El presidente Donald Trump firmaba a última hora del viernes una orden ejecutiva que causaba el caos en muchos aeropuertos estadounidenses este fin de semana. Su título es "Protegiendo a la nación de la entrada de terroristas extranjeros en Estados Unidos" y, en ella, se prohíbe durante 120 días (prorrogables) la entrada a dicho país a ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria o Yemen. Dentro del bloqueo se incluyen personas que tengan doble nacionalidad (siempre que una sea de esos países) y se cancelan visados ya emitidos.
En el caso de gente que sea originaria de estos sitios pero tenga permiso de residencia de EEUU, tendrán que ser sometidos a "comprobaciones rutinarias" adicionales, aunque se han dado casos en los que también a ellos se les ha denegado el acceso y se están viviendo retenciones y deportaciones en los aeropuertos. "¿Y qué tiene que ver todo esto con el mundo de la tecnología?", te preguntarás. Pues bien: han sido varios los líderes tecnológicos los que han criticado la medida, con numerosos empleados de sus compañías afectados.
Algunos jueces han ordenado ya la suspensión temporal de esta medida para las personas que ya están en territorio de EEUU, que está causando confusión, caos y incertidumbre en los aeropuertos de medio mundo. Según estimaciones de la American Civil Liberties Union, entre 100 y 200 afectados están retenidos en los aeropuertos estadounidenses o lo han sido de camino a ellos.
No es extraño que las principales compañías tecnológicas estadounidenses quieran entrar en este tema, con declaraciones públicas en contra de la nueva medida. No sólo porque su plantilla está compuesta de trabajadores de muchas nacionalidades: en el pasado, estas empresas han sido bastante insistentes y han defendido más permisividad con la inmigración cualificada. Hasta Trump llegó a ceder y en uno de los debates aseguró incluso que "estaba suavizando su posición porque tenemos que tener a gente con talento en este país".
Sundar Pichai (Google): "Es doloroso ver el coste personal de esta orden ejecutiva en nuestros compañeros"
En el caso de Google, su CEO Sundar Pichai reconocía en una carta a sus empleados que al menos 187 de sus trabajadores podrían verse afectados. "Es doloroso ver el coste personal de esta orden ejecutiva en nuestros compañeros", decía Pichai en el texto, y añadía que "siempre hemos mostrado nuestro punto de vista en los temas de inmigración en público, y seguiremos haciéndolo".
En público, Google mantiene lo mismo que explicaba Pichai a sus trabajadores. En declaraciones a Bloomberg, la compañía aseguraba lo siguiente:
"Estamos preocupados por el impacto de esta orden y de cualquier otra propuesta que podría imponer restricciones a los trabajadores de Google y sus familias, o que creen barreras para traer gran talento a Estados Unidos" (Google)
De hecho, durante la noche de ayer se organizaron numerosas protestas en varios aeropuertos estadounidenses y, en el caso del de San Francisco, Sergey Brin (Cofundador de Google) estuvo presente en una de ellas. ¿El motivo? "Yo también estoy aquí porque yo fui un refugiado", según le atribuyen los periodistas presentes. Brin nació en Moscú y llegó a Estados Unidos cuando tenía 6 años.
Tim Cook (Apple): "Apple no existiría sin inmigración"
Tim Cook, CEO de Apple, enviaba también una carta a sus empleados haciéndose eco de la orden ejecutiva y de sus consecuencias. En ella aseguraba que "Apple cree profundamente en la importancia de la inmigración, tanto para nuestra compañía como para el futuro de la nación. Apple no existiría sin inmigración, y mucho menos prosperaría o innovaría de la forma en la que lo hacemos".
"He escuchado que muchos de vosotros estáis profundamente preocupados por la orden ejecutiva emitida ayer y en la que se restringe la inmigración procedente de seis países de mayoría musulmana. Comparto vuestras preocupaciones. No es una política que apoyemos" (Tim Cook)
Cook explicaba sin rodeos en la carta que "no es una política que apoyemos" y reconocía que hay empleados directamente afectados por la orden ejecutiva de Trump, a los que proporcionarán asistencia y recursos.
