Durante la pandemia surgieron diversos fenómenos relativos al mercado de trabajo. La necesidad de continuar la actividad económica llevó a numerosas empresas a aplicar el teletrabajo, ampliando una forma de trabajo que antes de la crisis sanitaria era muy marginal. Sin embargo, muchas firmas están optando ahora por volver al modelo presencial, ya sea por falta de confianza o como forma de despedir de forma encubierta.
Nuevas formas de trabajo. Por otro lado, el trabajo remoto ha creado la figura del nómada digital, una persona que tiene la capacidad de trabajar mediante sus dispositivos electrónicos desde cualquier parte del mundo. Este tipo de profesionales suelen encontrarse en el sector tecnológico, y algunos estados del Viejo Continente han optado por regular su actividad para atraerlos, potenciando así la economía, y para evitar las consecuencias negativas de su llegada.
Interés europeo. Tal y como indica Euronews, en Europa hay quince países que ofrecen una visa orientada específicamente a los nómadas digitales. Sin embargo, otros países como Alemania o Países Bajos, si bien carecen de este tipo de visado, tienen otros permisos dirigidos a emprendedores que, en la práctica, pueden ejercer la misma función.
España 2.0 En diciembre de 2022 se aprobó en nuestro país Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes, también llamada Ley de Startups. Esta norma, orientada al desarrollo de “un ecosistema emprendedor con vocación innovadora”, contempla un visado para el teletrabajo de carácter internacional que autoriza a sus titulares a residir en España durante un año como máximo. Con ella, el titular tiene el permiso para tributar por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes en lugar del IRPF.
Algunos requisitos para la obtención de este visado son la acreditación de ser graduado universitario, formación profesional o en una escuela de reconocido prestigio, así como demostrar que se gana al menos el 200% del Salario Mínimo Interprofesional mensual (2.160 euros).
Visa portuguesa. Desde octubre del año pasado, el país vecino ofrece una visa para nómadas digitales que permite a los ciudadanos de fuera de la UE y del Espacio Económico Europeo trabajar en Portugal durante un año. Para obtener este permiso es necesario demostrar que se obtiene al mes una remuneración cuatro veces superior al salario mínimo interprofesional luso, el cual es de 760 desde enero de este año: 3.040 euros. Según Público, dos meses y medio después de su activación, se tramitaron alrededor de 200 visas.
Todos los caminos llevan a Roma. Por su parte, el país transalpino aprobó en marzo del año pasado una ley que permitirá a los teletrabajadores de fuera de la UE trabajar en Italia. Aunque todavía se desconoce cuándo estará disponible, esta visa permitirá a su titular vivir en suelo italiano durante un año, permiso que podrá ser extendido a familiares cercanos.
En aguas del Egeo. El país heleno ofrece, desde el año pasado, visas para nómadas digitales que permiten a sus titulares vivir en Grecia durante un año, con posibilidad de ampliar dicho periodo. El criterio económico establece que los ingresos del nómada digital deben ser, al menos, de 3.500 euros mensuales.
Nomadismo escandinavo. Si observamos el norte de Europa, comprobamos que Noruega y Finlandia también ofrecen visas para nómadas digitales. En el primer caso, los teletrabajadores de fuera de la UE tienen permiso para trabajar en el caso de que sean trabajadores por cuenta propia y que tengan, al menos, un cliente noruego. Para obtener el visado, que permite al titular vivir en Noruega durante dos años, es necesario pagar una tasa de 600 euros y tener un salario de, al menos, 3.000 euros mensuales.
En el caso de Finlandia, la visa permite vivir a su titular durante seis meses, previo pago de una tasa de 400 euros. Está orientada a los nómadas digitales freelance o a los dueños de negocios más amplios. Eso sí, el titular tiene que obtener unos ingresos mensuales de, al menos, 1.200 euros mensuales.
Visas bálticas. Al sur de Finlandia se encuentra Estonia, país que desde 2020 ofrece una visa para nómadas digitales. Este documento autoriza a su titular a vivir durante un año, ampliable a seis meses más. A partir del año y medio, el nómada digital tendrá la obligación de pagar impuestos en Estonia. Por otro lado, este permiso está orientado a trabajadores y autónomos extracomunitarios que deben demostrar unos ingresos mensuales de, por lo menos, 3.500 euros mensuales.
Por su parte, Letonia está preparando su visa para nómadas digitales que permitirá a los teletrabajadores vivir en el país báltico durante un año, ampliable a otro más. Los candidatos deberán pertenecer a un país de la OCDE, así como obtener unos ingresos mínimos de 2.857,50 euros mensuales.
Puntos positivos. En definitiva, numerosos países europeos se han dado cuenta de las ventajas que supone atraer a los nómadas digitales para que trabajen en sus territorios. El desarrollo económico, el incremento de la competitividad nacional, la relevancia internacional o el impulso del turismo son algunos de los aspectos positivos de este nuevo tipo de profesionales.
Otras consecuencias. Sin embargo, la presencia de los nómadas digitales también tiene consecuencias negativas, como el aumento de la vivienda en las zonas donde residen, tal y como reconoció Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, en noviembre de 2022. El país luso, de hecho, tiene un grave problema con la vivienda, al cual ha contribuido la llegada de estos trabajadores que, en general, cobran más que el resto de ciudadanos.
Por lo tanto, la regulación y el control de la actividad de este nuevo tipo de trabajadores es fundamental para eliminar o, por lo menos, minimizar los efectos negativos, potenciando las ventajas.
Imagen: Rafael Hoyos Weht / Unsplash
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