Si intentas coger un taxi hoy, posiblemente no tengas suerte: en gran parte de España los taxistas han decidido hacer paro bajo el lema “Frente al desmantelamiento del servicio público de taxi” y con el que protestan contra la irrupción en el mercado del transporte de pasajeros de apps como Uber y Cabify. Esta peculiar "guerra" no es nueva, pero se ha venido intensificando durante las últimas semanas, y hoy vamos explicar el porqué.
Uber llegó... y cerró
En 2014, Uber llegaba a Madrid y a Barcelona. Lo hacía con la modalidad UberPOP, en la que cualquiera que cumpliera unas determinadas condiciones impuestas por la compañía podía ejercer de conductor. Su aventura española no duró mucho: un juez ordenaba el cese de toda su actividad en el país en diciembre de 2014 y las operadoras bloqueaban la página por orden judicial unas semanas después.
Durante el proceso, Uber cambió de estrategia: primero se definían como "economía colaborativa" y luego se desligaron de esas declaraciones y pasaron a considerarse simplemente intermediarios. No les funcionó. ¿El motivo del cierre? El magistrado a cargo del caso estimó que el transporte de pasajeros que hacían los conductores no era legal al no tener estos autorización para llevarlo a cabo y además incurrían en competencia desleal.
Uber vuelve... pero con licencias VTC
Casi año y medio más tarde, en marzo de 2016, Uber llegaba de nuevo a España, aunque en este caso sólo a Madrid y con la modalidad UberX. En este caso, cambiaban a los conductores sin licencia por conductores con licencias VTC, es decir, autorizaciones administrativas que permiten el transporte de pasajeros bajo ciertas limitaciones.
La vuelta, aunque fuera con licencias, no gustó nada a los taxistas, que desde entonces han centrado su campaña en pedir más control de las licencias VTC, en que Uber cumpla sus obligaciones "como cualquier transportista" y en las argucias legales que utilizan este tipo de multinacionales para pagar menos impuestos en España.
De hecho, el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea acaba de dar la razón a los taxistas al asegurar que Uber no es simple intermediario, sino servicio de transporte. Esta decisión no es vinculante y todavía falta que el Tribunal de Justicia dicte sentencia, pero suele ser habitual que éste siga las recomendaciones de los Abogados Generales.
Taxistas también contra Cabify
Pero Uber no es el único centro de las protestas de los taxistas, que también están en pie de guerra contra Cabify. Esta empresa española también recurre a conductores con licencia VTC para ofrecer sus servicios.
La Federación Profesional del Taxi de Madrid les denunció al considerar que los conductores de Cabify no cumplen las limitaciones establecidas con las licencias VTC que hacen que éstas se diferencien de las licencias de taxis. Cabify se defendió en su día asegurando que ellos ofrecían simplemente servicio de chóferes y sí cumplían las reglas establecidas en la regulación.
El juez, en este caso, desestimó el cierre cautelar que sí había mandado a Uber. El caso ya está visto para sentencia, y pronto deberíamos conocer qué dice el magistrado al respecto. De hecho, el caso de los taxistas contra Cabify ha vuelto a estar de actualidad después de que varios coches del popular servicio fueran quemados en Sevilla a comienzos de mes.
La problemática de las licencias VTC, según los taxistas
1. El número de licencias
La clave en toda esta polémica reside, fundamentalmente, en las licencias VTC. Cuando hace tiempo preguntábamos a Mariano Moro, abogado experto en la materia, por la situación de Uber en España antes de su primer cierre, nos explicaba lo siguiente:
"Uber ofrece fuera de España vehículos con chofer (VTCs) y taxis indistintamente. Puedes verlo en Chicago, por ejemplo. Si Uber ofrece los servicios de empresas que alquilan vehículos con conductor (VTC) no está haciendo nada en contra de la ley. Una VTC compite con un taxi en que la contratación es previa al servicio, no pueden recoger a usuarios en paradas ni en la vía pública si no ha habido contrato previo (llamada / internet). El contrato conlleva acordar un lugar de recogida y otro de bajada y las condiciones. Uberpop, según tengo entendido, permite a particulares contratar los servicios de un proveedor de transporte. Si el proveedor no tiene licencia VTC o de taxi la conducta será sancionable como muy grave (197 ROTT)
Vale, Uber y Cabify tienen licencias, pero ¿entonces por qué protestan los taxistas? En primer lugar, por el aumento en la concesión de esas licencias, que hasta ahora estaban muy limitadas pero que, en cuestión de apenas tres años, casi se han duplicado. Nuestros compañeros de Motorpasión tienen las cifras y además hacen un buen resumen sobre el tema. De hecho, y a modo de protesta, los taxistas solicitaban 5.000 licencias VTC tras la segunda llegada de Uber a España.
¿Cuántas licencias VTC puede haber? En El Español lo resumen muy bien, el límite establecido por ley es de 1 licencia VTC por cada 30 taxis, pero esta limitación artificial no sirvió de mucho durante unos años debido a un resquicio legal tras la aprobación en 2009 de la llamada Ley Ómnibus:
"Un particular o empresa pedían una o varias licencias de este tipo. Normalmente, las comunidades autónomas las rechazaban. El primer recurso llegaba al tribunal superior de cada territorio, que reiteraban el ‘no’. El siguiente y último paso se daba en el Supremo, donde la gran mayoría de las resoluciones judiciales eran favorables a la concesión." (El Español)
En noviembre de 2015 llegaba una nueva ley que volvía a regular este límite, pero quedan peticiones en el Supremo que llegaron durante ese periodo "sin ley" y que todavía deben resolverse.
