Amazon baja marchas en sus planes de expansión en España. El gigante del comercio online, que ha protagonizado un despliegue considerable en el país desde la apertura de su base logística de San Fernando de Henares, en Madrid, hace ya una década, ha decidido suspender la apertura de cuatro nuevos centros que sumarían, en total, alrededor de 152.000 metros cuadrados (m2) y se repartirían por diferentes puntos del país: Cataluña, País Vasco y Andalucía.
El motivo: si de algo va sobrado ahora mismo Amazon es de espacio.
Cuatro proyectos que vuelven al cajón. La noticia la ha avanzado El Economista y la confirma La Vanguardia: Amazon ha decidido frenar al menos cuatro centros logísticos que supuestamente tenía sobre la mesa. En concreto, se apunta a una instalación de 80.000 metros cuadrados en Reus; otra en Celrà, Girona (12.000 m2); y dos más en Oiartzun (Gipuzkoa) y Sevilla que alcanzarían una superficie de alrededor de 30.000 m2 cada una. 152.000 metros cuadrados en total.
"Amazon planifica los nuevos edificios con años de antelación y es habitual que adaptemos el calendario de lanzamiento de un centro. Hay muchos factores que pueden influir en las fechas de lanzamiento, como es el mejor uso de los emplazamientos existentes, aumento de las contrataciones en dichos centros o retrasos en la construcción", se limitan a señalar desde la compañía. Al menos de momento, no ha confirmado, desmentido ni concretado la información sobre sus planes.
El alcalde de Reus, Carles Pellicer, ya ha puesto los terrenos en los que preveía instalarse la multinacional estadounidense a disposición de otras empresas. Como desliza El Economista, todos los proyectos suspendidos estaban todavía en una fase muy embrionaria o incluso sin firmar.
Cuando sobra el espacio. La decisión llega en un contexto bien definido, tras el bum del comercio online alentado por la pandemia y los esfuerzos de Amazon para desplegar un músculo logístico que ahora, superado aquel pico de ventas, resulta sobredimensionado. Y costoso.
Los cálculos de Morgan Stanley ayudan a entender en qué medida Amazon fue a por todas para absorber el alza de demanda durante lo peor de la pandemia. Según sus cálculos, en solo dos años la multinacional duplicó la red de distribución que había tejido a lo largo de las dos décadas y media anteriores a 2020. Resultado: un plus de almacenes que afectó directamente a su rentabilidad.
“Tenemos demasiado espacio en este momento en comparación con nuestros patrones de demanda”, reconocía en primavera el director financiero, Brian Olsavsky. Ya por entonces dejaba ver que frenaría nuevos centros para evitar una “sobreconstrucción” y moderaría los arrendamientos.
Una carga que se deja sentir en sus cuentas. Más espacio equivale a más gastos. Amazon lo sabe y por eso ha decidido tomar cartas en el asunto. Tras los malos resultados del primer trimestre, que arrojaron unas pérdidas de 3.600 millones de euros —un dato que se explica en gran medida por su participación en Rivian, pero también por el alza de gastos en su propia red— trascendían los planes de la compañía para reducir su músculo logístico. Al menos en Estados Unidos.
Sobre la mesa tendría —según reveló Bloomberg en mayo— un plan para subarrendar 10 millones de pies cuadrados en almacenes repartidos por puntos como Nueva York, California o Atlanta. En superficie equivaldrían aproximadamente el 5% del espacio ganado durante la pandemia.
Bajar de marcha, pero sin echar el freno. Una cosa es bajar marchas y otra, efectivamente, tirar del freno de mano. Que la compañía devuelva al cajón sus planes para Reus, Girona, Vitoria y Sevilla no significa que Amazon renuncie ni mucho menos a toda su expansión en España. La compañía sí mantiene activos sus planes para los centros de Figueres y Onda (Castellón) y hace no mucho reforzaba su músculo en los alrededores de Madrid, con servicios e instalaciones. "La próxima inauguración prevista es la apertura de nuestro nuevo FC en Onda el 18 de julio", señalan.
Sus dificultades por el exceso de espacio no son, como han dejado ver los directivos de la multinacional, exclusivas de España. Tampoco lo son siquiera exclusivas de Amazon. A nivel general, el "boom" de la logística en el país ha desatado el miedo a la sobreoferta y la abundancia de naves.
¿Y el futuro? Buena prueba de las expectativas de Amazon es que incluso sus planes de arrendamiento de almacenes en EEUU se trazaron con clausulas que los limitaban a uno o dos años. Para algunos expertos el problema del exceso de capacidad se solucionará a medida que suban las ventas e incluso podría suponer una ventaja si se vendiera el excedente en un escenario de alza de alquileres y descenso en las cuotas de desocupación de los almacenes.
“Sucede todo el tiempo. Al construir una red que requiere mucho capital y adaptarla a la demanda siempre se corre el riesgo de que se produzca un efecto látigo. Es algo así como un adolescente que aprende a conducir un coche. O se pisa el acelerador o se pisa el freno. Retroceden con fuerza y luego vuelven a ir rápido”, comenta Scott Ruffin, de Pandion, a Business Insider.
Imagen de portada | Adrian Sulyok (Unsplash)
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