Del alza de precios desbocada al pinchazo y unas perspectivas de futuro pausadas en el mejor de los casos. El mercado de la madera ha seguido a lo largo de los últimos dos años una curva digna de la mejor montaña rusa. Clave para la construcción y logística, en 2021 registraba récords en el mercado de futuros, con alzas interanuales que rozaban en abril el 400%. Hoy a aquellos loopings de infarto les sigue un trazado bien distinto, con un descenso hasta valores previos a la pandemia.
¿De dónde venimos? Hace algo más de un año, con las campañas de vacunación avanzando, la economía activada y el crecimiento en la construcción y el mercado inmobiliario de diferentes partes del globo, en especial EEUU, la deriva de los precios invitaba a hablar de una “fiebre de la madera”. En abril de 2021, como recogía Magnet, el mercado de futuros del material cerraba a 1.077,49 euros por 304,8 metros de tabla. Si se comparaba con el mismo mes de 2020 arrojaba un incremento de casi el 400%. Solo en lo que iba de año los futuros habían subido más de un 60%.
Una tormenta perfecta. Si hablar de “fiebre de la madera” no era exagerado entonces, lo de “tormenta perfecta” tampoco le iba grande. En aquel escenario no solo influía el mercado y el aumento de las obras de reforma, ampliaciones y nuevas viviendas, sino los propios antecedentes del sector: la escasez de demanda, sumado al bajo stock y condiciones climáticas poco favorables habían mermado el músculo productivo del sector, con el cierre de fábricas y aserraderos de grandes compañías como Canfor y [West Fraser Timber](West Fraser Timber) justo en la antesala de la crisis sanitaria.
¿Y dónde estamos? El escenario es hoy bien distinto. The Wall Street Journal (TWSJ) detalla en este artículo cómo los precios de la madera han caído a su nivel más bajo en más de dos años, al menos en Estados Unidos, lo que dejaba el formato de dos por cuatro —una medida estándar en el sector— en los niveles previos al boom de la construcción desatado por la pandemia.
Hace días los futuros del material se situaban en 429,3 por 304,8 metros de tablero. El dato supone alrededor de un tercio menos que hace un año y lo sitúa lejos del máximo alcanzado antes de que Reserva Federal estadounidense empezase a subir los tipos de interés para combatir la inflación.
Más pinceladas para el retrato. Las gráficas de contratos de futuro de Tradign Economics o Investing ayudan a apreciar la evolución de los precios y su caída acusada desde primavera. Los datos de Random Lengths sobre madera para construcción muestran también un descenso, con una caída de su índice que lo sitúa un 60% por debajo del que manejaba a comienzos de marzo.
Otra pincelada la aportaba ya el pasado mayo la plataforma digital Maderea tras analizar las adjudicaciones de las licitaciones de madera de montes públicos durante el primer trimestre de 2022. Aunque el precio medio unitario se mantenía muy por encima del anotado a comienzos de 2020, el observatorio registraba una disminución en el precio de las adjudicaciones: por entonces superaban en un 11,5% el precio base de licitación, lejos del 20% registrado históricamente.
¿Hacia dónde vamos? La firma Forest Economic Advisors LLC —precisa TWSJ— pronostica un pinchazo en el consumo de madera que rondaría el 2,5% este año y se elevaría hasta un 4,5% en 2023. El analista confía en cualquier caso que, al menos en EEUU, los precios se mantengan por encima de los niveles alcanzados durante otras recesiones por factores como el aumento de costes de los aserraderos, sobre todo en la Columbia Británica debido a los incendios y plagas.
En julio Greg Kuta, responsable de Westline Capital Strategies, apuntaba al diario La Información que en lo que restaba de año esperaba ver precios al contado de la madera en un rango comprendido entre 400-450 dólares y 650-800, en función del tipo de material que se analizara.
Cambio de escenario. La clave vuelve a estar en el mercado y los cambios con respecto al escenario que encaraba el sector durante los peores momentos de la pandemia o hace un año. Los problemas de suministro se han aliviado, ya no se acumula madera por miedo a la escasez, la venta de viviendas en EEUU ha aflojado ante el alza de las tasas hipotecarias y la tasa de construcción de nuevas construcciones en EEUU también ha mermado desde la pasada primavera.
Imágenes | Michal Bocek (Flickr)
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