Suiza ha sido tradicionalmente un destino dorado para las grandes fortunas, no solo por el secreto bancario que protege a los depositarios de las cuentas de sus bancos, si no que también cuenta con una presión fiscal relativamente baja.
Eso no ha impedido que algunas regiones del país acumulen un superávit de recaudación tras haber cubierto todas las necesidades de sus territorios. Ahora, las autoridades han tomado una decisión sobre qué hacer con todo ese dinero que está desbordando las arcas públicas: devolverlo a sus ciudadanos.
Decisión inédita: devolver lo que sobra. El cantón suizo de Basilea, al que pertenece la ciudad con el mismo nombre, lleva una década encadenando superávits al completar su ejercicio anual tras haber satisfecho todas las necesidades de financiación en su territorio.
Según fuentes del medio francés France 3, el Gran Consejo del Cantón de Basilea-Ciudad, el equivalente al parlamento regional, pidió al gobierno local la elaboración de una ley que les permita devolver a los ciudadanos el superávit de la recaudación de impuestos entre los ejercicios de 2012 y 2022.
Una paga extra inesperada. En total, el superávit de la administración regional asciende a casi 1.200 millones de francos suizos (unos 1.280 millones de euros), de los cuales, 464 millones corresponden al superávit del ejercicio de 2023. La decisión del Gran Consejo permitiría devolver en torno al 80% de esta cantidad a los ciudadanos del Cantón de Basilea-Ciudad. El 20% restante se destinará a amortizar la deuda pública local.
Según las primeras estimaciones, esto equivale a que cada contribuyente que ha pagado impuestos en esa región en la última década, recibirá una media de 2.500 francos suizos al año (unos 2.700 euros al cambio) durante los próximos diez años. Las empresas quedarían excluidas de este sistema de devolución.
Riqueza con todas las necesidades cubiertas. El Cantón de Basilea-Ciudad es uno de los más saneados fiscalmente del país. Según L'Est Républicain, en él viven unos 197.000 habitantes y, viendo que año tras año se generaba superávit, se propuso en referéndum una bajada de impuestos equivalente a 112 millones de francos suizos (unos 120 millones de euros). Aun así, las arcas han seguido generando superávit tras haber cubierto deudas, renovado el equipamiento y reforzado el sistema educativo.
Visto el resultado de la recaudación, el Gran Consejo acaba de votar una nueva rebaja fiscal de 160 millones de euros que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2025. "Quien sabe leer un número con ocho ceros sabe que la ciudad de Basilea recibe demasiado dinero", afirma el gran concejal de Basilea, Lorenz Amient a L'Est Républicain.
Voces en desacuerdo. Aunque la medida ha sido votada y aprobada con mayoría, hay voces de discrepaban en la forma de devolver esos impuestos y criticaban que las empresas quedaran apartadas de ese reparto cuando también contribuyen a ese superávit con sus impuestos.
Por su parte, otro sector del Gran Consejo creía que, ya que se había realizado el esfuerzo recaudatorio, ese dinero debería dedicarse a protección del medio ambiente, salud y cultura, en lugar de emplear nuevos recursos a devolverlo a los ciudadanos.
Imagen | Pexels (Armando Oliveira)
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