En 2021, Elon Musk fue nombrado Person of the Year por la revista Time. Si amerita más la traducción "persona" o la traducción "personaje" es algo que dejamos a su elección, estimado lector; pero es innegable que su trayectoria empresarial está al alcance de muy pocos, por muchos peros y asteriscos que le podamos poner.
En una continuación de aquellos artículos que elaboramos en su momento bajo el título "Así es como gana dinero...", haciendo un recorrido por la monetización de varias tecnológicas, queremos hacer lo propio con el mismo Elon Musk y las empresas gobernadas por su cetro, quizás una alegoría de algo innombrable en un medio y que encaja más en su forma de ver el mundo. 4:20, 69 y otros habituales de la jerga de alguien capaz de diseñar así el Cybertruck.
Al lío.
Antecedentes
Aunque el porfolio actual de empresas de Musk se reduce a cinco (seis si contamos la recién creada X.ai), su trayectoria ha tenido participación en muchas otras, ya fuese como simples vehículos de inversión o en las que ha tenido un rol ejecutivo.
Hechas las presentaciones, vamos con las cifras. El patrimonio de Musk en 2023 es de unos 180.000 millones de dólares, pero en su trayectoria, 2020 fue un año clave, el que le permitió pasar del puesto 32º de personas más ricas del mundo según el índice Bloomberg... al primer puesto. Posteriormente lo perdió en favor de Bernard Arnault, la cabeza visible del imperio Louis Vuitton, pero hace unas semanas volvió a recuperarlo y ambos viven en permanente duelo por esa plaza. El resto del podio, los sospechosos habituales: Warren Buffet, Jeff Bezos, Larry Ellison...
Musk se convirtió en millonario en 1999, cuando tenía 27 años. Zip2, la empresa que fundó y de la que poseía un 7% del accionariado, fue vendida entonces por 340 millones de dólares. Los casi 24 millones que ganó Musk fueron la base de la riqueza que vino después. Al contrario de lo que ocurre con otros de la lista de los más ricos, Musk no ha logrado su fortuna por el crecimiento o la venta de una empresa, sino por la diversificación y el paso por varias.
Eso sí, aquella primera venta la celebró comprándose un McLaren de un millón de dólares.
Su siguiente proyecto, financiado en parte con lo obtenido con Zip2, fue X.com, que luego se fusionó con Confinity para dar forma a PayPal, que acabó siendo vendida por 1.500 millones de dólares a eBay. Su ganancia neta con esa operación fue de 180 millones de dólares.
Invirtió todo ese dinero para fundar ese mismo año SpaceX (100 millones); dos años después, Tesla (70 millones); y otros dos años después, SolarCity (10 millones). Lo que ocurrió en esos años es vital, porque las dos primeras son las empresas que han construido su patrimonio actual. La tercera se fusionó con Tesla un tiempo después. El gran salto patrimonial de Musk llegó gracias a las empresas que lanzó entre 2002 y 2004, y su crecimiento posterior. Sin Zip2 y PayPal no hubiesen llegado ellas, pero sin ellas difícilmente tendría una riqueza como la actual.
SpaceX no cotiza en bolsa, así que no tiene la obligación de presentar cuentas públicas; pero la lógica por sus años de actividad y sus contratos gubernamentales hacen pensar que sí es una empresa rentable. Musk, según fuentes que cita el Wall Street Journal, posee el 42% de su accionariado. A una valoración de 100.000 millones de dólares, 42.000 millones de dólares valen las acciones de SpaceX que posee Musk.
Tesla sí cotiza en bolsa, y es el principal origen del crecimiento patrimonial de Musk desde que salió al parqué, junio de 2010. En ese momento solo vendía un modelo, el Roadster, pero su evolución bursátil disparó su riqueza, sobre todo tras 2020. Empezó ese año cotizando a 30 dólares la acción. Menos de dos años después, multiplicó su valor por trece. Luego vino una caída al son de lo que ocurría con el resto de tecnológicas y ahora cotiza a unos 160 dólares.
Hoy Musk tiene un 13% de sus acciones, así que solo su accionariado de Tesla ya supone unos 69.000 millones de dólares de su patrimonio, al margen de los beneficios que haya podido ganar en últimos años.
Su accionariado en Tesla fue superior hasta hace unos meses, cuando tuvo que vender un porcentaje para financiar la compra de Twitter. Vendió por valor de unos 44.000 millones. Esto no significa que los destinase a la compra, ya que 13.000 millones fueron dinero prestado; y por tanto, dinero que no tuvo que desembolsar.
