El Departamento de Justicia de Estados Unidos está listo para enfrentarse una vez más a Google. La agencia federal, que en octubre de 2020 acusó a la compañía de Mountain View de abusar de su posición dominante en el mercado de las búsquedas, ha presentado una nueva demanda por monopolio.
De acuerdo a la Oficina de Asuntos Públicos, este nuevo acto procesal tiene como objetivo sentar las bases para “restaurar la competencia” en el mercado de la publicidad digital. En este sentido, se le acusa a Google de haber “corrompido” el ecosistema de la legítima competencia con una campaña sistemática.
Google intentó evitar esta última demanda
La demanda se veía venir. Google, que encabeza el podio de las compañías más grandes en el mercado de la publicidad digital, empezó a ser investigado el año pasado por el Departamento de Justicia. En ese entonces, la compañía ofreció una “concesión” para evitar una nueva batalla legal.
El movimiento para contentar a las autoridades consistía en crear otra compañía dentro de Alphabet para concentrar parte de su negocio publicitario. Se trataba de una jugada arriesgada, ya que de todas formas todo seguiría estando bajo la órbita la misma compañía matriz de Google.
La respuesta del DOJ, respaldada por ocho estados que se han sumado a la demanda, ha sido la de rechazar la propuesta. Y, por si esto fuera poco, ahora pretende imponer un severo castigo al gigante de Mountain View, que podría costarle millones de dólares y una reorganización interna.
Veamos. Por un lado, los demandantes proponen que Google tenga que pagar una multa cuyo montante todavía no ha sido definido. Por otro lado, se pide que la compañía se desprenda de la plataforma para editores Google Ad Manager, incluidas las herramientas DoubleClick For Publishers (DFP) y AdX.
Si la demanda sale adelante, esta podría significar un duro revés para la economía la matriz de Google. El negocio publicitario, gracias a la venta de anuncios en sus diferentes formas, es la principal fuente de ingresos de la compañía, escoltada por el creciente negocio de los servicios de computación en la nube.
Cabe señalar que el DOJ no ha economizado en palabras a la hora de elaborar el texto que sostiene a la demanda. En el documento de 153 páginas presentado ante un tribunal de Virginia, se menciona “el plan de Google para neutralizar o eliminar a los competidores de tecnología publicitaria”.
Google, según los demandantes, ha alcanzado sus objetivos mediante dos principales vías: adquiriendo empresas competidoras, y ejerciendo su dominio en todos los mercados de publicidad digital para obligar a más editores y anunciantes a utilizar sus productos.
El fiscal general Merrick Garland, en su comparecencia en Washington, ha calificado a Google como “una empresa con omnipresentes conflictos de intereses”. También ha señalado que controla gran parte de la tecnología relacionada a la compra y venta de espacios publicitarios utilizada por los principales editores de páginas web del mundo.
Según recoge Reuters, Google ha dicho que “se defenderá enérgicamente de las acusaciones fundadas en argumentos erróneos”. En esa línea, ha argumentado que no el mercado de la publicidad digital también está integrado por otras grandes compañías, como Amazon, Meta y Microsoft.
Imágenes: Greg Bulla
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