Son las 10 de la mañana y varias personas se agolpan en la entrada de un viejo almacén a las afueras de Madrid. "Día a día, rompemos los precios", reza un cartel de la fachada del edificio, que abre sus puertas con retraso mientras el personal pide a los asistentes que dejen espacio. Con la persiana ya totalmente subida, las luces encendidas y todo dispuesto, una empleada da la bienvenida a los clientes. Aunque eso a la gente le importa poco, la mayoría ya se ha dirigido sin ningún miramiento al interior con una misión: encontrar productos electrónicos a bajo precio.
Comprar devoluciones de Amazon se ha convertido en un fenómeno viral y en un negocio para muchas personas. Se trata de productos que los clientes han devuelto por fallos en el envío o pequeñas taras pero que pueden usarse con total normalidad. ¿Por qué la gente puede comprar lo que alguien ha devuelto a un precio más bajo? Para contestar a esa pregunta hace falta entender cómo funcionan las devoluciones de Amazon.
Lo primero que hay que saber es que las devoluciones son un agujero de dinero para las plataformas de e-commerce, especialmente para Amazon. La recogida del producto, el traslado de vuelta al almacén, la inspección y volver a preparar el pedido en caso de volverlo a poner a la venta supone un coste muy alto. La logística inversa sin existir un recargo al consumidor se estima en hasta el 25% de los pedidos en nuestro país, según datos de NTT DATA. En China puede ser incluso peor por la lejanía. Tanto, que a veces incluso les es más rentable a los comercios regalarle al cliente el pedido o destruirlo antes que pasar por todo ese proceso.
¿La solución más óptima? Convertir este coladero en una fuente de beneficios simplemente vendiendo las devoluciones a terceros, que a su vez los venden a particulares en sus tiendas o en subastas de lotes.
Crazy Day Factory, el lugar donde nos encontramos, es una de esas tiendas que compra lotes de devoluciones de Amazon para luego operar como una tienda normal. Recientemente ha adquirido fama en las redes sociales donde algunas cuentas han viralizado contenido en el que se habla de "gangas" a precios bajísimos. Este establecimiento abre religiosamente a esta hora todos los días con el objetivo de vender todo lo que ha adquirido previamente en subastas de lotes. Y cientos de personas acuden a hacerse con lo que aún pueda tener algún tipo de utilidad.
Aunque la estrategia del local tiene algo de truco. Tal y como se indica en su cartelería y en su página web, en este outlet los productos tienen un ciclo de vida semanal. El viernes se reponen todos los estantes y los productos tienen un precio de 15 euros por unidad. Es el momento perfecto para hacerse con alguna ganga en el caso de que hubiera. Después, el precio va bajando progresivamente hasta el jueves siguiente, cuando todo vale 1 euro. Vale tan poco porque ya sólo queda lo que nadie quiere.
Además, hay que tener en cuenta (a parte de la relación de los días y los precios) que los viernes de madrugada se suelen formar colas realmente largas. El origen y la razón de por qué los productos fueron devueltos nadie lo sabe, aunque si se debe a un fallo técnico, pronto lo descubrirán. Ese misterio y los precios bajos son precisamente lo que ha llevado al éxito a esta empresa, creada por dos empresarios chinos en 2022 y que ya tiene varios locales en las afueras de Madrid.
Dentro de una jungla de “gangas”
En Xataka también hemos aceptado la misión y nos hemos acercado un martes a ver qué podemos encontrar y si realmente existen tantos chollos como se anuncian en los vídeos de TikTok. El precio de este día es de 5 euros por unidad. A primera vista, los estantes del lugar son un caos. Apenas hay organización de productos y hay que abrirse paso por montañas literales de objetos que la gente ha devuelto en Amazon, algunos incluso aún vienen empaquetados en sus cajas. Encontramos desde auriculares, fundas de móvil y lámparas hasta baterías, juegos de mesa y varios kindle.
Salvador es un habitual. Le hemos conocido en el puesto para probar los productos electrónicos, mientras conecta un mini altavoz a un enchufe, sonríe y exclama: "Se ha encendido la luz, eso es buena señal". Nos cuenta que lleva viniendo varias semanas y que a veces ha tenido suerte: "He comprado un blu-ray, auriculares y un ventilador. Lo mejor es venir el viernes antes del restock. La gente llega por la noche e incluso acampa en la puerta para hacer cola y llevarse lo bueno. Mi hermano se llevó una tele Xiaomi de 40 pulgadas por 15 euros". En el interior de la tienda hay una zona con enchufes y cargadores de diferentes formatos para conectar los productos electrónicos y comprobar si el aparato funciona.
Dos jóvenes de unos 18 años escarban debajo de montañas de cajas: "Un colega se pilló un iPad y hemos venido a ver si quedaban". Desilusionados, comprueban que apenas quedan unos cargadores de móvil, fundas y productos de gimnasio en el estante que están mirando: "Esto no vale 5 euros".
Javier Matas, sin embargo, sale orgulloso con un maletín de tamaño considerable. Al ser preguntado dice que ha "cazado un taladro" que funciona: "Me ha compensado venir pero creía que no iba a encontrar nada". Lorena, otra mujer boliviana de 43 años, nos cuenta que compra aquí todos los juguetes de sus hijos: "Los de mesa le gustan a mi hijo, pero la mayoría están en polaco o idiomas que no entendemos, ya me he equivocado varias veces".
