como las que hemos citado podría ser el principio del fin del fenómeno de la Gran Renuncia, que ha venido propiciado en buena medida por el aumento de puestos de trabajo a partir de 2021, sobre todo en Estados Unidos.
Con menos oportunidades en el mercado, es posible que las ofertas dejen de ser tan competitivas como para seducir a los profesionales de dejar su actual puesto, y el menor número de vacantes puede hacer que muchos empleados se lo piensen dos veces antes de renunciar.
Imagen | Sigmund
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 13 Comentarios