Zuckerberg quiere simplificar Meta, "aplanar" su actual organigrama y reconvertirlo en un esquema más simple. Y eficiente. Quiere, en definitiva, podar un árbol jerárquico que ha ido creciendo a medida que lo hacía la propia empresa. En un contexto complejo, con un desplome de los beneficios del 41% el año pasado, el severo tijeretazo a la plantilla y una inversión milmillonaria en el Metaverso —la gran y de momento cuestionable apuesta personal de Zuckerberg—, la compañía ha querido replantarse su propia estructura interna. Y es normal que así sea. Al menos cuando se echa un vistazo a los organigramas que se filtran.
La idea está clara: que su personal sea más productivo… o se vaya.
"Aplanando" los organigramas. La noticia la avanzaba hace unos días Bloomberg: Meta está pidiendo a muchos de sus mandos intermedios que se reconviertan en colaboradores individuales, profesionales responsables de sus propios proyectos, centrados en tareas de codificación, diseño e investigación, pero sin otros empleados a su cargo. Dentro de la compañía el proceso tiene hasta un nombre, "flattening", que se podría traducir como "aplanamiento".
Una novedad no tan novedosa. A lo largo de las próximas semanas los gerentes de mayor responsabilidad se encargarán de trasladar la nueva directiva a sus subordinados, directivos de menor nivel, a los que se plantearía un escenario bastante simple, según precisa Bloomberg: o asumen el cambio o se les señalará la puerta de salida. La directriz quizás sea nueva. Su fondo, no. Zuckerberg reconocía hace no mucho, con los anuncios de despidos resonando en las Big Tech, que no era demasiado amigo de las jerarquías frondosas y los "jefes de jefes de jefes".
"No creo que queramos una estructura de dirección que implique tener a jefes dirigiendo a jefes, que a su vez también son responsables de otros jefes, y que estos últimos sean los que se encargan de dirigir al final a las personas que son las que hacen todo el trabajo". La reflexión la habría deslizado Zuckerberg en enero, durante una reunión interna de la que se hizo eco Command Line.
Pero… ¿realmente hay tanto directivo? Gergely Orosz, de Pragmatic Engineer, ayuda a hacerse una idea de lo alambicado que pueden ser los esquemas corporativos. Días después de que Bloomberg lanzase su exclusiva sobre los planes de Meta y tras charlar con algunos de sus ingenieros y directivos, Orosz publicó algunas notas. Destacan, en concreto, dos esquemas que reflejan las "cadenas reales" de mando que afrontan algunos colaboradores individuales.
"Hay organizaciones en las que los colaboradores individuales están a 10 u 11 niveles de Zuck [Zuckberger]. Esta es la cadena de información real y anonimizada de un ingeniero de software y un ingeniero de datos de Meta. Ambos ejemplos son atípicos en cuanto a su profundidad, pero muestran lo profundas que llegan a ser las jerarquías", compartía Orosz junto al dibujo de dos organigramas de Pragmatic Engineer que muestran cómo entre el técnico que realmente acaba ejecutando el trabajo y el CEO de la multinacional hay una decena de cargos intermedios.
Un poco de contexto. La decisión llega en un contexto clave, sin el que difícilmente puede entenderse el último paso de Meta. Hace solo unas semanas la multinacional compartía sus resultados de 2022, ejercicio que cerró con un beneficio neto de 23.200 millones de dólares. Si se compara con los resultados de un año antes el balance no es positivo: muestra una caída del 41%. Sus ingresos anuales marcaron 116.609 millones, un 1,1% menos que en 2021.
A finales de 2022 trascendían también los planes de la compañía de aplicar el mayor despido de su historia, con un tijeretazo de 11.000 empleos, el 13% de su plantilla. Aunque Zuckerberg justificó la medida por un error en la interpretación de cómo respondería el comercio electrónico tras la pandemia, el contexto es algo más complicado y rico en matice: la decisión coincide con la inversión millonaria que la empresa está destinando al Metaverso y su deseo de ser "líder en IA".
Más allá de Meta y Zuckerberg. Lo de la hipertrofia jerárquica no es un problema exclusivo de Meta. Como recuerda Vice, hace unos años la Escuela de Negocios de Harvard quiso calcular cómo sentaban los organigramas recargados a las empresas de Estados Unidos. Su conclusión, publicada en 2016, es relevadora: "Hay pruebas convincentes de que la burocracia supone un lastre importante para la productividad, resistencia e innovación de las organizaciones".
"Hay pruebas de que la burocracia supone un lastre importante para la productividad, la resistencia y la innovación de las organizaciones. Según nuestros cálculos, el coste del exceso de burocracia en la economía de EEUU asciende a más de tres billones de dólares en pérdida de producción económica, alrededor del 17% del PIB", recogían los investigadores, que tras estudiar las estadísticas concluían que había un gerente o administrador por cada 4,7 empleados. "Representan el 17,6% de la mano de obra y recibían casi el 30% de la remuneración total".
Imagen de portada: Anthony Quintano (Flickr)
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