Me fui de mi anterior trabajo y me arrepiento: qué es el "shock del cambio" y cómo evitarlo

El fenómeno de la Gran Renuncia está empujando en estos momentos a muchos trabajadores a dimitir. En Estados Unidos sigue marcando números de récord (4,5 millones de abandonos voluntarios de empleos al mes) y en España cada vez crece más, como ya explicamos en Xataka. Este fenómeno, que ha alimentado el optimismo de muchos profesionales cansados de sus condiciones laborales, está teniendo, sin embargo, un reverso nada halagüeño: muchos de los que ya se han ido se están arrepintiendo de haber dejado su puesto.

Mejor malo conocido… Según una encuesta realizada por la firma de investigación de mercados Harris Poll para el USA Today, uno de cada cinco estadounidenses que dimitió de su trabajo desde que comenzó la Gran Renuncia ahora se arrepiente, y sólo un 25% de ellos asegura que está lo suficientemente contento como para quedarse en el nuevo empleo si les surgiese otra oportunidad laboral.

En una parte importante de esos arrepentimientos, el motivo del descontento es muy simple: el nuevo trabajo resultó ser muy diferente a lo que se les hizo creer o pensaron que sería. Algo que, según la empresa de recursos humanos The Muse, está llevando a casi la mitad de los profesionales que se arrepienten a valorar volver a su antigua empresa. Una situación que la compañía de reclutamiento ha bautizado como “shock del cambio”.

¿Por qué? Por lo tanto, la principal causante del “shock del cambio” serían unas expectativas demasiado altas respecto al nuevo trabajo, ya sea porque los reclutadores vendieron el puesto y a la empresa mejor de lo que realmente es, o porque el profesional se hizo ilusiones que no se correspondían con la realidad.

A eso habría que sumar todas las dificultades que siempre conlleva empezar en un nuevo empleo: conocer a personas nuevas, aprender a trabajar con ellas, adquirir las dinámicas de la compañía o utilizar herramientas con las que no estabas totalmente familiarizado con anterioridad, entre otras.

¿Cómo evitarlo? Para evitar que los profesionales se hagan una idea equivocada del trabajo que le han ofrecido, y que eso les conduzca al “shock del cambio”, la Harvard Business Review explica en un artículo que es necesario que la persona trate de evaluar con la mayor objetividad posible sus propias ideas e intente no hacerse ilusiones que, pensadas en frío y con distancia, no se correspondan con la realidad.

Por ejemplo, la publicación universitaria explica el caso de un profesional que abandonó su puesto de trabajo por un importante cargo en una startup que consideraba interesante. Esta persona pensó que la compañía a la que se marchaba tenía mucho potencial y conseguiría crecer profesionalmente y obtener mucho dinero, pero la realidad es que la organización no creció en la medida que él esperaba, y seis meses después dejó el puesto desilusionado.

Por otra parte, para no caer en expectativas demasiado altas porque los reclutadores vendan el puesto y la empresa mejor de lo que son, la revista de negocios de Harvard recomienda investigar la compañía y tratar de ponerse en contacto con algún profesional de la misma, o un exempleado reciente, para que arroje una visión más realista del día a día en la organización. O comprobar si sus trabajadores han compartido información sobre sus condiciones en foros profesionales y plataformas como Glassdoor.

Para averiguar la verdad detrás de la imagen que pueden dorar los técnicos de recursos humanos, los profesionales también deben hacerles preguntas sobre las dinámicas de trabajo, los compañeros, los horarios, las modalidades de trabajo y cómo se suelen relacionar los jefes y directivos con los empleados, así como cualquier otra cuestión específica relacionada con el puesto.

Imagen | Michael Burrows

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