Elon Musk quiere controlar Tesla antes de seguir desarrollando su IA. Su objetivo: evitar que le hagan un "Sam Altman"

Elon Musk y la junta directiva de Tesla vuelven a estar en pie de guerra para atar en corto los movimientos de Elon Musk en el futuro. Tras el incómodo artículo de The Wall Street Journal, en el que se ponía sobre la mesa la posibilidad de que Musk dirigiera la compañía bajo el efecto de las drogas y sus polémicos comentarios en X, la junta de accionistas se ha mostrado incómoda con la posición de liderazgo de Elon Musk.

El millonario fundador es actualmente el mayor accionista individual de Tesla, pero su poder no es tan sólido como para evitar que en un futuro próximo la junta le suceda en su cargo, tal y como le sucedió a Sam Altman al frente de OpenAI que, azares de la vida, terminó por destronar al consejo de dirección de la compañía y con el retorno triunfal de Altman. Musk no está dispuesto a ponerse en esa tesitura.

Porcentajes de poder y un mal recuerdo. Hemos mencionado el caso de Sam Altman por ser el más reciente, pero no hacer falta salir de la biografía de Musk para encontrarse con un caso similar. Hablamos de la expulsión que el propio Elon Musk sufrió cuando se encontraba a los mandos de PayPal tras la fusión de su compañía de pagos X.com (la original, no el “nuevo Twitter”) y el PayPal que había fundado Peter Thiel y Max Levchin.

Elon Musk controla el 12% de las acciones de Tesla por lo que, en realidad, cualquier decisión que tome puede ser discutida y ser expulsado de su cargo si unos pocos accionistas se ponen de acuerdo y votan en su contra. Por lo tanto, Elon Musk reclama una mayor capacidad de influencia para seguir desarrollando la IA que el sistema Autopilot de Tesla necesita.

El millonario ha respondido a un usuario de X apuntando a que un incremento en el bono de compensación aumente su porcentaje de acciones en su poder hasta alcanzar una “cómoda mayoría” que evite que a la primera de cambio le puedan echar del cargo. El millonario declaró desde su perfil de X: “Me siento incómodo al hacer que Tesla sea líder en inteligencia artificial y robótica sin tener ~25% de control de votación. Lo suficiente para ser influyente, pero no tanto como para que no puedan derrocarme”.

El avance que necesita Tesla depende de un voto de confianza. El millonario ha destacado en, en realidad, el incremento de sus acciones no es un tema económico, por más que el paquete de acciones que reclama Musk podría alcanzar el billón de dólares en el futuro si la compañía continúa su escalada de cotización bursátil.

Las exigencias del fundador pretenden obtener un voto de confianza para seguir desarrollando la IA de AutoPilot. De lo contrario, el millonario ha manifestado su preferencia por desarrollarla en otra empresa externa por su cuenta. “A menos que ese sea el caso, preferiría fabricar productos fuera de Tesla. Parece que no entiendes que Tesla no es una startup, sino una docena. Simplemente mire el delta entre lo que hace Tesla y GM”.

Musk ha destacado que el fondo de inversiones Fidelity, que hace algunos días rebajaba su estimación sobre el valor real de X dejándola en apenas 12.540 millones de dólares de los 44.000 que pagó el millonario hace un año, tiene el mismo poder accionarial que él, por lo que en cualquier momento podría vetar sus decisiones. Sin embargo, el millonario ha destacado que esos inversores no tienen el compromiso de trabajar activamente para desarrollar los productos como lo hace él. “En cuanto a que la propiedad de acciones en sí misma sea una motivación suficiente, Fidelity y otros tienen intereses similares a los míos. ¿Por qué no se presentan a trabajar?”.

Demasiados frentes abiertos para Musk. Uno de los argumentos de los accionistas para no dar más poder a Musk dentro de la compañía es que la mayor fortuna del mundo parece estar distraído con los lanzamientos de SpaceX y con el desarrollo de las nuevas funciones bancarias de X previstas para 2024, y temen que no preste la debida atención que requiere el futuro de Tesla.

Sin embargo, a diferencia de sus accionistas, el millonario ha concebido todas sus empresas como distintas ramas de una sola misión y en no pocas ocasiones, personal de una empresa ha contribuido en el desarrollo de otra asesorando en la optimización de las líneas de producción o en la fabricación de componentes para los cohetes.

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Imagen | Flickr (Ministerio de Comunicações)