En un evento como el MWC no sólo hay sitio para nuevos smartphones, si no que es una buena oportunidad para profundizar en todo el ecosistema móvil. Ahí uno de los que más nos llamó la atención tiene que ver con el dinero, la seguridad y cómo vamos a pagar en el futuro en un panorama con tanta suscripción y servicios digitales.
Pudimos charlar con Bill Gadja, responsable global de innovación y alianzas de Visa que, como curiosidad, trabajó durante 15 años en Ericsson, así que esto de los móviles no le resulta ajeno.
Los pagos móviles y el dinero del futuro
¿Crees que los pagos con el móvil van a ser los nuevos pagos con tarjeta del futuro?
Sí y creo que es algo que ya está pasando. Si te fijas en el nivel de aceptación de los pagos sin contacto en Londres, o Polonia, que ha anunciado recientemente que quiere aceptar los pagos sin contacto al 100%. Creo que cuando la gente sabe con seguridad que cuando pone su tarjeta en su teléfono puede usarla allá donde van, entonces se convierte en un hábito.
Entonces, ¿por qué seguimos usando tarjetas de crédito físicas?
Creo que es por si se encuentran algún sitio que no acepte pagos sin contacto y tienen que usar la tarjeta con el chip y el PIN. Los pagos con NFC y sin contacto ya están muy aceptados y la gente está migrando a pagar con el móvil porque una vez que lo tienes en el teléfono a la gente le gusta los beneficios que obtienes automáticamente, incentivos como cupones y descuentos, servicios como localizador de tiendas, compartir en redes sociales... "acabo de hacer esto", "he estado aquí"... hay tantas cosas que esto puede significar para el comercio que las tarjetas de plástico no pueden hacer y creo que estamos en la primera fase y estamos viendo las posibilidades.
Si tuvieras que explicar los pagos del futuro a mi padre o a mi abuelo, ¿cómo lo harías?
Pues creo que de la misma forma que se lo he intentado explicar a mi madre de 81 años [risas]. Diría que los pagos del futuro tienen tres o cuatro componentes. Primero de todo, vamos a centrarnos en hacer que las tarjetas sean seguras y en verificar la tarjeta mediante la verificación de la persona. Ya sea porque hemos avanzado en biometría, tanto activa como pasiva, hemos cogido la voz natural y el aprendizaje automático para mejorar el reconocimiento de voz incluso mejor y hacer que las compras sean más naturales, porque la voz es la forma natural de hacer cualquier cosa para nosotros como humanos. Diría que pasamos de utilizar tarjetas a verificar tu identidad: eres quien dices que eres y estás vinculado a esta forma de identificación, a este dispositivo, a esta circunstancia. Así que ese es un gran paso que va del trozo de plástico a la persona.
Creo que la segunda cosa que le diría a mi madre o a tu abuelo o a tu padre es que tu noción de punto de venta va a cambiar completamente. O la idea de que cada vez que entrabas a una tienda sabías dónde estaba la caja y toda la actividad comercial se finalizaba en dicha caja. Ahora el punto de venta puede estar en la app y simplemente puedes ir al mostrador y ver que sale tu nombre. O puedes estar sentado en una estación de metro y hay una tienda virtual de alimentación donde das a los productos que quieres y una hora más tarde los tienes en casa, puede que a través de un dron porque eso ya está empezando a pasar.
Se convertirá en normal cuando tu niñera y tu jardinero aceptan pago con tarjeta desde su móvil y va a ser tan simple como "me has dicho que eres el jardinero, hago la solicitud del pago, 40€, le doy a aceptar... bam". Los puntos de venta han cambiado.
La tercera cosa que va a pasar diría que es que los pagos del día a día nos los van a quitar de las manos dispositivos del Internet de las Cosas como Alexa y otras cosas que están pasando en torno a los hogares inteligentes. Ya puedes programar a Alexa para que haga un pedido de leche cada dos días o para que haga un pedido de detergente. Tienes que configurarlo la primera vez, pero después de eso... Y ahora Alexa va a empezar a hacer recomendaciones. Le has pedido una canción tres veces... "acaba de salir este disco, ¿quieres que lo descargue a tu equipo de sonido?" Así que todo es tipo de automatización de los pagos en el comercio también va a cambiar. Algunas de esas cosas ya están aquí y otras probablemente llegarán de aquí a tres o cinco años, pero yo diría que esas son las tres cosas que más van a cambiar.
