Los medios taiwaneses sostienen que el presidente de TSMC ha dejado el cargo por los problemas de la planta de Arizona
La buena relación que mantienen el Gobierno japonés y TSMC está consolidando su apuesta por Japón
La fábrica de semiconductores que está intentando poner en marcha TSMC en Arizona (EEUU) le está dando muchos quebraderos de cabeza. A los responsables de esta planta de vanguardia les está costando mucho encontrar el personal cualificado que necesitan. Tanto, de hecho, que este déficit de empleados ha provocado que esta compañía se vea obligada a retrasar un año el inicio de la producción de circuitos integrados maduros en estas instalaciones, que ha pasado de 2024 a 2025.
Según Fortune esta compañía se ha granjeado la fama de defender una cultura corporativa "brutal", y, al parecer, a muchos trabajadores estadounidenses esta filosofía los intimida. Algunos antiguos empleados en EEUU aseguran que las jornadas laborales de 12 horas y los turnos de fin de semana son muy habituales. "En TSMC todo es obediencia. No está preparada para América", asegura uno de sus ingenieros sin desvelar su identidad. De una cosa podemos estar seguros: esta empresa taiwanesa no está dispuesta a tener los mismos problemas en la planta que planea construir en Alemania.
Para evitarlo ya ha puesto en marcha un proceso de selección que persigue reclutar una parte muy importante del personal en Taiwán. Es evidente que el plan de TSMC pasa por exportar su cultura del trabajo a la fábrica que pondrá a punto en Sajonia. En cualquier caso, parece que los problemas vinculados a la planta de Arizona y el retraso de su puesta en marcha han dejado una víctima por el camino. Y se trata, ni más ni menos, que de Mark Liu, el presidente de la compañía.
TSMC está cada vez más incómoda en EEUU. Y más cómoda en Japón
Liu anunció su salida de la presidencia de TSMC el pasado 19 de diciembre. En principio parecía un movimiento previsible como consecuencia de la renovación natural de la cúpula directiva de la compañía, pero desde entonces varios medios taiwaneses presumiblemente bien informados han insistido en que su salida ha estado propiciada por la debacle a la que se está enfrentando esta empresa durante el proceso de puesta en marcha de su nueva fábrica de EEUU.
Sea como sea lo más chocante es que las malas noticias que llegan desde Arizona contrastan de una manera radical con las buenas noticias que está recibiendo TSMC desde sus instalaciones de Japón. Y es que la planta de semiconductores que está construyendo en Kumamoto, una localidad alojada en la isla de Kyushu, va viento en popa.
Según DigiTimes Asia las obras van tan bien que la ceremonia inaugural de la primera fase de la puesta a punto de la fábrica se va a adelantar a febrero de 2024. Es curioso comprobar que a TSMC en Japón le está sucediendo justo lo contrario que en EEUU; la puesta en marcha de sus instalaciones en vez de retrasarse se está adelantando.
Según SCMP los ejecutivos de TSMC valoran muy positivamente lo mucho que tienen en común Taiwán y Japón. Su cultura del trabajo es similar, y, además, el estado nipón tiene una red de fabricantes de equipos de litografía muy competitiva. Lucy Chen, una analista de la consultora Isaiah Research, asegura que la relación que mantienen los ejecutivos de TSMC y el Gobierno japonés es muy buena, lo que ha propiciado que la cúpula directiva de la compañía esté barajando la posibilidad de construir dos plantas de vanguardia más en Japón que le permitan expandir su capacidad de producción más allá de las fronteras de Taiwán.
Imagen de portada: TSMC
Más información: DigiTimes Asia | Tom's Hardware
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