Tesla y SpaceX ya le suman directamente 111.000 millones de dólares en acciones. Sin contar los beneficios que hayan generado y se haya quedado Musk. Hay que añadir Twitter: pagó 44.000 millones pero admitió tiempo después que valía 20.000. Algunas fuentes citan un porcentaje superior de SpaceX, como Business Insider, que apunta a un 47%.
Musk hizo cierta difusión esporádica de algunas criptomonedas, como Bitcoin y Dogecoin, en 2021, algo que puede entenderse como el deseo del aumento de su cotización al tener una inversión en ellas. Lo que sí es seguro es que decidió que Tesla invirtiera 1.500 millones de dólares en Bitcoin y un año y medio más tarde vendió el 75% de su cartera.
A partir de ahí es difícil realizar cierta trazabilidad del patrimonio de Musk, pero sí es público que la mayor parte del mismo son acciones bursátiles y participaciones en empresas no cotizadas. Su patrimonio, desde 2016, lo gestiona Excession, un equipo creado expresamente para ello que tiene a Jared Birchall al frente, family office de Musk que pasó por Goldman Sachs o Morgan Stanley.
Lo que sí podemos saber es los modelos de negocio y la rentabilidad de algunas de sus empresas.
Tesla
Qué hace: vende coches eléctricos con ciertas capacidades autónomas.
Cómo se monetiza: con los beneficios que logra con cada coche vendido, y con la suscripción mensual de sus servicios de conectividad; así como con la venta de baterías, placas solares y cargadores domésticos.
Al ser la única de las empresas de Musk que cotiza en bolsa (Twitter no lo hace desde que la compró), es la única de la que podemos tener cifras públicas actualizadas.
El crecimiento bursátil del que hablábamos antes vino motivado por una euforia que tiene muchas aristas, pero que también se originó en las buenas cifras de ventas de la marca, especialmente a partir del Tesla Model 3, cuando no solo generaba más demanda de coches sino que iba siendo capaz de abrocharla, algo que no parecía tan claro para una empresa como Tesla: ¿cómo multiplicar por cuatro su producción en poco tiempo, cuando ya estaban teniendo ciertos problemas de suministro?
En 2022, por primera vez en su historia, superó la barrera psicológica del millón de coches vendidos en un año natural. Para entonces ya vendían los modelos S, 3, X e Y. El orden presentado no es casual.
Para llegar hasta aquí, Tesla pasó por varios años en los que no facturaba ni 300 millones de dólares al año, casi un error de redondeo para los grandes del sector como Toyota o General Motors. Cerró 2022 con más de 80.000 millones dólares ingresados.
De ellos, casi el 90% fueron por las ventas de coches, mientras que 6.000 millones fueron ingresados por sus servicios de conectividad, y otros 4.000 millones por su negocio de generación y almacenamiento de energía, que distribuye cargadores y baterías domésticas (como las que acaban de llegar a España), así como placas solares diseñadas para camuflarse en los tejados, fruto de la fusión con SolarCity en 2016.
Dentro de 'las ventas de coches' hay algunos subapartados para entender cómo opera Tesla:
- Ventas de coches. La venta directa de sus vehículos.
- Créditos regulatorios de Tesla. Créditos obtenidos por la legislación estadounidense gracias a fabricar únicamente coches sin emisiones. Estos ingresos provienen de la venta de estos créditos a otros fabricantes que se exceden en la fabricación de coches con emisiones. Esto le hizo ganar pasivamente casi 1.800 millones de dólares en 2022. Es importante: el 15% de los beneficios que logró Tesla fue sin tener que hacer nada, solo se benefició de la regulación de su país de origen.
- Leasing de coches. En lugar de la venta habitual, Tesla también ofrece leasing en Estados Unidos. Un contrato de alquiler de un vehículo a largo plazo, con una opción final de compra.
Superar esos 80.000 millones no fue un camino fácil. Durante la mayor parte de su historia, Tesla vivía de sus inversores, pero no de los beneficios, porque no los lograba. Todos los años cerraban en rojo. Sin embargo, la llegada del Model 3 fue balsámica, y la pandemia, un paradójico impulso. 2020 fue el primer ejercicio que Tesla logró cerrar con números negros, no rojos. 690 millones de dólares como 690 soles dando energía a una empresa que ya va por 12.500 millones de ingresos netos, y subiendo.