¿Cuál es el mayor reto para los pagos móviles?
Creo que hay dos o tres. El primero es que hay demasiadas empresas pequeñas trabajando en tecnologías de plataforma sobre este tema hasta el punto de que da un poco de miedo. Todavía va a hacer falta que los grandes bancos y las redes y las grandes plataformas (los Amazons, los Googles, los Facebooks...) creen ciertos estándares porque no puede haber 55 formas diferentes de pagar porque va a haber fraudes. Todavía estamos en una fase de expansión y necesitamos pasar por eso hasta crear estándares por defecto.
Otro aspecto importante es la información a los consumidores y cada generación de pagos ha sido un ejemplo porque ha sido más segura que la anterior. Cuando solamente tenías que pasar una tarjeta tenías a cientos de personas trabajando mirando las firmas en los años 70 y los 80. El chip pasó a ser más seguro y los pagos móviles son más seguros que el chip. Y la voz y las transacciones con tecnología biométrica son aún más seguras. Pero tienes que conseguir que la gente adopte estas tecnologías porque todavía hay gente que piensa que corren más peligro poniendo algo en su móvil que utilizando una tarjeta de chip con PIN.
El segundo riesgo es que la tecnología avanza demasiado deprisa y la gente no se adapta y no se crea un modelo de confianza en el sistema, y no podemos ayudarles a entender qué pasa con la tecnología, etc. También tienes que hacer eso. El tercer problema es que las regulaciones no están al día en comparación con las innovaciones y es un reto potencial para el ecosistema porque veo cómo las cosas pasan y no veo que los gobiernos reaccionen al mismo ritmo.
¿Crees que vamos a ver nuevos métodos de pago en un futuro próximo? En caso afirmativo, ¿qué tipo de pagos?
Definitivamente creo que vamos a ver muchos pagos basados en biometría, algo que ya vemos con Apple Pay y Google Pay que serían la primera generación. Los teléfonos de ahora tienen reconocimiento de huella dactilar, escaneo de iris, reconocimiento facial... creo que la nueva generación que han anunciado son las venas, pero ahora pasamos a patrones de comportamiento.
Estamos trabajando con empresas que tienen en cuenta 200 acciones diferentes sobre la forma en la que interactuamos con el dispositivo: el ángulo con el que lo sujeto, la zona de movimiento de mi pulgar, los patrones que utilizo, la rotación de las apps... así que cuando se trata de pagar, puede que se verifique mi identidad sin que yo lo sepa cada seis segundos y simplemente tienes que darle a "pagar" porque el sistema sabe que soy yo, me ha identificado 600 veces durante los últimos dos minutos. Así que creo que vamos a ver sistemas de pagos activados por parámetros biométricos.
Hemos tenido tarjetas de crédito, ahora los pagos móviles... ¿qué es lo siguiente? ¿implantes de chips?
Ya estamos viendo los wearables en todo tipo de cosas desde relojes hasta pulseras de deporte, joyería... los wearables van a ser otra forma de pagar. Los dispositivos inteligentes van a ser otra forma de pagar. La integración de pagos móviles en automóviles, sobre todo si piensas en el consumo colaborativo.
Si Zipcar es un ejemplo de cómo viaja la generación y los pagos tienen que basarse alrededor de esa experiencia y no simplemente para abrir el coche... seguro por kilómetro, gasolina, aparcamiento, peaje... todo va a estar integrado porque alguien tiene que pagar por estas cosas, y cuando te bajes del coche va a estar listo para la siguiente persona. Así que creo que vamos a tener que integrar los pagos en los coches y vamos a pasar tiempo trabajando en ese sector. Y hablo de los próximos 24 meses, no mucho más allá.
