Hace 20 años, en diciembre de 1998, El Mundo decía que Joan Riera era el Bill Gates español. En 2011, el diario 20Minutos le dedicaba un reportaje a Jorge Izquierdo por haber desarrollado una app con apenas 14 años. Pau García Mila saltó a la fama tras crear eyeOS y aparecer en el programa de Buenafuente. Era "el friki" que podía ser tu jefe.
Pero, ¿qué ha sido de ellos? ¿Les ayudó que les colgaran la etiqueta de niños prodigios? ¿Que la prensa se fijara en ellos? ¿O fue una pesada carga que no supieron gestionar?
La entrevista de Buenafuente que le encumbró
Probablemente sea el más mediático de todos los que han sido señalados como la esperanza tecnológica de España. Pau García Mila saltó a la fama tras fundar eyeOS, una plataforma de escritorio virtual basado en la nube que Telefonica compró en 2014 cuando esta start-up estaba en serias dificultades financieras. Pau García Mila demostró también sus dotes para la comunicación (una de sus pasiones confesas) en una entrevista con Buenafuente hace ya 7 años.
Aquella charla también le permitió tener otra aventura empresarial, esta vez con el humorista: Bananity, la que se decía que era una red social para seguir pasiones, no personas. Pese a que incluso la ex ministra de ciencia e innovación Cristina Garmendia apoyó el proyecto, finalmente en 2015 cerró.
Para entonces, Pau García Mila ya estaba embarcado en su actual proyecto, ideafoster, para el que, según nos cuenta, no ha necesitado recurrir a ningún tipo de financiación externa.
“Fue una época interesante y divertida”
Pau García Mila tenía 13 años cuando empezó a montar eyeOS. “Éramos un grupo de chavales que nos dedicábamos a algo que nos gustaba”, recuerda. Asegura que aquella aventura no les daba dinero. “Lo que nos generaba ingresos era hacer páginas web. Y todo lo que ganábamos lo quemábamos por la tarde en eyeOS, que era lo que de verdad nos gustaba”.
Sus dotes comunicativas le hicieron estar en el candelero mucho tiempo. Recibió varios premios y daba consejos en la revista de Red.es a jóvenes emprendedores.
Este emprendedor cree que la prensa se fijó en ellos porque coincidieron varias circunstancias a la vez, como la crisis económica que vivía España y la necesidad de poner como ejemplo a jóvenes emprendedores. “Muchas veces los medios buscaban historias” -asegura- y la suya cuajó. “Hoy hay miles de personas haciendo proyectos pero en aquel entonces éramos un grupo pequeño de personas. Nos encontrábamos los mismos en todos lados”, rememora.
Sin embargo, cree que en España nos quedábamos en la historia personal de quienes estaban detrás de eyeOS mientras que nuestros colegas en el extranjero se interesaban por la tecnología que había detrás del proyecto. “Nos costaba mucho que alguien explicara en qué consistía nuestra tecnología. Pensaban que era un sistema operativo”, recuerda.
El interés en la persona más que en la tecnología
Sin embargo, y aunque lo recuerda como “una época interesante y divertida”, no cree que tanta atención mediática se volviera en números contables. “Tanto interés de los medios no se tradujo en ventas porque la mayoría de nuestros clientes estaban fuera”, asegura.
Pau García-Milá asegura que no le afectó, ni en lo personal ni en lo profesional, que le llamaran niño prodigio de la tecnología
¿Ni siquiera le ayudó para vender su empresa a Telefónica? Pau García Mila cree que no. “Cuando empezamos a hablar con Telefónica toda la conversación era muy tecnológica. Tanto que yo muchas veces no iba a las reuniones, porque preguntaban cosas tan técnicas que yo no era capaz de responder”, asegura. “La prueba es que cuando Telefónica nos compró, yo me marché y se quedó el equipo técnico del proyecto”.
Algo que también recuerda de las conversaciones con IBM. “Estuvimos trabajando con ellos en un proyecto y se hablaba de si al negocio el interesaba la tecnología. Pero cuando llegaba la parte del folclore, entonces se hablaba de nosotros”, asegura riéndose.
Que hablen ¿aunque sea mal?
Pero Pau Garcia Mila también ha recibido críticas. Sonada fue también la polémica sobre unas declaraciones suyas sobre el 15M que, insiste, se tergiversaron.
Juan Riera consiguió, con apenas 10 años, la certificación de Microsoft Solutions Provider. Hoy es el CTO de un holding de empresas
Tras dar una charla en La Red Innova, El País publicó un artículo en cuyo titular este empresario arremetía contra el 15M. Él insiste en que sus palabras venían a decir justo lo contrario y, que, tras varias conversaciones con el periódico, el titular se modificó. “Yo lo que quería decir es que la culpa no era de los que están en Sol sino de los que no se mueven. Se tergiversó todo. Ese día aprendí a ser mucho más cuidadoso con todo lo que digo”.
También se han escrito artículos en los que se viene a decir que el único proyecto de Pau García Mila es él mismo y que no deja de ser un charlatán. “A nadie le gusta leer estas cosas”, reconoce, pero le quita importancia. “Claro que he fallado. Claro que he tenido empresas que han fracasado. Y seguramente tendré más fracasos”, alega.
En cualquier caso, asegura que el que se le colgara el sanbenito de niño prodigio no le ha afectado, ni para bien ni para mal, en su vida, ni profesional ni personal. “Ahora tengo 31 años y tengo dos hijos. Supongo que eso te hace ver las cosas con otra perspectiva y que la gente también te vea con otros ojos. Ya no me consideran ni millennial”, se ríe.
