La expansión del teletrabajo fue una de las grandes novedades que trajo la pandemia en el ámbito laboral. Esta modalidad de empleo permitió a muchas compañías seguir operando durante los confinamientos y cierres perimetrales con mayor seguridad, y según diversos estudios funcionaba en términos de productividad y satisfacción de los empleados.
Sin embargo, con la mejora de la situación epidemiológica las compañías que lo usaron para mantener su actividad se lo pensaron dos veces y dieron marcha atrás en muchos casos, como explicamos en Xataka. Ahora que los problemas vuelven a sacudirnos, en este caso la cartera, tanto el Gobierno como las empresas piensan de nuevo en el teletrabajo como solución a la emergencia tras querer marginarlo.
El Gobierno lo retoma. El caso más significativo de los golpes de timón con el teletrabajo es el de la Administración General del Estado (AGE). Durante las fases más duras de la pandemia, entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, los funcionarios estatales pudieron teletrabajar hasta cuatro días a la semana. En octubre del año pasado, sin embargo, el Gobierno decretó que tenían que volver a la oficina al menos cuatro días a la semana.
En principio, aquello iba a ser una medida temporal, hasta que se aprobase el decreto de teletrabajo para los empleados públicos mediante el que se podrían acoger a hasta tres días de trabajo en remoto, que debía estar en funcionamiento para principios de 2022 y que se ha retrasado sucesivamente y todavía no ha sido promulgado.
En enero, fuentes sindicales explicaron a Xataka que el retraso de la aprobación del decreto, que ya en aquel momento se había pospuesto dos veces (en la actualidad ya son cuatro), se debía a que el Gobierno no le estaba dando prioridad a su tramitación. Sin embargo, cuando las cosas se empezaron a poner feas con la inflación de la electricidad y los carburantes, fue el propio Ejecutivo el que se apresuró a incluir en su plan para el ahorro y la eficiencia energética de la Administración General del Estado (AGE) el teletrabajo de tres o cuatro días a la semana, según el caso, para reducir gastos.
Es decir, no aprobaron un decreto que ya tenían muy avanzado durante siete meses cuando la situación epidemiológica mejoró, pero se apresuraron a meter el teletrabajo de la AGE en un plan de ahorro hecho deprisa y corriendo.
Las empresas. Con las empresas privadas la evolución fue parecida, muchas abrazaron el teletrabajo en el primer año y medio de pandemia para empezar a recular a partir del otoño de 2021. En muchos casos, estas compañías apenas han dejado que sus empleados trabajen en remoto un día a la semana, como ya explicamos en Xataka; en otros, se ha vuelto a la oficina por completo. Aunque también hay excepciones como la de Liberty Seguros, que lleva más de un año en full remote.
Sin embargo, ahora muchas vuelven a pensar en el trabajo en remoto en privado, en especial tras el verano, para ahorrar costes y aprovechar los incentivos que la Comisión Europea pedirá a los países miembros de la UE que ofrezcan a sus compañías nacionales para ahorrar energía.
¿Por qué? Este doble rasero sólo se entiende por la desconfianza que el teletrabajo sigue generando en muchas empresas y en la propia AGE. Cuando la necesidad aprieta y los números empiezan a descuadrar, mantener la actividad, antes, o de reducir los gastos, ahora, hacen que los que desconfían de esta modalidad de trabajo pasen por alto sus dudas acerca de su productividad y transijan.
Ahora queda por ver si, cuando la inflación remita y la situación económica se estabilice, las empresas vuelven a desechar el teletrabajo y exigen la vuelta a la oficina o si, por el contrario, esta segunda crisis mundial en apenas dos años sirve para consolidar definitivamente el modelo y que las compañías lo ofrezcan ampliamente a todo aquel que quiera y pueda desempeñar sus labores a distancia.
Imagen | Jacky Chiu
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Kris_Barker
En mi empresa no nos dejan teletrabajar (a algunos), por tanto yo estoy buscando trabajo y solo miro ofertas en remoto o híbrido de 1 día a la oficina.
Si todos hiciéramos lo mismo las empresas se lo pensarían más…
Kaori
En mi empresa empezaron a obligar a la gente a volver y se han empezado a vaciar proyectos, hasta el punto de cancelar contratos con clientes así que digamos que ahora son más laxos y mientras el trabajo salga les da igual donde trabajes.