El impacto de las criptomonedas o el 5G
¿Cómo ve una empresa como Visa el tema de las criptomonedas y los nuevos sistemas como el blockchain?
Creo que tenemos que diferenciar entre criptomoneda, como bitcoin, y yo tengo bitcoins y una cartera de bitcoins y sé lo complicado que es, y blockchain. Somos inversores de una empresa que se llama Chain y hace unos meses sacamos un producto que se llama Visa Direct y que utilizará una cuenta de Visa para realizar una transacción, porque si piensas en casos donde una empresa paga a otra empresa es mucha la información que tienes que poner en esa transacción: ya sea una factura, o una transacción entre dos personas, puede ser 3 o 4 personas.
Así que creamos una cuenta de Visa para una transacción y encima de eso está el blockchain para poder tener todas las opciones de los contratos inteligentes y toda esa información adicional que no podemos poner en un mensaje. Así que trabajamos con blockchain. Creo que las cosas como las transferencias entre bancos están reemplazando a cosas como el sistema swift. Pienso en pagos entre empresas, pagos entre empresas internacionales que son muy caros, en papel, lentos, etc. Ahí el blockchain tiene sentido porque vas a registrar esas transacciones y automatizarlas. Creo que estamos en los comienzos y hay un gran potencial de crecimiento para las tecnologías basadas en blockchain.
Las criptomonedas no creo que sean un producto para el consumidor normal, realmente no van a reemplazar a las divisas tradicionales. Ahora mismo si te fijas en su volatilidad... en un abrir y cerrar de ojos un regulador puede eliminarlas del mercado y se utilizan sobre todo en el el mercado gris y en el mercado negro, la darkweb... creo que las criptomonedas han perdido el encanto un poco, pero la tecnología blockchain es interesante.
Hoy en día es fácil para con tu smartphone en una ciudad como Barcelona, por ejemplo, ¿pero qué hay de las zonas rurales? Por ejemplo en el campo o en un pueblo pequeño.
Está cambiando muy rápidamente. Si vas al Reino Unido, empezó en el sistema de transporte de Londres. Muchas de las autoridades locales lo introdujeron en el transporte y después pasó a las tiendas alrededor del transporte, así que ahora en vez de usarlo cada 3 o 4 días lo usas 5 o 6 veces al día: tu billete, tu café, tu periódico, tu botella de agua... todo mediante pagos sin contacto. Ahora es un hábito y los consumidores lo esperan y eso hace que esté empezando a propagarse desde Londres a virtualmente cada pueblo del Reino Unido.
Creo que a principios de esta semana o la semana pasada estaba leyendo que Polonia es el primer país en afirmar que tienen un 100% de aceptación en pagos sin tarjeta. Así que se puede hacer realidad cuando los países se ponen las pilas. En Australia ahora el 90% de todas las transacciones son sin contacto... y hay muchos lugares reales en Australia, no todo es Sídney y Melbourne. Así que diría que ya estamos empezando a ver ese cambio en donde el pago sin contacto se acepta en todas partes.
Es una combinación de cosas como... en cualquier lugar de España, si soy un comerciante y quiero vender algo, es prácticamente imposible adquirir un nuevo terminal que no acepte pagos sin contacto. No puedes comprarlo. He estado observando todos estos pequeños negocios que tienen dispositivos de iZettle, SumUp, etc. etc. Empresas que hasta ahora solamente aceptaban dinero en efectivo y cheques, o solamente dinero en efectivo en el caso de España, ahora pueden aceptar pagos con tarjeta. De nuevo, estamos hablando de pueblos y ciudades y creo que la adaptación sigue. Todavía quedan un par de años porque igual quedará un último pueblo en España de aquí a unos años con un sitio donde no acepten pagos sin contacto [risas], pero estamos llegando muy rápido.
¿Por qué crees que sigue existiendo el dinero en efectivo?
