En EE.UU se han jubilado 3,5 millones de empleados. Muchos de ellos antes de los 65 años
En España, una población envejecida y la incidencia de los ERE retira del mercado laboral a la mano de obra más experimentada
La pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después en el mercado laboral. El incremento en la contratación mejoró las oportunidades salariales, provocando lo que se conoció como la Gran Renuncia. Esta tendencia sufrió un parón en seco con la llegada de los despidos masivos y la desaceleración del mercado laboral ante unas previsiones económicas poco propicias para 2024.
Sin embargo, más allá de las oportunidades laborales que florecieron durante la pandemia, lo que cambió fue la forma de ver la vida de muchas personas y sus prioridades, más allá de las jornadas de 8 horas en una oficina. Por ello la flexibilidad de horario se ha convertido en una exigencia de los empleados.
Las jubilaciones se dispararon durante la pandemia. Según datos de la Reserva Federal de Saint Louis de 2022, durante la pandemia se registraron unos 2,6 millones de jubilados más de lo previsto para ese año. Si bien es cierto que muchas de estas personas ya tenían más de los 65 años que les permitía jubilarse, aunque en EE.UU no es extraño continuar trabajando hasta bien entrados los 70 años.
Priorizar calidad de vida pese al sacrificio económico. Según USA Today, uno de los motivos por el que se incrementaron las jubilaciones en 2022 fue por la preocupación por la salud de ese grupo de edad, el agotamiento y el incremento de valor de sus activos. Tal y como publicó Forbes, esta tendencia a anticipar la jubilación hizo que descendiera la edad media de jubilación en EE.UU en determinados segmentos de la población.
Los datos de Forbes apuntan a que la pensión media de jubilación en EE.UU es de 1.620 dólares, lo cual es insuficiente para hacer frente a los gastos de subsistencia en EE.UU. En el mencionado artículo se señala que “la mayoría de los estadounidenses no ahorran lo suficiente para la jubilación. Sin unos ahorros sustanciales, es posible que no pueda jubilarse cuando quiera o que no tenga suficiente dinero para cubrir sus gastos si no puede seguir trabajando”.
Jubilación anticipada a los 55, pero a costa de los ahorros. Un estudio del Pew Research Center destaca que la generación del Baby Boom lleva desde 2008 solicitando su prestación por jubilación al llegar a los 62 años. Sin embargo, entre 2008 y 2019, se incrementó la población de 55 años que se jubilaba de forma anticipada, creciendo en 3,5 millones.
En Estados Unidos, como en España, acceder a la jubilación anticipada implica penalizaciones en la cuantía de la pensión. Según un informe del Joint Economic Committee, solo el solo el 35% de los estadounidenses entre 55 y 64 años cuenta con ahorros para hacer frente a la jubilación anticipada. Quien no dispone de ahorros suficientes, opta por vender segundas residencias, lo cual está disparando el mercado inmobiliario, tal y como señalan en The Wall Street Journal.
Menos personas para trabajar. Más allá de las implicaciones económicas que supone la retirada de los planes de pensiones, la solicitud de pensiones anticipadas o la venta de propiedades, la tendencia al alza de las jubilaciones anticipadas abre un nuevo frente en lo laboral. Ahora, a la escasez de talento, se une la jubilación de la mano de obra con más experiencia.
La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos muestra que la fuerza laboral de EE.UU en enero de 2024 es del 62,5%, frente al 63,3% que se registraba en febrero de 2020. Eso indica que el mercado laboral norteamericano ha perdido a un 1,2% desde la pandemia. Si a eso le sumamos la tendencia a la baja de la tasa de reemplazo a nivel global, nos deja un futuro con menos fuerza laboral que no es capaz de cubrir las vacantes que dejan las personas que se jubilan, menos si lo hacen de forma anticipada.
En España la tendencia apunta al mismo sentido. Aunque la realidad del mercado laboral de Estados Unidos es distinta al de España. Lo cierto es que las tendencias son extrapolables, si se tiene en cuenta que ambos países parten de una fuerza laboral envejecida y con un horizonte de jubilación cercano.
En el caso de España, se agrava con un sistema de pensiones muy debilitado, pero que permite a los jubilados con suficientes años cotizados acceder a una jubilación que les permite subsistir, aunque no dispongan de ahorros. Sin embargo, los ERE y planes de reducción de personal para ganar competitividad de las grandes compañías pone a los menores de 65 años en el punto de mira, prejubilando a una masa laboral que no podrá ser reemplazada por la baja natalidad en Europa.
En Xataka | En 2024 los españoles sumarán un año más para jubilarse: los 66 son los nuevos 65
Imagen | Pexels (Joaquin Carfagna)
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