Que levante la mano quien no haya intentado escaquearse de una clase cuando era niño alegando tener fiebre, aportando como prueba un termómetro previamente falseado con la luz de una bombilla.
Lo que esa etapa escolar se consideraba una travesura, cuando se aplica en el ámbito laboral, puede considerarse fraude y es un motivo más que sólido para argumentar un despido procedente sin indemnización, además de poder ser sancionado con una multa económica por la Seguridad Social. A esa práctica podrían haberle llamado sencillamente fraude, pero han decidido optar por algo más cool: lo llaman “bajaciones”.
Unir bajas con vacaciones: “Bajaciones”. Tal y como publican en Genbeta, un ejemplo reciente del que se hizo eco Antena 3, involucraba a una empresa que sospechaba que una empleada había solicitado la baja laboral por motivos de salud mental. “Ha cogido la baja por tercer año consecutivo en estas fechas”, aseguraban desde la empresa. Esta dificultad para demostrar la veracidad de una baja laboral por motivos psicológicos es lo que ha llevado a algunas empresas a investigar posibles fraudes.
Precisamente, la coincidencia en el tiempo con el principio o el fin de las vacaciones es el origen del nombre por el que se ha conocido a esta práctica. Los empleados que hacen uso de ella acuden a los servicios sanitarios buscando una baja médica para alargar sus vacaciones alegando problemas de salud mental o depresión.
Empresas investigando a sus empleados de baja, ¿es legal? Fingir una baja laboral se ha convertido en uno de los fraudes a la administración más comunes. Durante la pandemia se produjo un pico del 7,1% sobre el total de baja, que se tradujo en unos 1.700 millones de horas laborales perdidas.
El artículo 20.3 del Estatuto de los trabajadores indica: “El empresario podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales, guardando en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad humana y teniendo en cuenta la capacidad real de los trabajadores disminuidos, en su caso”.
Ese artículo habilita a las empresas a tomar medidas para luchar contra ese fraude. Lo más habitual: contratar a un detective privado. La contratación de detectives privados por parte de empresas o mutuas para investigar la veracidad de una baja laboral es legal en España, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos y se respeten los derechos de los trabajadores. La Ley de Seguridad Privada regula esta actividad y permite la intervención de detectives en casos de sospecha de fraude en bajas laborales, tal y como recuerdan desde la agencia Captum Detectives.
Una mina de oro para detectives privados. Según la definición del Ministerio de Trabajo, una baja laboral es la situación en la que un trabajador no puede cumplir con sus obligaciones laborales debido a una enfermedad o accidente, mientras recibe asistencia sanitaria. Esta incapacidad puede ser temporal o estar relacionada con enfermedades profesionales.
Los datos publicados por Cinco Días indican que el fraude en bajas laborales representa alrededor del 90% del trabajo de los detectives privados en España, superando a otros casos tradicionales como la investigación de infidelidades o fraudes al seguro. Los honorarios de estos profesionales suelen oscilar entre los 60 y 80 euros por hora, dependiendo del caso y del detective contratado. El objetivo de estas investigaciones es comprobar que el trabajador realmente está incapacitado para trabajar.
Bajas médicas por venganza, ¿por qué se producen? Según Hector Labarta, director de Kaizen Talent y experto en reclutamiento, en los primeros seis meses de 2016 se registraron 163.000 bajas por salud mental. Siete años más tarde las cifras se han duplicado registrándose 511.000 bajas en 2023 por depresión. “¿Son todas ellas reales? Algunos expertos apuntan a que no, sobre todo las que se desarrollan antes o después de periodos vacacionales”, apunta el experto en una publicación en LinkedIn.
Según Labarta, muchas de estas bajas por salud mental, que a diferencia de las físicas son más complicadas de comprobar, responden a situaciones de sobrecarga de trabajo o cultura laboral tóxica. Es decir, el empleado se encuentra molesto por una situación laboral en la que no se encuentra satisfecho y se toma la justicia por su mano, incurriendo en el absentismo laboral simulando una baja médica.
Graves consecuencias para el empleado. Si la empresa o la mutua sanitaria descubren que un empleado en situación de baja laboral está cometiendo fraude, podrá sancionar al empleado con una suspensión de empleo y sueldo de 11 a 60 días, o iniciar un proceso de despido disciplinario contra el empleado.
Además, tal y como destacan desde la agencia Accesit Detectives, existe jurisprudencia en la Sentencia 1506 / 2020 de 18 de junio del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en el que se condenó al empleado a indemnizar a la empresa y pagar las costas de la investigación cuando, bajo el pretexto de una lumbalgia, el empleado desarrollaba otra actividad profesional en otras empresas.
Del mismo modo, la Ley General de la Seguridad Social contempla en su contenido que las personas que hayan recibido prestaciones de forma indebida deben reintegrar su importe. En un caso, la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante llegó a ratificar una sentencia de 21 meses de prisión por estafa y falsedad en documento público a un hombre que había fingido un accidente laboral y cobrado 10.800 euros por la supuesta incapacidad temporal.
Imagen | Pexels (cottonbro studio, Pixabay)
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