Hace unos años, Chris Sheldrick trabajaba llevando la logística de bandas de música. Organizaba sus viajes y las enviaba a puntos concretos para actuar en eventos, con un problema recurrente al que se enfrentaban las bandas: "Chris, llevamos media hora dando vueltas, no encontramos el sitio". Las direcciones postales suelen funcionar estupendamente en entornos urbanos, pero no tan bien en áreas rurales, cuando la concreción se diluye.
Probó a ofrecer coordenadas, pero no le terminaban de convencer: con una serie de dieciséis dígitos se tendía a confundir algunos o cambiarlos de lugar; no eran memorizables y se dependía de no perder el registro. Ahí empezó el runrún en su cabeza: ¿cómo podría dar direcciones precisas de forma sencilla y universal?
Planteó una solución junto a Mohan Ganesalingam, un amigo matemático, y ambos crearon What3words, la startup que ha dividido todo el planeta en celdas de 3x3 metros y ha asignado una combinación de tres palabras a cada una de ellas, como por ejemplo ///alturas.mal.nieve. Hemos estado en sus oficinas en Londres -concretamente, en ///varones.teme.fruta- para poder conocerla a fondo de la mano de Gigi Etienne, responsable de alianzas.
57.000 millones de celdas
El primer cálculo fue el de encontrar un equilibrio entre celdas lo suficientemente precisas por su tamaño y un número de palabras a emplear para cada dirección, uno que no sea ni demasiado alto como para hacer menos memorable cada combinación, ni demasiado bajo como para ser insuficiente para el número final de celdas.
Detectaron que dividir el planeta en celdas de 3x3 metros era suficientemente preciso -de 1x1 metros era mucho más preciso, pero disparaba los requerimientos semánticos- y generaba unas 57.000 millones. Para una cifra así hacían falta en torno a 40.000 palabras diferentes, que elevadas al cubo permiten 64.000 millones de combinaciones posibles.
Comprobaron también que la mayoría de idiomas tienen más de 40.000 palabras, así que era una opción viable. También detectaron que algunos idiomas no llegan a esa cantidad mínima, así que calcularon cuál sería el mínimo para crear mapas quitando las masas oceánicas: 25.000 palabras.
Gigi nos explica que no todo fue volcar las palabras de cada diccionario a una base de datos y dejar que se crearan combinaciones aleatorias para cada celda.
"Usamos un algoritmo que detecta palabras similares. A la hora de asignar combinaciones a cada celda, tiene en cuenta esas similitudes para evitar que celdas próximas tengan combinaciones similares. Por ejemplo, hace que "casa.perro.gato" y "casa.perro.gatos" estén muy lejanas en el mapa, en continentes distintos incluso".
También se quitaron las palabras malsonantes, no solo palabrotas sino las que en cada contexto cultural puedan resultar desagradables, como las referidas al alcohol en países islámicos. En cualquier caso, si descubrimos que tenemos una dirección de tres palabras que no es de nuestro agrado, "siempre es posible tomar la de la celda de al lado".
What3words también tiene un sistema de sugerencias automáticas que ayuda a evitar confusiones. Por ejemplo, cuando se busca "cielo.luna.flor" aparecen los resultados de combinaciones parecidas.
Pedimos a la compañía cifras sobre usuarios activos o ingresos, pero no los hacen públicos -al no ser una empresa cotizada, tampoco están obligados-, más allá de reconocer "nos seguimos considerando una startup" al preguntar si han alcanzado la rentabilidad o siguen en ello. Por si hay algún despistado, esa respuesta es un "no" expresado de forma elegante.
Coordenadas vs Código plus vs tres palabras
El mayor enemigo para What3words es, a priori, la existencia de las coordenadas, que cumplen una función muy similar y ya están aceptadas por cualquier plataforma de mapas o navegación. Sin embargo, si pensamos en soluciones tecnológicas similares, están los códigos plus de Google, diez caracteres que simplifican las coordenadas. Gigi nos cuenta que siguen pensando que su solución es mejor, ya que el código plus es más simple que las coordenadas, pero las tres palabras se memorizan mucho mejor.
Dirección postal | Coordenadas | Código plus | Dirección What3words | |
---|---|---|---|---|
Webedia Group | Preciados 7, 28013 Madrid | 40.417977, -3.704749 | C79W+53 Madrid, España | ///fallo.jamones.sota |
Tom's Restaurant | 2880 Broadway, Morningside Heights, Manhattan | 40.805422, -73.965461 | R24M+5R Nueva York, EE. UU. | ///fleco.baberos.codeado |
La solución de Google fue creada con el ánimo de "dar una dirección a quien no la tiene", en referencia a todas las personas que viven en regiones en desarrollo o entornos rurales y sus ubicaciones no son fáciles de localizar.
En el caso de What3words, este propósito también se cumple, pero también resulta útil para usar las direcciones de tres palabras como punto de destino cuando una dirección no es suficiente. Por ejemplo, si queremos que alguien nos encuentre cuando estamos en una playa, o en una gran explanada, o en un enorme parking, bastaría con darle esa dirección de tres palabras.
De hecho, el servicio de Emergencias de Reino Unido acepta y está usando las direcciones de tres palabras desde hace unos meses, algo especialmente práctico cuando alguien llama por una emergencia y no sabe describir su localización de forma precisa. Como por ejemplo, una madre que junto a su hija cayó a una zanja en su coche el pasado fin de semana. Pudieron ser localizadas gracias a usar esta app e indicar a Emergencias que se encontraban en ///weekend.foggy.earphones.
Cabify, Ford, Mercedes... y Emergencias
El modelo de negocio de What3words es simple: prometen que es y siempre será gratis para los usuarios particulares, centrándose la obtención de ingresos en el cobro a las empresas que usen su plataforma, y ya han conseguido varios partners.
En Cabify ya es posible marcar como destino una dirección con este formato en cualquiera de los países en los que opera. Los coches de Mercedes y Ford lo han integrado en su navegador desde los últimos modelos, de forma que es posible incluso pronunciar las tres palabras y que sus sistemas de infoentretenimiento reconozcan nuestra voz y nos marquen la ruta hasta allí.
A Cabify se le cobran "unos centavos de dólar" por cada uso que alguien haga de ello. A los fabricantes de coches, una cantidad fija por cada coche que vendan con la plataforma instalada. "Estamos en conversaciones con muchos otros fabricantes de coches y plataformas de trayectos compartidos, queremos muchos más partners así", cuenta Gigi.
Estos tres son seguramente los ejemplos más destacados, pero tienen más en campos como el de la logística, el reparto postal, la fotografía o la ayuda humanitaria.
Cinco años vista
El futuro en el que quiere verse esta empresa es en convertirse en un estándar global de direcciones, en conseguir que cualquiera pueda dar su dirección de tres palabras sin tener que pararse a explicar el concepto cada vez que lo haga -algo que francamente parece muy lejano a día de hoy-.
Desde la oficina de Londres manejan el negocio a nivel global, aunque tienen mercados locales o regionales en Mongolia, Arabia Saudí y América del Sur. Próximamente, también en México.
Entre sus inversores se encuentran perfiles del calibre de Intel, Daimler, Sony, Alpine o el fondo del piloto de Fórmula 1 Nico Rosberg, entre otros.
De momento están trabajando con varios partners que se irán sumando próximamente. Entre los que pueden comentar públicamente están Airbnb o Lonelyplanet, que también empezarán a dar direcciones de tres palabras a los clientes que contraten alojamiento o planes turísticos.
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