El metaverso tendrá que esperar. Meta ha congelado las contrataciones de nuevos empleados en un intento de mejorar sus cuentas este segundo trimestre de 2022, según informa la CNBC, después de seis meses financieramente flojos que han sembrado la inquietud entre sus inversores. Una decisión que, inevitablemente, va a retrasar el desarrollo del mencionado universo digital, puesto que Mark Zuckerberg aseguró hace unos meses que necesitarían, al menos, 10.000 nuevos trabajadores para ello.
Una demora que, de prolongarse mucho, podría dar al traste con el megaproyecto de Zuckerberg, puesto que el metaverso se ha convertido en una máquina de quemar dinero que está lejos de dar beneficios en un momento en el que la compañía, por diversos factores (declive de Facebook, escándalos, multas y contexto económico mundial desfavorable), está teniendo cada vez peores resultados económicos.
Malos resultados. Desde que Zuckerberg anunciase su apuesta a todo o nada por el metaverso, los resultados de su compañía se han visto cada vez más resentidos. Durante el último trimestre de 2021 Meta tuvo un 8% menos de beneficios, y durante el primer trimestre de 2022 sus ganancias volvieron a caer, en este caso un 21%.
A pesar de todo ello, Meta sigue ganando dinero, pero mucho menos que antes. Así, mientras que en el último trimestre de 2020 sus ganancias crecieron un 58%, en ese mismo periodo de 2021 crecieron un 35% y en el primer trimestre de este año un 21%. Y esto no es todo, ya que los pronósticos internos de la compañía vaticinan que los beneficios seguirán hundiéndose durante este segundo trimestre de 2022.
Los responsables. Parte de la culpa de esa caída de los beneficios la tiene la ingente inversión que está realizando en el metaverso. En concreto, en los primeros tres meses de 2022 el desarrollo de este universo digital se tragó 3.000 millones de dólares sin reportar beneficio alguno. Aunque durante el anterior trimestre, el último de 2021, fue aún más voraz: devoró 10 mil millones.
Pero esta enorme inversión no es la única responsable de la desaceleración de los beneficios de Meta. La compañía se lleva enfrentando varios meses a una crisis de reputación importante, desde que se publicasen los Facebook Files, que ha alejado a algunos anunciantes de la empresa. Asimismo, los cambios de privacidad de Apple y la situación económica mundial también están afectando a sus ingresos publicitarios.
La cosa se puede poner peor. Al gasto del metaverso y el descenso de ingresos por publicidad, que continuarán durante 2022, se podría sumar un tercer factor que medraría aún más los beneficios de Meta: las multas. Los de Mark Zuckerberg se están enfrentando a dos nuevas batallas legales este 2022, una en Estados Unidos y otra en Reino Unido, que podrían salirles muy caras.
El juicio norteamericano. En Estados Unidos, el pasado 11 de enero un juzgado del Distrito de Columbia admitió a trámite una demanda antimonopolio de la Comisión Federal de Comercio de aquel país contra Meta, por la que el organismo estatal estadounidense denunciaba que la compañía tiene un monopolio ilegal en los servios de redes sociales al haber adquirido a dos rivales directos de Facebook, Instagram y WhatsApp, e integrar cada vez más unas plataformas con otras.
Este tipo de demanda contra Facebook, ahora Meta, no es nueva, ya que en 2020 el juzgado desestimó una de naturaleza parecida. Pero esta vez, en cambio, el juez ha considerado que las pruebas aportadas son más sólidas y detalladas que antes, por lo que la admite a trámite rechazando las alegaciones de los de Zuckerberg y permite que la justicia estadounidense investigue si, efectivamente, el conglomerado digital ejerce un dominio excesivo del mercado digital.
De esta forma, si la justicia estadounidense llega a la conclusión de que la empresa ejerce una posición monopolística en el mercado, podría obligarla a deshacerse de dos de sus negocios más rentables, en especial Instagram.
El juicio británico. Por otra parte, el 14 de enero se hizo público que la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido ha presentado una demanda colectiva contra Meta de cerca de 2.800 millones de euros por abusar de su dominio del mercado en las Islas Británicas para explotar la información de 44 millones de usuarios, según informa Reuters.
La demanda recoge que Facebook usó su posición dominante en el mercado de las redes sociales entre 2015 y 2019 para imponer términos y condiciones injustos a sus usuarios, a los que exigía la entrega de datos personales muy valiosos para acceder a la red social, dándole el poder a la empresa de Zuckerberg de explotarlos como quisiesen.
La solución: contratar menos. El metaverso seguirá devorando dinero y los problemas con los anunciantes parece que no se resolverán en lo que queda de 2022, en especial porque el bache de la economía mundial parece que no empezará a superarse, al menos, hasta 2023. Y a esto hay que sumar posibles sentencias judiciales que aumenten la sangría. Por todo ello, Meta ha decidido que la mejor opción para frenar la hemorragia es, por el momento, aparcar su ambicioso plan de contrataciones.
El metaverso se tambalea. Y ese freno a las contrataciones, de prolongarse mucho, podría poner en peligro el megaproyecto de Zuckerberg. Porque el desarrollo del metaverso es una carrera contrarreloj por varios motivos que precisa de mucha mano de obra: por una parte, Meta no puede permitirse perder entre 3.000 y 10.000 millones por trimestre indefinidamente en su desarrollo sin visos de ingresos, y por otra, porque los rivales van a apretar y la gran apuesta de la compañía para rentabilizar su inversión es llegar primero y comercializar múltiples aspectos de este universo digital.
Imagen | Anthony Quintano
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