El iPhone lleva casi 17 años entre nosotros. Durante todo este tiempo, el teléfono ha cambiado mucho, pero algunas cosas se han mantenido prácticamente intactas desde su lanzamiento. Una de ellas es el ecosistema cerrado al que pertenecen los productos de Apple.
La compañía de Cupertino se ha esforzado por mantener un férreo control sobre lo que se puede hacer en el iPhone. Pero incluso en la primera generación del dispositivo había quienes rechazaban esta mecánica y ofrecían a los usuarios una alternativa: el jailbreak.
Cuando Apple contrató al hacker del iPhone
El jailbreak no era otra cosa que un método que se aprovechaba de ciertas vulnerabilidades del dispositivo para quitar las restricciones que Apple había impuesto. Así, quienes recurrían a este método accedían a funciones impensadas a cambio de poner en riesgo su seguridad.
Desde ajustes avanzados hasta la posibilidad de instalar aplicaciones de terceros sin pasar por la App Store (tienda que no estuvo disponible al principio y llegó en 2008 con OS 2). Uno de los hackers que había desarrollado su propio jailbreak era Nicholas Allegra.
El joven de 18 años conocido en la red como Comex lanzó el primer jailbreak disponible públicamente para el iPhone 4 en 2010. Para conseguirlo, encontró la forma de explotar una vulnerabilidad en una biblioteca de Safari, por lo que su método funcionaba directamente desde el navegador.
Comex siguió cultivando su habilidad para romper la seguridad del teléfono de Apple y el año siguiente lanzó JailbreakMe 3.0, que alcanzaba varios dispositivos iOS, incluido el iPad 2. En este punto, la comunidad creía que Allegra estaba “años por delante” de otros hackers de iOS.
Pero en 2011, su realidad cambió radicalmente. El joven pasó de crear JailbreakMe a ser parte de Apple, la empresa que había desafiado, como “becario remoto”. No está claro cuál fue la dinámica entre la multinacional y el joven, pero aquel vínculo no tardó demasiado tiempo en disolverse.
Después de casi un año en Apple, Allegra anunció en Twitter que ya no formaba parte de Apple. En otro mensaje explicó que había llegado a esa situación porque se había “olvidado de responder un correo electrónico”. El correo en cuestión era una oferta para seguir contratado.
La pasantía tenía una duración de un año y, aparentemente, Apple le pidió a Comex por correo electrónico que confirmara si seguiría en la empresa por un año más. Al no recibir una respuesta, la firma dejó sin efecto el contrato del hacker del iPhone, por lo que dejó de ser becario.
Imágenes: Comex | Apple
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