Las decisiones por parte de algunas empresas tecnológicas de reducir los días de teletrabajo (como Snap) o de eliminarlo completamente (como Twitter) han generado numerosas dudas acerca del futuro del trabajo a distancia. A esa incertidumbre contribuye, además, el hecho de que en algunos países, como España, el teletrabajo esté en claro retroceso.
Sin embargo, existen motivos para, con cautela, ser optimista. A pesar de la amenaza de recesión, Prithwiraj Choudhury, economista de la universidad de Harvard y la compañía Ernst & Young, a través de un estudio, señalan que 2023 será un buen año para el teletrabajo.
Optimismo en Harvard. Choudhury, profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Harvard (Harvard Business School) e investigador del futuro del trabajo, reconoció en un artículo publicado por Wired, el pasado 29 de diciembre, que las compañías que quieran volver a la oficina perderán a los empleados mejor formados, con más talento. Como resultado, esas compañías que deseen regresar al modelo presencial deberán de reconsiderar su decisión.
Consecuencias de no aplicar el teletrabajo. Según dicho economista, actualmente existen dos tipos de compañías. Por un lado están las firmas que implementarán el teletrabajo en su organización, y por otra, las que, hoy por hoy, se niegan a incorporar el trabajo a distancia: “creo que esas compañías (las que rechazan el teletrabajo) perderán a su plantilla”. Los datos, de hecho, muestran que no ofrecer algún tipo de régimen de teletrabajo (híbrido o completo), tiene sus consecuencias: el informe salarial de Hired publicado en septiembre de 2022 señaló que las empresas que no ofrecen la posibilidad de trabajar desde casa tienen un 25% de posibilidades menos de encontrar trabajadores con talento.
Preferencia de los trabajadores. Queda claro, por lo tanto, que los asalariados se inclinan más por algún tipo de forma de teletrabajo que por un modelo presencial tradicional, en los casos en los que sea posible. Así lo señaló un informe de Gallup, publicado en agosto de 2022, que indicaba que el 94% de los trabajadores encuestados prefería un modelo de teletrabajo. híbrido o completo.
Aumenta la productividad. Por otro lado, existen estudios que demuestran que el teletrabajo, además de mejorar la calidad de vida de los empleados, mejora la productividad de los mismos. Un informe publicado en octubre de 2022 por Future Forum en colaboración con Pulse indicó que los teletrabajadores encuestados incrementaron un 29% su productividad.
Una forma de ahorrar. El teletrabajo, por lo tanto, puede ser una herramienta para incrementar los ingresos de las firmas o, por lo menos, para recortar gastos: es la principal razón por la cual el 90% de los empresarios encuestados por Ernst & Young mantendrán o reincorporarán la política de trabajo a distancia. Ello supondría un avance frente a lo que Microsoft denominó “paranoia de la productividad” en un informe publicado a finales de septiembre de 2022: se trata del temor de los empresarios a que los teletrabajadores no sean productivos, a pesar de estarlo siendo realmente.
La realidad demuestra, sin embargo, que los teletrabajadores trabajan, no “pretenden trabajar”, tal y como afirmó Elon Musk en un documento enviado a los trabajadores de Tesla informándoles de la eliminación de la política de teletrabajo de la firma.
Con cuidado. No obstante, hay que tener cautela en relación al futuro del teletrabajo. LinkedIn avisó en octubre de 2022 de la posibilidad de que se hubiera alcanzado el pico de trabajos en remoto. Y algunas empresas, para sortear una futura recesión, podrían inclinarse por el modelo presencial tradicional, eliminando el teletrabajo. 2023 será, desde luego, un año clave en este sentido.
Imagen: Windows / Unsplash
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