Conforme más españoles regresan a sus oficinas, más se dan cuenta de un pequeño problema: son un desastre

En esto de organizarse la jornada laboral, cada cual tendrá sus preferencias, pero las estadísticas dejan constancia de que la mayoría de los españoles prefiere tomarse un respiro del teletrabajo y prefiere ir a trabajar a una oficina. El problema es que las necesidades y procesos de trabajo no son los mismos que antes, y estas oficinas no se han actualizado.

La vuelta a la oficina coge fuerza. Que el teletrabajo ha llegado para establecerse como una opción más en determinados puestos es una realidad innegable. Según datos de la Encuesta de Población Activa de septiembre de 2023, el porcentaje de teletrabajo se asentaba en el 8% de la población activa. Un total de 1.527.800 personas teletrabajando. Dato que confirman desde InfoJobs con la III Radiografía del Teletrabajo en España de septiembre de 2023 basándose en datos de Eurostat, que posiciona a España por debajo de la media europea que se sitúa en el 10%, quedando lejos de países como Irlanda (25%), Finlandia (23 %), Suecia (18 %) y Países Bajos (18 %).

Este dato revela que el teletrabajo continúa siendo una preferencia para muchos empleados. Sin embargo, el teletrabajo no es para todo el mundo y hay quien prefiere trabajar desde la oficina y contar con un espacio adecuado sin tener que asumir los costes de energía, espacio y aislamiento que implica el teletrabajo.

La mayoría vuelve a la oficina…pero son un desastre. El estudio de la consultora Censuswide para Sony Professional Displays and Solutions Europe indica que el 55% de los profesionales españoles aún prefiere trabajar desde la oficina de la empresa. Sin embargo, el 35% de estos encuestados cree que las tecnologías y equipamientos de las oficinas está obsoleto o es inadecuado para los nuevos escenarios de trabajo que se han impuesto tras la pandemia.

La distribución de los espacios parece estar en el ojo de la polémica y, mientras el 67% de los directores ejecutivos piensan seguir incorporando espacios compartidos en las oficinas, solo 17% de los empleados considera adecuados estos espacios. El resto cree que estos espacios compartidos dificultan la concentración y son un foco de distracciones, además suponer un inconveniente para la comunicación durante las videollamadas.

Horarios flexibles y mejor equipamiento. Pese a que el sector inmobiliario de las oficinas se encuentra en uno de los peores momentos en décadas, el 48% de los directores generales y altos cargos empresariales esperan poder ampliar o aplicar modificaciones en el espacio de sus oficinas.

El 55% de estos altos cargos coincide en la necesidad adaptar los espacios con mejor tecnología para las videollamadas o las presentaciones híbridas, además de reforzar la flexibilidad en los horarios apostando por modelos de trabajo híbrido o jornadas adaptadas para mejorar la satisfacción de los trabajadores. El estudio de Censuswide recoge que el 85% de los empleados también exige estas mejoras.

El trabajo híbrido está siendo la solución más habitual. El modelo de jornada laboral en España ha ido migrando del teletrabajo que se impuso durante 2020, hacia una solución híbrida en el que se establecen unos días de trabajo en la oficina y otros en remoto. Según datos de TravelPerk, el 76% de los encuestados en su último estudio del mercado laboral confirma que sus empresas habían pasado al trabajo híbrido, pero el 63% de las oficinas no habían aplicado ninguna modificación.

El 10% de estas empresas había reducido el espacio en sus oficinas y de ellos, el 21% afirmaba que su empresa limita el aforo para un solo día en las oficinas y el 6% solo puede ir a la oficia determinados días. El 12% de las empresas han ampliado su espacio de oficina para adecuar el espacio a los cambios de la plantilla.

Del espacio abierto al cubículo. Durante mucho tiempo, el concepto de oficina abierta y colaborativa ha sido el dominante en el diseño de las oficinas. Sobre todo, porque era un modelo mucho más barato. El nuevo escenario hace que los grandes espacios abiertos resulten contraproducentes. Nuestro cerebro se ha acostumbrado al silencio de los hogares y a las conversaciones de por videollamada, y eso va a mantenerse en la oficina.

Ese nuevo concepto de espacio trae de vuelta los cubículos y los espacios de privacidad donde poder mantener conversaciones sin ruido ambiente y sin distracciones para potenciar una productividad que, en muchas ocasiones, se ha puesto como excusa para forzar la vuelta a la oficina.

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Imagen | Pexels (Ivan Samkov, Luke Miller)