Google es una de esas multinacionales que casi todo el mundo conoce. Sus productos y servicios, de alguna u otra forma, están presentes en la vida de millones de personas. Cuando envían correos de Gmail, cuando navegan entre los vídeos de YouTube o cuando trabajan con las herramientas de Workspace.
Y claro, pueden hacerlo desde dispositivos Android, e incluso Pixel. El fenómeno de esta empresa de Mountain View ha llegado a tal nivel que solemos "Googlear” cuando necesitamos una respuesta. Aunque Google también tiene un cementerio de productos que no cuajaron e incluso casos de monopolio.
La compra de Google que no fue
En cualquier caso, Google (a través de su matriz Alphabet) forma parte del selecto club de empresas cuya capitalización de mercado supera el billón de dólares. La suma de sus acciones equivale a 1,53 billones de dólares, músculo económico nada despreciable, y una opción de adquisición casi inalcanzable.
Todo este escenario era muy diferente en el pasado. Hace unos 20 años, alguien tuvo la oportunidad de comprar Google por alrededor por menos de un millón de dólares. Lo más curioso de esta historia es que eran los fundadores de la compañía quienes querían en venderla.
Larry Page y Sergey Brin, incluso insistieron para que la operación se llevara a cabo. Sin embargo, se encontraron con una persona no cedió ante las condiciones que habían establecido para el acuerdo. Depende de la perspectiva en la que analicemos el asunto, podríamos decir que todos estaban equivocados.
Por un lado, los fundadores de Google por intentar vender una compañía que más tarde se convertiría en uno de los iconos tecnológicos globales. Por otro lado, el ejecutivo que decidió rechazar aquella oferta. Ahora bien, como es imposible vislumbrar el futuro, las partes mantuvieron su postura de manera implacable.
Remontarnos a finales de la década de los noventa puede ayudarnos a entender mejor lo sucedido. Google fue fundado un 4 de septiembre de 1998. En aquel entonces, todavía se podía realizar la búsqueda a través del dominio www.google.stanford.edu/ y en la página principal se presumía de 25 millones de páginas indexadas.
Pero tiempo más tarde, en algún momento de 1999, los responsables de la empresa decidieron que era tiempo de venderla. El comprador potencial no sería otro que Excite, el segundo motor de búsqueda más importante de Estados Unidos, situado solo detrás de Yahoo! Así que comenzaron la conversaciones entre sus directivos.
George Bell, el ex-CEO de Excite, contó en una entrevista con CNBC que Page y Brin querían vender Google en alrededor de 750.000 dólares (que en la actualidad equivaldrían a 1.373.539 dólares) y tomar el 1% de la empresa compradora. Los términos económicos de acuerdo, según el ejecutivo de Excite no eran un obstáculo para la operación, los problemas estaban en “la cultura”.
“Larry Page insistió en que tenemos que eliminar toda la tecnología de búsqueda de Excite y reemplazarla con Google”, explicó Bell. Este fue el motivo que le llevó a decir que no. Excite estaba demasiado conforme con su tecnología e identidad, por lo que decidieron seguir adelante sin perder algo tan valioso como su propia solución de búsqueda.
Bell añadió que, como director de una empresa, priorizó elementos como la cultura y la identidad en su decisión. Y, aunque con los años Google se ha convertido en un gigante tecnológico, el ejecutivo reconoce que aquella “fue una buena decisión”. Él lo tiene claro, sostiene que en ese momento eligió el mejor camino.
“Es muy fácil mirar hacia atrás y decir debería haberlo hecho”, reflexionó Bell sobre la compra que podría haber cambiado la industria de las búsquedas. Excite, por su parte, fue perdiendo la popularidad que gozó en sus mejores tiempos. La empresa fue adquirida y vendida numerosas veces y, aunque en 2001 quebró, su portal siguió funcionando.
Pese a su colapso, en 2001 iWon decidió comprar la empresa y relanzar su portal de servicios. En 2005 fue comprada por Ask.com, portal que ahora forma parte de IAC Inc., un holding estadounidense de varias páginas. Excite, sin embargo, nunca consiguió replicar el enorme éxito que alguna vez tuvo. Lejos de crecer, algunos de sus servicios estrella, como Excite Mail, dejaron de funcionar.
Imágenes: Excite | The Pancake of Heaven | Joi Ito
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