Facebook, Microsoft y Amazon, "preocupadas"
Mark Zuckerberg fue uno de los primeros líderes tecnológicos en reaccionar a la medida de Trump y lo hizo, cómo no, con un post en su cuenta de Facebook. "Como muchos de vosotros, estoy preocupado por el impacto de las recientes órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Trump", explicaba Zuckerberg, que también destacaba cómo sus antepasados y los de su mujer fueron inmigrantes o refugiados. Esta semana, por cierto, Mark Zuckerberg quiso poner fin a las especulaciones asegurando que no estaba interesado en presentarse a presidente, como se especulaba últimamente.
Las respuestas de Microsoft y de Amazon también compartían el tono de la de Facebook. Desde Microsoft no emitían un comunicado pero respondían a las preguntas de los medios asegurando que proporcionarán asistencia legal a los empleados que lo necesiten y que "comparten la preocupación del impacto de la orden ejecutiva en sus empleados de los países incluidos".
En cuanto a Amazon, tampoco se han dirigido al público pero sí han enviado un comunicado a sus trabajadores en el que ofrecen consejos a aquellos que podrían estar afectados y les piden, entre otras cosas, que no viajen fuera del país por ahora. En él no se cuestiona directamente la medida, algo por lo que numerosos medios les han criticado y tachan como** la respuesta más "floja"**, aunque sí insisten de forma genérica en la importancia de la diversidad de su plantilla.
Lo que dicen Netflix, Twitter y Airbnb
"Twitter está construida por inmigrantes de todas las religiones. Les apoyamos, siempre", decían en Twitter a través de la cuenta oficial de la compañía. Jack Dorsey, su fundador, era más directo en su cuenta personal: "El impacto humanitario y económico de esta orden ejecutiva es real y triste. Nos beneficiamos de lo que los refugiados y los inmigrantes traen a Estados Unidos".
Si bien Airbnb no ofrecía comunicado de ningún tipo, su CEO Brian Chesky acudía a Twitter para ofrecer alojamiento gratuito "a refugiados y cualquiera al que no le permitan quedarse en EEUU". En cuanto a Netflix, su CEO Reed Hastings utilizaba su cuenta personal para mostrarse como uno de los más críticos, si no es el que más, contra la nueva medida de Trump:
"Las acciones de Trump están haciendo daño a trabajadores de Netflix de todo el mundo, y son tan anti-americanas que nos hacen daño a todos. Lo que es peor, estas acciones harán que Estados Unidos sea menos segura (a través del odio y la pérdida de aliados) en lugar de más segura. Una semana muy triste, y más que llegarán con las vidas de más de 600.000 soñadores que están aquí en EEUU bajo amenaza inminente. Es hora de juntar nuestros brazos para proteger los valores americanos de la libertad y la oportunidad" (Reed Hastings, Netflix)
A Uber le llueven críticas
Travis Kalanick, CEO de Uber, compartía en su cuenta de Facebook el comunicado que había compartido con sus empleados. En el texto explicaba que su equipo legal ya estaba trabajando con los posibles afectados y que les compensaría durante tres meses. "Esta prohibición impactará a mucha gente inocente y es un tema que trataré el próximo viernes cuando vaya a Washington para la primera reunión del grupo de consejeros de negocio del presidente Trump", añadía.
Sin embargo, a Uber y a Kalanick en general no han dejado de lloverle críticas en las últimos días. Primero, después de que la compañía se mostrase dispuesta a colaborar con Trump. Esto se tradujo en una crisis interna, en la que incluso el CTO llegó a calificar a Trump como una "persona deplorable". Después, porque Kalanick forma parte del grupo de consejeros económicos de Trump que mencionábamos antes (entre los que también está Elon Musk). Sobre esto, el CEO de Uber decía lo siguiente:
"Entiendo que mucha gente, tanto a nivel interno como a nivel externo, no esté de acuerdo con esta decisión, y eso está bien. Es la magia de vivir en America, la gente es libre de no estar de acuerdo. Pero, sea cual sea tu punto de vista, por favor ten en cuenta que siempre he creído en los principios de la confrontación y el cambio; y nunca he evitado, quizá incluso perjudicándome, el luchar por lo que es correcto" (Travis Kalanick, CEO de Uber)
Durante el día de ayer, además, en las redes sociales comenzó a moverse el hashtag #DeleteUber como respuesta. Los taxistas de Nueva York decidieron organizar una hora de huelga para protestar contra la orden ejecutiva y pidieron a otras compañías que se sumasen. Uber no se unió pero sí aprovechó para avisar a los pasajeros de que con ellos sí podrían realizar sus trayectos habituales.
Imagen | Gage Skidmore
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