Un cambio de tendencia que, como admitió Musk, llegó poco después de que la empresa estuviese en una situación límite hasta el punto de sortear una quiebra inminente a mediados de 2018.
Nos encantaría poder desvelar el desglose de ventas de Tesla según el modelo concreto, pero este no es un dato que haga pública esta empresa. Lo único que quedan son las estimaciones de analistas de la industria automovilística. Troy Teslike, especializado en Tesla, dibujó la siguiente división para el mercado de 2020, donde hay que tener en cuenta la poca disponibilidad del Model Y, recién lanzado.
No incluimos una estimación más reciente porque empezó a agrupar las ventas del S y el X. En sus últimas estimaciones apunta a 1,75 millones de coches vendidos por Tesla para cuando acabe este 2023, ligeramente por debajo de los 1,8 millones que se puso la empresa como objetivo. Con 1.500 unidades del Cybertruck, por cierto, para el último trimestre.
La segmentación que sí hace Tesla es la de coches producidos, agrupados: por un lado, S y X; por otro, 3 e Y. Estos últimos son los que están sosteniendo el crecimiento de la empresa. El 95% de los coches que produjo Tesla en 2022 eran Model 3 o Model Y, señal de que el Model Y está teniendo una gran aceptación y muy posiblemente canibalizando algunas ventas del Model Cifras oficiales del año pasado:
Qué es: una red social basada principalmente en el texto. Tiene muchos menos usuarios que Instagram, Facebook o TikTok, pero ha logrado una gran influencia a nivel político y periodístico.
Cómo se monetiza: con publicidad que pagan los anunciantes para mostrar sus mensajes a los usuarios de Twitter, y con las suscripciones de pago que conceden ciertos beneficios, especialmente promovidas desde la llegada de Musk.
Los ingresos de Twitter siempre han estado muy lejos de los de otras redes como Facebook, Instagram o en los últimos años, TikTok. En su mejor ejercicio, 2022, facturó 5.220 millones de dólares. Algo más de la mitad de lo que ingresó TikTok, que lleva mucho menos tiempo en el sector.
Estos ingresos fueron generados por una cifra de usuarios mensuales que se ha solido mover entre los 300 y los 400 millones en los últimos años. Algo que tampoco le ha servido para convertirse en una empresa rentable de forma sostenida. Solo lo ha conseguido en dos de los últimos diez años (2018 y 2019).
La compra por parte de Elon Musk, formalizada en octubre de 2022 tras un culebrón que duró meses, se cerró en 44.000 millones de dólares. Si Musk logra todos los años un beneficio como el de su mejor ejercicio, el de 2019, necesitaría 30 años para recuperar su inversión.
Esto es una cábala de poco valor, porque en cuanto llegó empezó a despedir empleados y reducir otro tipo de costes para poder empezar a plantear la deseada rentabilidad, pero sí suena a misión complicada, porque él mismo reveló hace unas semanas que el nuevo valor de la empresa de 20.000 millones de dólares, menos de la mitad de lo que pagó por ella. Seis meses después.
Quizás una oportunidad de crecimiento esté en la internacionalización. Twitter tiene usuarios en todas partes, pero la mayoría de sus ingresos provienen de Estados Unidos... pese a que allí solo tiene al 17% de sus usuarios, según eMarketer. Aperturas como Twitter Blue a más países, para llegar a 35 naciones, son primeros pasos.
Conocemos estos datos gracias a que Twitter fue una empresa cotizada desde 2013 hasta 2022, cuando la compra de Musk la sacó del parqué. A partir de ahora los datos serán una incógnita más allá de lo que la empresa quiera revelar, pero resulta natural pensar que sus ingresos han caído en los meses que lleva Musk al mando por la cantidad de reportes y filtraciones publicadas en los últimos meses. Coinciden en señalar la bajada de sus ingresos publicitarios. Tampoco parece que Blue esté saliendo genial.
También veremos los efectos del cambio de nombre corporativo. Twitter es la red social, pero ya no da el nombre a la empresa, que pasó a llamarse X Corp hace algunas semanas como fruto de unas maniobras que Musk comenzó hace más de un año y que esconden la intención de convertir a Twitter en una superapp.
SpaceX
Qué es: una empresa estadounidense de tecnología aeroespacial. La empresa se dedica a desarrollar tecnologías para la exploración espacial, incluyendo cohetes y naves espaciales reutilizables. También tiene proyectos relacionados con el transporte terrestre, como Hyperloop, un sistema de transporte de alta velocidad; o con la conectividad satelital, como Starlink.
