Huawei está en expansión. Quién lo habría dicho tras todas las sanciones y el complicado camino que han recorrido estos últimos años, pero como el mismo Pentágono ha reconocido, no se puede escapar de Huawei. Además, el lanzamiento del Mate 60 Pro fue una revolución. No sólo para el mercado chino (gracias a ese móvil han conseguido récords en ingresos), sino provocando una revolución en occidente. Literalmente.
Estados Unidos está convencida de que el móvil está creado con tecnología robada y hay investigaciones por espionaje en algunos de los componentes. Sumado a confianza del gobierno chino en las posibilidades de la empresa para la creación de su chip de IA y al sistema HarmonyOS Next que romperá definitivamente con Android, es un cóctel que no ha hecho más que aumentar la desconfianza occidental.
Tanto es así que Estados Unidos está advirtiendo a ASML y la Universidad Técnica de Países Bajos que tengan cuidado con los estudiantes chinos, temiendo nuevos casos de espionaje. En China, la situación es totalmente diferente y, de hecho, Huawei está deseando atraer talento occidental a su flamante nuevo campus. Y lo más curioso de todo es que quiere atraer trabajadores… con café y comida de su región.
Huawei quiere talento extranjero en China
En noviembre del año pasado, Huawei anunció que habían terminado las obras de su nuevo campus. Ubicado en Jinze, en el distrito Qingpu de Shanghái, el nuevo campus tiene el nombre de Huawei Qingpu R&D Center y es mucho más que un complejo de edificios. Es una enorme ciudad tecnológica que cubre un área de 160 hectáreas y que en junio de este año empezó a funcionar.
Tiene laboratorios equipados con la última tecnología, muchos espacios tanto de reuniones como de trabajo colaborativo, multitud de espacios verdes y el objetivo de la compañía es que los trabajadores impulsen la tecnología de los semiconductores, las redes inalámbricas y el Internet de las cosas.
En estas instalaciones hay espacio para 30.000 trabajadores y, teniendo en cuenta que la compañía tiene unos 207.000 empleados, el porcentaje que acogerá esa ciudad tecnológica es bastante alto. Pero no sólo llenarán los laboratorios de investigación con empleados que ya están dentro de la compañía en China: quieren atraer talento internacional.
Para ello, Huawei ha planeado una serie de beneficios que solemos ver en todas las empresas (fomentar la creatividad e innovación, un ambiente vibrante y dinámico y el acceso a tecnología de vanguardia), pero entre todas esas ventajas, algo que destaca es que promocionan… el café.
La intención es la de atraer a jóvenes talentos del extranjero y, para eso, han dispuesto más de 100 cafeterías por las instalaciones. No sólo quieren que tengan energía, sino comidas que se adapten a los gustos de esos empleados. De hecho, la intención es que haya variedad suficiente como para atender las distintas preferencias culinarias de los empleados tanto para mantenerlos saludables como para mejorar la experiencia laboral.
Es decir, y cayendo de lleno en los tópicos, si hay españoles habrá un sitio con tortilla de patatas. Si hay franceses tendrán alguna cafetería con crepes y ratatouille y si hay ingleses… pues cafeterías de fish & chips. La idea es esa, atraer al talento extranjero por el estómago.
Más allá de esta curiosidad, el centro se antoja como un cerebro fundamental para la estrategia a corto plazo de la compañía. Ya hemos contado que Huawei se ha convertido en punta de lanza de la tecnología china y ese proceso de I+D en desarrollo de semiconductores será vital tanto para la empresa como para el país en una época en la que los vetos no sólo se mantienen, sino que están yendo a más.
Será un desafío que los norteamericanos puedan entrar a trabajar en el nuevo campus de Huawei debido a las restricciones gubernamentales para que personas estadounidenses apoyen a empresas chinas, pero además, Estados Unidos restringe la capacidad de sus habitantes para apoyar el desarrollo o la producción de chips en fábricas de semiconductores ubicadas en China.
Con empleados estadounidenses o sin ellos, este centro que ha costado 1.300 millones de euros dará frutos dentro de unos años. En 2022, Huawei invirtió el 23% de sus ingresos en I+D y el 55% de su plantilla (unos 114.000 empleados) participan en esas actividades de investigación y desarrollo.
Y ojo, que esta ciudad tecnológica puede ir a más en el futuro. Por lo pronto, cerca del mismo habrá un campus universitario que tendrá capacidad para 8.000 estudiantes y estará centrado en ofrecer estudios como informática, inteligencia artificial, circuitos integrados y nanoelectrónica.
Eso sí, por muy espectacular que sea este centro de Huawei, no está a la altura del imponente campus Ox Horn que la misma compañía tiene en Dongguan y que imita la arquitectura de diferentes ciudades europeas.
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