Ir a la oficina tiene un coste y unos investigadores lo han descubierto: teletrabajando se cobra hasta un 7% menos

  • Los trabajadores con jornada presencial sacrificarían hasta un 8,2% de su salario a cambio de trabajar entre dos y tres días por semana desde casa

  • Las políticas de vuelta a la oficina pueden crear una brecha salarial entre quienes teletrabajaban y quienes ya iban a la oficina

Una de las ventajas del teletrabajo es que proporciona una mayor conciliación familiar y la flexibilidad para gestionar el momento del día que el empleado emplea para hacer su trabajo.

Sin embargo, un estudio elaborado por economistas de Reino Unido entre 2018 y 2023 ha descubierto que existió una diferencia salarial entre las ofertas de empleo que durante ese periodo ofrecían la opción de teletrabajo y las que optaban por una jornada 100% presencial o de trabajo híbrido.

¿Por qué es relevante este estudio? El estudio se ha llevado a cabo por economistas de la Universidad de Nottingham, la Universidad de Sheffield y el King's College de Londres, teniendo en cuenta los salarios y las ofertas de empleo entre enero de 2018 y diciembre de 2023. Sus conclusiones son que los trabajadores que asistían a la oficina obtuvieron mayores incrementos salariales como compensación por la falta de los beneficios del teletrabajo.

Contar con datos previos y posteriores a la pandemia dan una perspectiva mucho más amplia de cómo ha variado el salario en las ofertas que permitían el teletrabajo, las que daban opción a jornada híbrida o en aquellas que era obligatorio ir a la oficina cinco días por semana.

El resultado: volver a la oficina tiene un coste. Los datos revelan que aquellos empleados que podían teletrabajar, tenían un incremento salarial entre un 2% y 7% más lento que el de sus compañeros que tenían que ir a la oficina. Los investigadores consideran esto una "penalización salarial significativa por el hecho de teletrabajar".

Sin embargo, pese a obtener menores salarios, la posibilidad de teletrabajar es percibida por los empleados como un beneficio equivalente a otros incentivos que tradicionalmente ofrecían las empresas, como guarderías gratuitas o coches de empresa. Por lo que quienes pueden mantener esta modalidad de trabajo remoto ven justificada esa menor subida salarial.

Ir a la oficina implica gastos adicionales. El estudio consideraba que los aumentos salariales venían a compensar el incremento de los gastos que los empleados soportaban para ir a las oficinas: transporte público, combustible, gastos de comida, etc.

El estudio recoge que los encuestados que acudían a las oficinas a diario sacrificarían hasta el 8,2% de media de sus ingresos, a cambio de tener la opción de trabajar desde casa entre dos y tres días a la semana. Sin embargo, quienes estaban dispuestos a ceder ese porcentaje de sus salarios, eran empleados muy cualificados o que ya partían de salarios muy altos, no en los rangos salariales más modestos.

Desigualdad en el acceso al teletrabajo. Los investigadores también descubrieron que la opción de teletrabajo era más habitual entre los sectores con trabajadores más cualificados, como los consultores o programadores de software, que no requieren presencia física constante.

Además, las personas que viven en casas más grandes y alejadas de las grandes ciudades son más propensas a trabajar desde casa que aquellos que viven en pisos pequeños en núcleos urbanos. Una relación similar entre poder adquisitivo y opciones de teletrabajar que las que descubrieron otros investigadores en Barcelona.

El trabajo presencial se ha compensado con más salario. El equilibrio en la percepción del teletrabajo como un incentivo laboral, se ha visto compensado por mayores subidas salariales para quienes, por las características de su trabajo o por políticas de vuelta a la oficina, ya no pueden disfrutar de ese modelo.

Eso ha amortiguado el riesgo de crear una brecha salarial entre empleados remotos y aquellos que acudían a diario a la oficina. "Hay argumentos que sugieren que las empresas deberían alentar o incluso exigir que sus trabajadores regresen a la oficina, y se podría argumentar que, si trabajar desde casa aumenta la desigualdad, da un argumento adicional para hacerlo. Nuestra investigación muestra que no aumenta la desigualdad, por lo que no se puede usar esto como una razón para que la gente regrese a la oficina", declaraba a Bloomberg Paul Mizen, vicedecano de King's Business School, King's College de Londres y uno de los autores del estudio.

Endurecimiento de la vuelta a la oficina. El reciente endurecimiento en las políticas de vuelta a la oficina en empresas como PwC en Reino Unido o Amazon, ha vuelto a abrir el debate.

Según los datos que se han hecho públicos sobre esas políticas de retorno a las oficinas, no se contemplan compensaciones salariales para quienes estaban teletrabajando. Teniendo en cuenta los datos del estudio en Reino Unido, eso sí podría generar una desventaja con respecto a quienes ya iban los cinco días a las oficinas y recibían más salario por ello.

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Imagen | Unsplash (Mimi Thian)

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