El dinero en efectivo existe por varias razones y creo que el dinero en efectivo no va a desaparecer mañana y te voy a contar una historia. Cuando entré en Visa hace nueve años la empresa acababa de salir a bolsa y nuestro CFO por aquel entonces, Byron Pollitt, se levantó y estaba haciendo una presentación y dijo: "¡Tienes que creer en Visa! Hay 15 billones de dólares efectivo y Visa tiene la oportunidad de digitalizarlos. Solamente en el ámbito de los consumidores. 10 años más tarde somos 8 veces más grandes de lo que éramos en términos de volumen de transacciones.
Nuestro nuevo CFO se levanta en una reunión y dice: "Todavía queda mucho potencial de crecimiento para Visa ¡Hay una oportunidad de 16 billones de dólares!" [risas] Independientemente de la cantidad de dinero que hemos conseguido mover estos años, y estamos hablando de 10 o 12 billones de dólares, existe aún más dinero en efectivo del que había hace 9 años. Y se debe a que todavía hay muchas economías con personas sin cuenta bancaria y, aunque quieran no usar efectivo, el acceso a los activos digitales es difícil e incluso hay partes de España en donde hay un acceso restringido a los servicios bancarios. Probablemente en el Reino Unido estemos hablando de 15 millones de personas... y no estamos hablando de gente que se mueva en el mercado negro o en el mercado gris y solamente quiera dinero en efectivo. Se trata de gente que quiere formar parte de la economía digital, pero en la mayoría de los mercados tienes que empezar con una cuenta bancaria. Vamos a ver cómo la cosa cambia. Ese era el primer punto.
El segundo punto es que siempre habrá mercados grises y mercados negros para el dinero en efectivo. Existe la incertidumbre... siempre me sorprende cuando veo a gente en Londres que saca euros de un cajero automático en el aeropuerto de Heathrow porque van a volar a Francia... y yo pienso: "¿Sabes qué? No te hacen falta euros si vuelas a Francia" [risas].
Pero es un poco el tema del que estaba hablando sobre la educación la gente, la gente tiene que entender que, ya sea su teléfono o su tarjeta sin contacto... eso es lo que prometemos en Visa, que lo puedes usar en cualquier lugar. No te hace falta sacar dinero y pagar tasas cuando puedes usar tu tarjeta. Si tienes en cuenta todas estas cosas, el dinero efectivo todavía tiene mucha vida, pero 2017 fue el primer año que en Europa los pagos digitales, los pagos electrónicos, superaron a los pagos en efectivo. Hemos inclinado la balanza y esa tendencia continúa y llegará un momento en el que el dinero en efectivo desaparezca.
Cuando vivía en Londres llegué a hacer un experimento: cuánto tiempo puedo estar sin una tarjeta de plástico o dinero en efectivo y duré 9 días. Y no hablo de pequeños pagos, hablo de pagar la gasolina, el súper, mis viajes, pequeños snacks, todo... nueve días.
Hay rumores de que Amazon podría adentrarse en el negocio bancario. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Si te fijas en lo que está pasando con las FinTechs en general, primero, las startups que se están convirtiendo en bancos y creemos que hay como 300 FinTechs emisoras en Europa ahora mismo. Pero también piensa en alguna de las grandes plataformas: PayPal es un banco en Europa, ¿no? Creo que no hay ninguna razón para que no lo puedan hacer, pero tienen que pensar si es una parte importante de su estrategia de pagos. Pero tienen una base de clientes muy grande y tienen una base de comerciantes muy grande. ¿Amazon quiere adentrarse en el mundo de la banca porque quiere dar un mejor servicio a sus clientes o porque creen que es una oportunidad en el mundo del b2b proporcionando servicios financieros como préstamos? Puedes pensar en muchas razones por las que se lo plantearían, pero no se trata de algo sin precedentes. Ya existen muchas plataformas de pago que son bancos.
Estamos aquí en el MWC de Barcelona y parece que es el evento del 5G: ¿Qué piensas del 5G y qué impacto podría tener el 5G en vuestro modelo de negocio?