Mientras, otros entrevistados como Samuel, Yusleimi, Estefanía y Santos se van con las manos vacías. "Es bastante timo y casi todo está inutilizable", nos cuentan varios de ellos a Xataka. Es algo que hemos comprobado nosotros mismos. En el siguiente vídeo se puede ver cómo algunas de las cajas vienen vacías y sin ningún producto dentro. Es una jungla donde puedes o no tener suerte.
Cómo funciona el sistema
Como decíamos antes, el fenómeno de las devoluciones de Amazon se ha viralizado hasta el punto de que muchos influencers están publicitando métodos de reventa de lotes llenos de productos devueltos y los anuncian como una forma de ganar dinero rápido. Existen incluso grupos privados de Instagram y Telegram donde dan consejos a sus seguidores. Pero en este mundo hay más humo que billetes en la mayoría de casos. Y es algo que hemos querido analizar en Xataka hablando con varias personas y expertos que han probado a hacer negocio con ello.
El entramado de las devoluciones de Amazon es complejo. Cuando los productos llegan a los almacenes de la plataforma se examinan para ver en qué estado están. Si se catalogan como "nuevo" y cumplen los estándares de calidad, el artículo se pone otra vez a la venta. Si no puede venderse como "nuevo", se donan a entidades benéficas o se revenden como "producto usado" a través de Amazon Warehouse.
Pero, a veces, esos productos suelen acabar en subastas de palés llenos de cajas que se compran en Amazon Returns o Direct Liquidation u otras plataformas de reventa. Estos se agrupan en lotes cerrados que Amazon vende a terceros y que tienen diversos tamaños y precios.
Quienes pujan por ellos no saben lo que contienen, solo una referencia general de qué pueden encontrar dentro: electrónica, deportes, ropa, calzado, belleza, hogar, etc. En estas subastas las empresas o particulares que ofrecen la puja más alta reciben el lote en casa y ni la empresa que vende ni el primer vendedor se hacen cargo del estado de los productos. En la mayoría de los casos es una compra a ciegas: a veces puede ser rentable y otras veces no.
¿Se puede hacer negocio?
Carlos Bravo, emprendedor en e-commerce, divulgador y autor del libro Cómo vender en Amazon desde cero, explica a Xataka que "Amazon te puede dar de comer, pero hay que tener mucho cuidado porque también tiene sus intereses". Bravo ha probado suerte con la compra de palets de devoluciones y nos cuenta su experiencia. "Entran muchos novatos porque la gente lo está vendiendo en TikTok como una manera de hacer dinero, pero la realidad es que la mayoría de productos llegan en un estado lamentable", comenta.
"La información que te dan es breve: de "defectuoso " a "casi nuevo". Aunque claro, a veces la gente lo marca así para quedarse la devolución gratuita y, como Amazon no lo revisa, puede ser que no esté estropeado. Pero la gente suele ser optimista y cree que van a sacar beneficio. Se puede, pero sería como un trabajo de inversión como cualquier otro", explica Bravo. Cuenta que hace casi un año que compró un lote de juguetes devueltos de Amazon en una subasta. La compra en su momento tenía buena pinta pero, después de 12 meses, el resultado final no tanto.
"Costó 2.000 euros. Cuatro euros por producto, en total 500 productos. Vimos muchas marcas conocidas y la mayoría parecía estar en buen estado en el anuncio. Luego nos dimos cuenta de que eran prácticamente inutilizables y de que volver a rehabilitar eso iba a costar más. El resumen es que no fue rentable ni repetiríamos", relata.
En Xataka también nos hemos puesto en contacto con otro profesional de la venta de segunda mano, Toni Parra. Este comerciante catalán solía vender devoluciones de Amazon que compraba en palets con un precio de entre 500 y 1.000 euros a un vendedor chino del que no puede revelar más detalles. "Tengo una tienda de segunda mano y, como tenía mucho sitio en una nave, una de las maneras era comprar lotes de Amazon y venderlos allí a otros compradores". Una forma que le reportó beneficios fue intentar reparar los productos que no funcionaban pero que eran "salvables" de alguna manera. Según él, el 70% se podía aprovechar y el resto lo intentaban arreglar.
Aunque comenta que "eso le llevaba demasiado tiempo" y lo hacía porque un compañero suyo le echaba una mano. "Si tenemos en cuenta que hay productos de 5 o 10 euros, en el momento en el que estés una hora tratando de repararlo ya te ha costado más", comenta. Y añade: "Para ganar dinero hay que centrarse al 100% en este tipo de negocio y tener un local muy grande destinado sólo a ello. Yo ni he ganado ni he perdido, al final es todo suerte, pero al menos hice contenido para redes sociales y me conocieron gracias a ello. No me arrepiento porque aprendí mucho".
A Xataka tampoco nos ha ido tan bien como pensábamos. Ya son las 12:00 y salimos de la tienda Crazy Day Factory con las manos vacías. Quizás venir un martes no fue una gran idea. Quizás esta semana no habían entrado devoluciones de productos tecnológicos suficientemente interesantes. O quizás lo de "romper los precios" no era tan maravilloso como pensábamos. Habrá que volver otro día para comprobarlo. O directamente renunciar a la creencia de que se puede conseguir una televisión por 5 euros.
Imágenes | Xataka
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*Una versión anterior de este artículo se publicó en junio de 2023