Cómo se monetiza: mediante los contratos con la NASA y otras agencias espaciales para lanzar satélites y enviar suministros a la Estación Espacial Internacional. También tiene acuerdos con empresas privadas para el lanzamiento de satélites. Los clientes de Starlink también pagan una mensualidad por usar sus servicios.
Al no haber cotizado en bolsa, no podemos conocer estos detalles de SpaceX, pero sí sabemos cuáles son sus principales cuatro vías de negocio:
- Fabricación de cohetes y naves espaciales. Su principal cliente es la NASA, con quien tiene contratos desde 2006.
- Transporte espacial. Desde el envío de suministros a la Estación Espacial Internacional hasta el transporte de los propios astronautas. Incluidos contratos para dar un servicio similar a la estación espacial lunar Gateway. También ofrece turismo espacial comercial a civiles, sin astronautas profesionales en la misión.
- Comunicaciones satelitales. A través de Starlink, su servicio de conectividad doméstica que también ofrece servicios gubernamentales.
- Misiones de defensa nacional. Mediante contratos con el gobierno de Estados Unidos y su Departamento de Defensa.
SpaceX, según las últimas cifras publicadas en octubre de 2021, ofreció 560 dólares por acción a sus accionistas, lo que valoraba la empresa en algo más de 100.000 millones de dólares. Cifra similar a lo que valen hoy empresas como BP, Goldman Sachs, Inditex o el fabricante de coches BYD.
Neuralink
Qué es: empresa de neurotecnología que busca el desarrollo de interfaces cerebro-máquina para que los humanos puedan interactuar de forma natural y eficiente con los ordenadores.
Cómo se monetiza: no genera ingresos todavía, sigue en fase de desarrollo e investigación. Su plan es la venta de dispositivos y servicios relacionados con su la neurotecnología.
De Neuralink, al no cotizar en bolsa, tampoco tenemos información sobre sus finanzas. Lo que sí sabemos es que ha logrado 363 millones de dólares en cuatro rondas de financiación, y que Gigafund, Google Ventures, Vy Capital o el propio Sam Altman, CEO de OpenAI, son algunos de sus inversores.
La idea de Neuralink es el desarrollo de las mencionadas interfaces cerebro-máquina para facilitar las comunicaciones con los ordenadores, y orientarlas al tratamiento de enfermedades como el Parkinson o la epilepsia. A largo plazo, Neuralink planea poder ofrecer conexiones directas y fluidas entre nuestro cerebro y la tecnología, monetizándose también mediante la venta de estos dispositivos, pero todavía está en fase de investigación y desarrollo.
The Boring Company
Qué es: una empresa de infraestructura de transportes. Construye túneles para llevar a ellos el tráfico rodado y así descongestionar las vías urbanas.
Cómo se monetiza: todavía no ha logrado ingresos significativos, pero sí vendió lanzallamas (más bien sopletes bien diseñados) en 2018 para recaudar fondos. Según Zippia, ingresa unos 2,7 millones de dólares al año, lo cual da un promedio de 13.500 de dólares ingresados por cada uno de sus 200 empleados, muy lejos de poder ser una empresa rentable.
Tampoco hay información financiera pública de esta tuneladora, solo sabemos que su forma de ganar dinero es simple: o bien vendiendo la infraestructura de túneles, o bien vendiendo sus servicios para construirlos. Uno de sus activos es la patente de su perforadora estrella, Prufrock.
En Las Vegas construyó uno de sus túneles, se suponía que para lograr que los coches autónomos pudieran circular por él a 240 kilómetros por hora, pero van a 50 kilómetros por hora, tampoco es un gran problema porque mide menos de tres kilómetros y tiene tres paradas.
Cuando necesitaba recaudar fondos y vendió lanzallamas sopletes consiguió colocar veinte mil unidades. A 500 dólares la unidad... diez millones de dólares brutos.
X.ai
Qué es: su última empresa, creada en marzo de 2023, con el objetivo de competir con OpenAI en el desarrollo de herramientas de Inteligencia Artificial.
Cómo se monetiza: acaba de ser creada, todavía no tiene ningún producto por el que haya podido lograr ingresos; tampoco se sabe qué tipo de monetización persigue para el día de mañana.
Quizás para dentro de un tiempo tengamos a un serio rival de OpenAI, Midjourney y compañía que cotiza en bolsa y nos muestra toda su información financiera, pero de momento no es más que una incógnita.
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