A todo esto hay que sumar la postura de la CNMC, muy criticada por los taxistas y que defendía a comienzos de 2016 la eliminación en las restricciones de las licencias VTC. El Ministerio de Fomento, por su parte, anunciaba ayer que no desregulará las licencias VTC y seguirá manteniendo la limitación de 1 por cada 30 taxis, aunque en la actualidad el ratio sigue estando desproporcionado por las licencias concedidas por el Supremo que comentábamos antes.
2. Impuestos y conductores
Además de por el número de licencias, y en palabras de FEDETAXI, apps como Cabify "imponen un sistema que fuerza a los conductores a la precariedad laboral con jornadas de más de 60 horas a la semana, hacerse falsos autónomos o tener que participar en la creación o compra de sociedades que controlan las citadas plataformas", y por eso van a denunciarles ante la Fiscalía.
Pedirán que se "investigue si pudieran estarse infringiendo las normas tributarias en estas transacciones en las que estiman se han podido hacer ya operaciones por más de 150 millones de euros". Según Miguel Ángel Leal, presidente de la asociación, estas compañías “pese a que presumen de transparencia y trazabilidad de sus operaciones esconden elusión fiscal y fraude laboral de un modo estructural, que habrá que investigar si pudiera ser delictivo”.
"Pese a la desinformación que está habiendo en relación a los motivos y convocantes de la manifestación, FEDETAXI no reivindicará actuaciones imposibles como la prohibición de las aplicaciones para smartphones o el retorno a base o garaje de los vehículos VTC tras cada servicio. Por el contrario la organización representativa de los taxistas de España insta al establecimiento de un régimen jurídico que apueste por la regulación y que ofrezca movilidad sostenible, seguridad jurídica en todos los actores intervinientes, la reestructuración sectorial planificada y la apertura de un Libro Blanco sobre Movilidad Urbana. Y todo ello, claro está, bajo la premisa o base principal, de algo que a día de hoy no está sucediendo: que se cumpla la legalidad por parte de las empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC) y las plataformas multinacionales que comercializan sus servicios." (Fedetaxi)
Lo que dicen Uber y Cabify
Cabify, a través de un comunicado publicado hoy como respuesta a las peticiones de los taxistas, insiste en que el taxi no es su competidor ("los servicios de Cabify no pretenden sustituir a los de un taxi tradicional") y que el servicio que ofrecen es legal ("Cabify reitera, una vez más, que opera de forma legal a través de licencias VTC y, como tal, su actividad está sujeta a la regulación local y al número específico de licencias disponibles"). Además, se queja de que sus trabajadores, a la vista de los recientes acontecimientos, "se encuentran intimidados por el simple hecho de ejercer su derecho al trabajo".
Sobre el pago de impuestos, precisan lo siguiente:
"Cabify tiene su empresa matriz original en Delaware (EE.UU.), debido exclusivamente a su etapa inicial. La empresa recibió su primera ronda de financiación en 2011 por parte de inversores americanos en Silicon Valley, y uno de los requisitos para cumplimentar el acuerdo era tener una sede fiscal en EE.UU. De hecho, toda startup o empresa que tenga inversión proveniente de Estados Unidos usa una matriz en el continente americano con el fin de dar mayor tranquilidad y transparencia a los inversores locales. La elección de Delaware se debe a que es el estado norteamericano con mejores ventajas fiscales, por eso la mayoría de las startups ubican su sede fiscal allí. Dicho esto, a día de hoy la gran mayoría del capital es de accionistas españoles. Con independencia de la matriz original, en España Cabify opera a través de Maxi Mobility Spain SL, con la que cumple con todos los requisitos fiscales pertinentes, pagando el 100% de los impuestos correspondientes en España, a través de la facturación del 100% de los trayectos (no solo la comisión por cada servicio)." (Cabify)
El mensaje de Uber que da Uber es más breve, pero también directo: avisan a sus clientes de que hoy será más difícil moverse por Madrid y remiten a sus usuarios al informe “Impacto socioeconómico de la liberalización de las VTC”:
"Nosotros creemos que la movilidad en las ciudades españolas tiene que cambiar radicalmente. Y es por ello que recientemente presentamos el informe “Impacto socioeconómico de la liberalización de las VTC” en el que defendemos la necesidad de modernizar la ley de transporte española para reducir los precios del transporte urbano, crear miles de puesto de trabajo y favorecer ciudades más sostenibles.
Pagar la mitad por tu transporte, viajes compartidos, integración de Uber y transporte público, el coche autónomo... ¿Ciencia-ficción? La realidad es que no. Este ya es el presente de millones de personas en todo el mundo." (Uber)
Hay conflicto para rato
A la vista de todas las posturas, lo que sí es seguro es que hay conflicto para rato. Todavía queda pendiente que el Tribunal de Justicia de la UE emita su sentencia definitiva sobre Uber y que en España conozcamos cómo termina el caso de los taxis contra Cabify, pero parece que vamos a tener unos cuantos meses más de polémicas por delante.
Más información sobre las licencias VTC
Imágenes | Rubén Vique (portada)
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