La guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa su escalda. A medida que las sanciones entre ambos países se intensifican, los efectos colaterales empiezan a aparecer en escena. Después de meses padeciendo las medidas impulsadas por Washington, Pekín empezó a perder la paciencia y tomó una postura más firme en el conflicto: vetó los productos de Micron para ciertas áreas sensibles y anunció restricciones en la exportación de germanio y galio.
Así como China ha apelado a mercados paralelos para comprar las tarjetas gráficas de NVIDIA que ya no están disponibles en su territorio debido a las sanciones, Estados Unidos se prepara para apañárselas y conseguir galio por vías alternativas. Es que este elemento de la tabla periódica, aunque no es tan famoso como otros, es clave para la fabricación de semiconductores y células fotovoltaicas que no solo abarcan productos comerciales, sino también de defensa.
Si no puedes comprarle a China, busca en los residuos
Estados Unidos no puede prescindir del germanio y galio, por lo que la guerra comercial con China ha hecho saltar las alarmas en el Pentágono. El Departamento de Defensa tiene acceso a reservas de germanio, por lo que el gran desafío al que se enfrenta es conseguir galio. Para ello, recoge Bloomberg, acudirá a la Ley de Protección de Defensa para garantizar el suministro de este metal a través de vías no convencionales y así poder cubrir sus necesidades de “seguridad nacional”.
La estrategia del Pentágono consiste en recuperar galio de ciertos flujos de residuos existentes. Esto quiere decir que Estados Unidos no recurrirá directamente a la minería para acceder al preciado metal, sino que modificará el esquema de trabajo que tienen las mineras para obtenerlo indirectamente. Es que el galio generalmente se extrae durante la minería de otros metales, pero debido a los elevados costes y complejidad para procesarlo no se le aprovecha y acaba como desecho.
China, recordemos, tiene vasta experiencia en el sector minero. El gigante asiático ha conseguido optimizar el procesamiento de galio, hito con el que se ha ganado el papel de líder en el sector. Además, ha utilizado su experiencia para dominar otros metales importantes fuera de su territorio. El ejemplo más claro es el del níquel, recurso valioso para las baterías de coches eléctricos en el que domina su producción a través de empresas instaladas en Indonesia que utilizan sus técnicas y tecnologías.
El desafío que tiene Estados Unidos en este momento es recuperar el galio de los desechos de otras actividades mineras. Cabe señalar que este tipo de movimiento requerirá de establecer contratos millonarios con diferentes empresas, aunque en este momento se desconoce la cifra exacta de inversión y las firmas involucradas. También se contempla poner en marcha tareas de reciclaje de chatarra electrónica para extraer galio y posteriormente someterlo a refinamiento.
Imágenes: Joshua Hoehne | Wikimedia
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