Es muy triste que tengas que irte de un sitio en masa para forzarlo. Imaginaos por un momento cómo se debe de sentir un Project Manager o un Gerente que lleve un proyecto de 2 años en remoto viendo como se le vacía de gente por aplicar esta medida, debe de ser de chiste.
Y más cuando muchos equipos son internacionales, repartidos en varias oficinas por el mundo. ¿Qué hacemos, nos juntamos todos en Suiza que nos queda en medio, o cómo va la cosa? Ridículo.
Soy consciente de que ni todos los trabajos y todos los proyectos son iguales y puede ser que alguno sí que precise de ir a la oficina alguna vez, pero en muchas ocasiones es perfectamente posible y no se hace porque patatas.
Para terminar diré que tenemos una oportunidad de oro para empezar a descentralizar todo, porque en Barcelona y Madrid se encuentran los mejores trabajos del sector tecnológico, pero son ciudades muy masificadas.
Con un teletrabajo responsable todos ganamos, los pueblos empiezan a tener más habitantes y las grandes ciudades bajan esa masificación.
Ecliptic
Por suerte para muchas empresas nunca fue una medida temporal y una vez comprobado que el teletrabajo funciona se ha quedado para siempre, incluso firmando nuevos contratos en los que decides qué porcentajes de días de la semana vas a teletrabajar, 100% ( full remote ), 60% ( teletrabajar 3 días en semana ) han sido las opciones que nos ha dado mi empresa , dejando el presencial todos los días como algo excepcional y que se ha de hablar con RRHH.
rennoibtg
En mi empresa, bueno, en mi ex empresa empezaron a obligar también a volver. Una hora hasta llegar a medio de la nada, para disfrutar del frío boreal en invierno y del calor infernal en verano. Por algo es ahora mi ex-empresa. Aunque también digo que si hubiesen tenido las oficinas en el centro o algo así, me lo hubiera planteado mejor, pero la mayoría las tienen muy a las afueras, lo que son derroche de tiempo y de dinero en atascos, horas de comida encerrado sin hacer nada porque no hay nada cerca, etc.
videos123
De los esclavos autónomos 2.0, desde lejos veo un futuro teletrabajo esclavo 3.0....
También había caramelos y champagne en el tal Uber y coches de "lujos".... Creo que hoy es mas caro que un taxi... No hay caramelos ni champagne y la mayoría son un Toyota mediocre... Nativos digitales, decían....
LereleJhoss
Es lo que tienen los dogmas cuando se enfrentan a la cruda realidad se caen a pedazos. Es un hecho que el teletrabajo es una forma eficiente y económicamente ventajosa para la empresa de gestionar el trabajo, por mucho que a algunos les siga costando entenderlo.
Usuario desactivado
montaros un negocio por vuestra cuenta, es jugar en otra liga
r_penrose
Esto va a acabar en que los funcionarios van a trabajar 4 días y desde casa.
Los demás no, que tenemos que mantener la productividad para que nuestros impuestos paguen sus ventajas.
Al tiempo!
imf017
Pues son idiotas, porque la cultura del calientasillas sale cara: se tiene que pagar una oficina más grande, luz, calefacción, agua, etc.
¿Pero qué puede esperarse de un país cuyos empresaurios son herederos del franquismo?
inakiprieto
todos conocemos los casos de funcionarios que se tocaron la seta durante 6 meses y cuando les decian que volvieran a presencial "tenian mucho miedo al virus".
Y luego las vacaciones que les debian.
No todos, seguro que los fel SEPE hubiesen agradecido un poco de ayuda de algunos de sus compañeros. peronpa que
recluso
El teletrabajo es un enorme M.
Sólo hay que ver cómo se han degradado los servicios otrora personales en la banca, sanidad, administración etc. para ver la cara B. Las empresas privadas lo saben y las que no son un monopolio o semimonopolio lo evitan.
Precisar para los ofendiditos que sí que admito que es un modelo que encaja en ciertos sectores, aunque la productividad no suele ser la misma en el centro de trabajo que en remoto.