Elon Musk es del tipo de personas que, como decía mi abuela, "no da puntada sin hilo". El millonario, votante convencido del Partido Demócrata hasta 2019, se volcó económica y personalmente con la campaña electoral que llevaría a la Casa Blanca a Donald Trump.
Tan solo dos días después de las elecciones, la lista de millonarios en tiempo real de Forbes ya indica que su fortuna ha crecido como la espuma superando el umbral de los 300.000 millones de dólares. Su influencia en las esferas del próximo gobierno de los EEUU podría hacer que esa cifra siga creciendo durante los próximos años.
Elon Musk vuelve a los 300.000 millones. Dos días después de las elecciones, la lista de Forbes que monitoriza en tiempo real la evolución de las principales fortunas del planeta, registra que el patrimonio de Elon Musk asciende a 302.200 millones de dólares.
No es la primera vez que el millonario supera este hito. Tal y como recogía Forbes en 2021, bajo el gobierno de Biden, su fortuna registró un pico de 340.000 millones de euros. Sin embargo, lo llamativo no es que Musk haya superado esa cifra, sino que lo ha hecho por la inyección económica que le ha dado su implicación directa en la carrera electoral a la presidencia de Trump.
38.400 millones en dos días. El día de las elecciones, el listado de millonarios de Forbes registraba que su fortuna era de 263.800 millones de dólares (dólar arriba, dólar abajo), descontando los 130 millones de euros que Elon Musk donó a la campaña de Trump. A medida que iba evolucionando el recuento de papeletas electorales en EEUU, las acciones de Tesla iban subiendo al mismo ritmo que Trump sumaba representantes.
El resultado ha sido que, en los últimos cinco días, Tesla ha registrado un incremento del 30,14% en la cotización de sus acciones y su capitalización ha superado el billón de dólares. Eso ha hecho que su fortuna sume un incremento en su valoración de 38.400 millones en solo dos días. La tendencia de este activo es alcista, por lo que la fortuna de Elon Musk no todavía no ha alcanzado su tope.
Más que una victoria económica: D.O.G.E. Sin embargo, más allá de los estratosféricos números en los que se mueve su fortuna. La mayor victoria de Elon Musk no ha sido económica. Tal y como publicaba Business Insider su victoria está en la influencia política, que le permitirían intervenir en normativas, como la del coche autónomo, que ahora están sobre la mesa.
Trump prometió poner a Elon Musk al frente del departamento D.O.G.E (Department Of Government Efficiency o Departamento de Eficiencia Gubernamental) para, según sus propias declaraciones en actos electorales, ahorrar dos billones de dólares en gasto gubernamental. "Están desperdiciando su dinero. Vamos a quitarles el gobierno de encima y de sus bolsillos", aseguraba Musk durante la campaña, sin aclarar cómo piensa lograrlo.
Allanar el camino a Marte desde dentro. Elon Musk ha criticado en innumerables ocasiones el exceso de requisitos normativos que distintos organismos reguladores del gobierno exigían a sus empresas. Tal y como apuntan desde Fortune, como consultor de la mano que dicta las reglas del juego y encargado de aplicar recortes en el organigrama de la Administración, Elon Musk tendría la capacidad de eliminar todas las trabas burocráticas que le molesten.
SpaceX y Starlink allanarían el camino quitándose de encima la presión de la Administración Federal de Aviación (FAA) que ha estado imponiendo multas económicas y retrasos en los lanzamientos de SpaceX. Por su parte, Starlink podría recibir un trato más "amable" de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) bajo la batuta de un nuevo responsable afín a Trump. De ese modo, Starlink recibiría 885 millones de dólares en financiación pública.
Recompensas para X. La red social de Musk ha sido una potente máquina de propaganda para los intereses de Trump, por lo que ahora X podría recibir menos vigilancia desde la Comisión Federal de Comercio, que inició una investigación por problemas en el cumplimiento de la privacidad y la seguridad de la red social, llegando a amenazar desde su cuenta de Xa Lina Khan, directora de la Comisión, con el mensaje: "La despedirán pronto".
Según Fast Company, algo similar podría aplicarse xAI en lo que respecta a una normativa que regule el ritmo de evolución de la IA, en la línea de la ley que Musk apoyó en California, que impediría que los modelos más avanzados de IA (te están mirando a ti OpenAI) frenen su ritmo de evolución, dando ventaja a quienes no tienen el mismo nivel de desarrollo, como el chatbot Grok de Elon Musk.
Imagen | Flikr (Gobierno de India), Unsplash (Aidan Hancock)
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