Juan Riera, un Microsoft Solution Provider con 10 años
Pero, además de Pau García Milá, en España hemos tenido a otros menores señalados como niños prodigio de la tecnología. A Juan Riera le llamaron el Bill Gates español. Y lo cierto es que fue el Microsoft Solutions Provider (acreditación que certifica a aquellas empresas capaces de proporcionar soluciones de cliente basadas en tecnología de Microsoft) más joven de nuestro país. Algo que consiguió cuando tenía 10 años.
A partir de ese momento, Juan Riera desarrolló su primer programa de gestión a medida en entorno Windows, concretamente para una imprenta de Manacor. Y un año después, en 1996, asistía a clases de programación de 1º de Informática en la Universidad de las Islas Baleares.
Fundó con apenas 13 años su propia empresa, Babysoft, dedicada al desarrollo de software de gestión empresarial a medida, así como IslaWEB, un proveedor de servicios de Internet orientado al mercado corporativo entre otros. Con 15 años, era el socio mayoritario de varias empresas que, según recogen algunos medios, facturaban 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros).
Jorge Izquierdo creó su primera app con 14 años. Con 20 consiguió recaudar 25 millones de dólares en menos de media hora para su startup
Incluso fue entrevistado por el Wall Street Journal y puesto como ejemplo de una nueva generación de emprendedores en Europa. En su perfil en LInkedin asegura que ejerce como responsable tecnológico en el holding de negocios, Soluciones Corporativas IP (SCIP), y que ejerce como CTO en DonDominio y ConectaBalear.
Joan Riera no ha querido contestar a nuestras preguntas para participar en este reportaje.
El desarrollador español más joven
Quien también ha declinado participar en este artículo es Jorge Izquierdo, que también tuvo su momento de gloria en los medios cuando, con solo 14 años, se convirtió en el desarrollador español más joven gracias a uRlate, una app que permite al usuario avisar si llega tarde (por ejemplo, porque ha habido un atasco). En aquel momento explicaba que la inspiración le llegó yendo al colegio un día de lluvia, cuando observó los enormes atascos. "Pensé: si esta gente llega tarde al trabajo, ¿qué excusa pone?".
A uRlate le siguieron otras app, como Mirror Widget, Showy o A++genda, una aplicación que informa a los alumnos cuando hay deberes pendientes, además de recordarles el horario de clase o desearles suerte para los exámenes. "Por la mañana voy a clase y por la tarde desarrollo aplicaciones móviles", afirmaba el joven creador.
Ahora es uno de los dos fundadores de Aragon, una startup que en mayo de 2017 logró recaudar 25 millones de dólares en sólo 26 minutos.
Se trata de un proyecto que pretende desintermediar la creación y el mantenimiento de las estructuras organizativas mediante el uso de la tecnología blockchain. La compañía asegura que se quiere capacitar a las personas en todo el mundo para administrar sus organizaciones de forma fácil y segura, permitiendo también que cualquier persona se convierta en emprendedor y administre su propia organización, para tomar el control de sus propias vidas.
Jorge Izquierdo ha recibido también el Thiel Fellowship, un programa de becas en el que, cada año, otorga 100.000 dólares a los 20 mejores talentos menores de 20 años de todo el mundo.
Es, de estos tres ejemplos de niños prodigio de la tecnología de nuestro país, el más joven y del que se sigue hablando más en los medios de comunicación.
¿Son realmente niños prodigio?
Los tres han recibido la atención mediática por su precocidad a la hora de mostrar su talento en la tecnología. Pero, ¿son realmente unas mentes privilegiadas? ¿Es justo catalogar así a estas personas?
Según la RAE, los niños prodigio son aquellos que tienen unas dotes excepcionales para alguna actividad científica o artística. Sin embargo, algunas asociaciones que aglutinan a niños prodigio y superdotados matizan esta definición.
Daniel Patón Domínguez pertenece a AEST (Asociación Española de Superdotados y con Talento para niños, adolescentes y adultos). Nos explica que los niños prodigio que, con el tiempo, desaparecen son precoces en tecnología, pero no superdotados. “Bill Gates es superdotado. Y casi todos los genios de la informática, como Linus Torvalds, son superdotados”, asegura.
Para entender un poco mejor estos conceptos, Patón detalla que, dentro de las altas capacidades, hay tres grandes grupos: precoz, talento y superdotado. El primero define a aquel niño que es muy bueno en una capacidad concreta pero que, con el paso a la adolescencia y la madurez, la pierde. Los talentos son aquellos que desarrollan alguna habilidad en terrenos concretos pero no destaca más que en eso. Mientras, los superdotados destacan (generalmente) en más de tres inteligencias (matemática, espacial, sensorial, artística, tecnológica...).
En su opinión, cada capital de provincia debería tener un Centro de Alto Rendimiento para personas con altas capacidades intelectuales, al igual que los hay para determinados deportes, con el fin de no desperdiciar todo este potencial. “Hay prejuicios para desarrollar las inteligencias, pero no para los deportistas”, se lamenta.
El problema, según este experto, es que esta superdotación muchas veces no se desarrolla, estimula ni potencia y acaba por desperdiciarse. “Si España quiere ser una potencia tecnológica, debe potenciar estos recursos humanos. Para ello, hay que detectar estos casos lo antes posible y no tener miedo a darles un entorno apropiado para que desarrollen esas capacidades”, manifiesta este experto.
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