Actualmente Estados Unidos compra el 92% de sus semiconductores de vanguardia a TSMC en Taiwán
Taiwán produce el 90% de los semiconductores de alta integración y el 41% de los microprocesadores
"Si China invade Taiwán y toma el control del fabricante de chips TSMC el impacto que tendría en la economía estadounidense sería devastador [...] En este momento Estados Unidos compra el 92% de sus semiconductores de vanguardia a TSMC en Taiwán". Esta declaración de Gina Raimondo, la Secretaria de Comercio de EEUU, expresa claramente lo mucho que preocupa al Gobierno liderado por Joe Biden la posibilidad de que se produzca un conflicto bélico entre China y Taiwán.
No obstante, lo más sorprendente de todo es que Raimondo confiesa sin tapujos que este suceso tendría un impacto devastador en la economía de su país. Y tiene sentido. TSMC acapara aproximadamente el 60% del mercado de los semiconductores y lidera la producción de circuitos integrados de vanguardia. De hecho, es el principal suministrador de Apple, NVIDIA, AMD o Qualcomm, entre muchas otras empresas estadounidenses. Incluso fabrica chips para Intel.
A principios de agosto de 2022 y durante una entrevista en la cadena estadounidense CNN, Mark Liu, el presidente de TSMC, se mostró muy preocupado por la posibilidad que baraja Gina Raimondo: "Todos perderíamos. Nadie se alzaría con la victoria. Los taiwaneses hemos elegido regirnos por un sistema democrático. Queremos elegir nuestra forma de vida, y creemos que la fabricación de chips es un sector clave en la economía de Taiwán".
EEUU ya ha puesto en marcha una estrategia para proteger su economía (y su futuro)
No es ningún secreto. Una de las principales razones por las que el Gobierno estadounidense ha puesto en marcha su plan 'Chips and Science Act', un programa de 280.000 millones de dólares de los cuales 52.000 millones están destinados íntegramente a la industria de los semiconductores, es afianzar la cadena de distribución local y la infraestructura de fabricación de circuitos integrados en suelo estadounidense en previsión de un posible conflicto bélico entre China y Taiwán.
Este plan lleva en marcha ya casi dos años, por lo que buena parte de los fabricantes de chips ya ha recibido subvenciones jugosas que mayoritariamente están siendo utilizadas para construir nuevas fábricas. Intel, Samsung y TSMC son algunos de los diseñadores y fabricantes de circuitos integrados que ya han recibido subvenciones, y todos ellos están construyendo nuevas plantas en EEUU. Para el Gobierno de Joe Biden es fundamental disponer de una infraestructura sólida de producción de semiconductores dentro de sus fronteras que le permita fabricar el 20% de los chips de vanguardia de todo el planeta en 2030.
Actualmente Taiwán produce nada menos que el 90% de los semiconductores de alta integración y el 41% de los microprocesadores disponibles en el mercado mundial. Su peso específico dentro de la industria de los chips es altísimo, y TSMC ya ha dado pasos para protegerse y expandir su infraestructura más allá de las fronteras de su país de origen.
Además de las plantas que está poniendo a punto en Arizona (EEUU), esta compañía taiwanesa está terminando una fábrica en Japón y planea construir dos más gracias a su buena sintonía con el Gobierno nipón, así como una planta en Dresde (Alemania). En la coyuntura de inestabilidad actual TSMC tiene muy claro que su futuro está ligado a su estrategia de expansión.
Imagen | TSMC
Más información | Reuters
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