Creo que lo que Visa tiene que hacer es seguir la evolución del 5G muy de cerca para asegurarnos de que estamos preparados para permitir esas aplicaciones comerciales cuando lleguen. Un ejemplo sería que para poder hacer que las ciudades sean muy inteligentes, una de las cosas que decíamos ayer es que lo que los consumidores quieren es una única app que pueda planificar todo su viaje incluso cuando los sistemas de transporte compitan entre sí. Por ejemplo, si pensamos en Londres los autobuses y las bicis compiten entre sí, el metro y los taxis compiten entre sí, Uber y los autobuses y los taxis y las bicis y los patinetes compiten entre sí... y deberían seguir compitiendo entre sí porque los consumidores deberían decidir cómo se desplazan desde el punto A al punto B.
Sin embargo, cuando se trata de pagos y de transacciones económicas debería ser una experiencia muy sencilla. Digamos que conduzco hasta la estación de trenes y quiero mi ticket de aparcamiento en la aplicación, pero también quiero comprar mi billete de tren en la misma app y en la misma app quiero comprar mi billete de metro y en la misma app quiero reservar una plaza de parking. Y debería poder hacer todo eso a nivel de consumidor, y para poder hacerlo necesitas una buena conexión siempre, tiene que funcionar bajo tierra, tiene que funcionar dentro de edificios, tiene que funcionar las 24 horas del día a un ritmo muy alto. Creo que ese tipo de experiencia de usuario, esa combinación de experiencias en ciudad con un alto nivel de fiabilidad es lo que nos va a permitir el 5G.
Entonces ves al 5G como un facilitador...
Un facilitador de nuevas experiencias comerciales. Si tienes máquinas que inicien relaciones comerciales, millones de transacciones al día, necesitas una latencia baja de confianza que funcione. Si realmente vas a necesitar todos estos sensores para que los coches autónomos funcionen sin problemas es muchísimo trabajo. Tenemos que asegurarnos de que cuando lleguen las nuevas tecnologías e identificamos los nuevos casos comerciales estaremos preparados y podemos decir: "vale, si utilizas tus credenciales de Visa de esta manera va a funcionar". Estuve trabajando en el mundo de los móviles durante 15 años antes de empezar en Visa con Ericson y con operadores móviles así que sigo el tema con interés [risas].
¿Inteligencia artificial también en nuestros pagos?
Inteligencia artificial es como una palabra de moda ahora mismo, ¿crees que podría afectar a vuestro negocio de alguna manera?
En muchos sentidos. Como ejemplo, si piensas en Amazon Echo, Alexa, es una forma muy primitiva de inteligencia artificial en términos de poder acceder a fuentes públicas de datos, comparar todas las veces que has interactuado con el dispositivo y después desarrollar recomendaciones, repetir comandas, etc. Aunque sea solo el principio, eso es realmente inteligencia artificial, es una máquina de aprendizaje.
Estamos trabajando en modelos ahora que si tienes en cuenta toda la cantidad de datos que tenemos sobre pagos en una tarjeta estamos empezando a utilizar la inteligencia artificial para modelos de predicción sobre cuál será tu próxima transacción. Podemos predecir con fiabilidad la siguiente tienda a la que vas a ir y la cantidad media que vas a gastar, hora del día, etc. etc.
¿Cómo podemos cambiar la experiencia de usuario para hacerla más segura, conveniente o proporcionar algún tipo de servicio extra? Eso es en lo que se va a basar a la hora de analizar una gran cantidad de datos y utilizar la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Creo que si piensas en la economía colaborativa, ciudades inteligentes donde los coches tienen diferentes afluencias de tráfico a lo largo del día y tienen que predecir a qué hora van a estar en un sitio, lo mismo para las bicis y para permitir un tipo de transporte con varios medios... se trata de una gran cantidad de datos que las máquinas tienen que aprender a tiempo real y que tienen que ser procesados.
Creo que acabamos de empezar, no creo que la inteligencia artificial en la mayoría de sus formas vaya a ser tan sorprendente y en frente de los consumidores como pensamos que va a ser, ya sabes, robots que te van a atacar con misiles [risas]. Creo que va a estar entre bastidores creando nuevas experiencias para los usuarios.
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