Uno de los sectores más amenazados por la revolución tecnológica es sin duda el financiero. Las fintech (empresas de servicios financieros basados en tecnología digital) no solo están atrayendo ingentes inversiones, sino que empiezan a capturar cada vez más clientes. Ante este auge muchos empiezan a dudar de que la banca tradicional sobreviva a la próxima década.
Hace unas semanas nos hacíamos eco de cómo las tres principales fintech europeas (Revolut, Monzo y N26) están ganando 7000 clientes diarios. De estas, solo Monzo y N26 tienen una licencia bancaria completa, pero de momento Monzo no está disponible para clientes de fuera del Reino Unido. Esto deja a N26 como la principal alternativa a las cuentas bancarias tradicionales en países como España.
Desde Xataka nos hemos propuesto analizar los servicios de esta compañía. ¿Realmente puede N26 sustituir a nuestro banco desde el móvil? ¿tiene algo único que nadie más ofrezca en el mercado? en definitiva ¿estamos ante un hype o la banca debería comenzar a preocuparse seriamente?
No solo una cartera digital, sino una cuenta bancaria real
Uno de los mayores retos del sector fintech es pasar de ser un 'accesorio virtual' a desplazar a la banca tradicional como principal proveedor de servicios financieros para la población general. Las tarjetas virtuales son útiles para comprar en internet, pero en el supermercado necesitamos una de verdad. Las 'carteras digitales' pueden ayudar a gestionar nuestras finanzas, pero a la hora de la verdad hace falta un número de cuenta para recibir ingresos.
N26 ofrece ambas cosas de forma gratuita, lo que le hace destacar frente a competidores como Revolut (cuya versión gratuita ofrece tarjetas físicas pero no cuentas bancarias plenamente funcionales) o Bunq (donde sucede al contrario). Cada cliente de N26 tiene una cuenta bancaria registrada en Alemania, con un número IBAN que nos permite realizar transferencias y recibir ingresos como lo haríamos con cualquier cuenta bancaria tradicional porque es una cuenta bancaria tradicional (mientras que otros competidores ofrecen servicios aparentemente muy similares pero el usuario no es titular de una cuenta bancaria real sino de una cartera digital).
El detalle de tener una cuenta bancaria en Alemania no es trivial. N26 no es un banco alemán ofreciendo servicios en España (como por ejemplo ING, banco holandés que opera en España ofreciendo cuentas bancarias registradas en España), sino un banco alemán que opera oficialmente en Alemania y acepta clientes residentes en España. En el mundo virtual es un detalle irrelevante, pero tiene algunas consecuencias prácticas: desde el punto de vista fiscal, se trata de dinero depositado en el extranjero, que hay que declarar como tal siempre que supere los 50.000 euros. Eso también implica que la cuenta está regulada y protegida por las instituciones alemanas y su fondo de garantía de depósitos (que cubre 100.000 euros por persona y entidad, al igual que el español).
También hay que considerar que al ser el número de cuenta un IBAN extranjero a veces no va a ser aceptado en España (por ejemplo para domiciliar algunos recibos). En teoría no debería ser así, dentro de la zona única europea de pagos (SEPA) el IBAN es un identificador estándar que ha de ser aceptado independientemente del país de la UE al que pertenezca; pero en la práctica frecuentemente se exige que el número de cuenta sea español (por ejemplo, por culpa de software desfasado que aún usa el formato de los antiguos códigos de cuenta corriente españoles).
Tarjetas físicas gratuitas, aunque no virtuales
La versión gratuita de N26 ofrece una MasterCard de débito plenamente operativa, que se recibe por correo en la dirección indicada aproximadamente una semana después de solicitarla. Aparte de un original diseño transparente, es compatible con Apple Pay y se puede bloquear instantáneamente desde la app. La política de uso justo incluye cinco extracciones gratuitas mensuales en cajeros de todo el mundo, pero hay que tener en cuenta las comisiones adicionales que muchas entidades cobran por el uso de sus cajeros, con las cuales la entidad emisora de la tarjeta no tiene que ver, y que se han extendido bastante en España en los últimos años.
La versión gratuita requiere un compromiso mínimo de uso (al menos nueve pagos con tarjeta cada tres meses), de lo contrario se cobra una comisión de mantenimiento pasado ese tiempo. La versión premium (5,90 € al mes) incluye una tarjeta 'black' sin compromiso de uso mínimo y sin comisiones de cambio al extraer moneda extranjera. Lo más interesante de esta opción es el paquete de seguros asociado (de viaje, de robo de móviles y de robo de efectivo en cajeros). N26 está preparando además el lanzamiento de una exclusiva tarjeta metálica, elaborada en tungsteno, aún no disponible.
Una función que ofrecen algunos competidores y no está presente en N26 es la posibilidad de crear tarjetas virtuales bajo demanda para realizar pagos por internet. Por otro lado, Cash26, el servicio de cashback en comercios (que sería muy útil para evitar las comisiones que cobran muchos bancos por usar sus cajeros) está disponible solo en Alemania, sin visos de ser extendido a España por el momento.
Manejando todo desde el móvil… pero no solo desde el móvil
Como es habitual en estos casos, N26 ofrece una interfaz muy cuidada y fácil de usar, bastante minimalista en comparación con otros competidores, y adaptada a los últimos avances como FaceID. Como contrapartida a su sencillez, las funciones de gestión financiera de la app de N26 no son excesivamente avanzadas, más allá de las estadísticas de gasto (en línea con los productos ofrecidos, sencillos y estandarizados).
Una ventaja de N26 frente a otros competidores es que no es solamente una app móvil, sino que tiene una interfaz web desde la que también se pueden acceder a todas las funcionalidades, con opciones extra como la descarga de extractos informativos en PDF o la desincronización de dispositivos móviles asociados.
Si nos registramos como residentes en España, veremos que hay opciones no disponibles (como por ejemplo, la opción 'ahorro', que promete intereses de hasta el 1,6% anual). Se trata de productos ofrecidos por terceros que no tienen presencia en todos los países en los que opera N26. Aunque prometen 'trabajar duro' para extender estas opciones a todos los clientes, no hay fechas concretas para ello.
Los planes de N26 para conquistar Europa
Nos hemos puesto en contacto con N26 para conocer sus planes de expansión y las novedades que podemos esperar en un futuro cercano. Su director de mercados internacionales, Alexander Weber, se vanagloria de ser nada menos que "el primer banco móvil paneuropeo" así como de haber alcanzado medio millón de clientes en apenas dos años "basándose en recomendaciones de clientes existentes a sus amigos".
Weber nos habla además de las alianzas de N26 con otras fintech para diversificar su abanico de productos. Por ejemplo, la asociación con el marketplace de depósitos a plazo fijo Raisin permite a N26 ofrecer a sus clientes alemanes tasas de interés superiores a los de la banca tradicional, un servicio que se ha extendido recientemente a Austria, mientras que en Francia ofrecen préstamos en colaboración con Younited. Sin embargo, N26 no tiene planes concretos de extender estos servicios a sus clientes españoles: "dependiendo de la demanda en otros mercados estamos abiertos a estudiar su expansión". Un servicio que sí está disponible para clientes españoles son las transferencias en moneda extranjera con las competitivas tasas de cambio ofrecidas por TransferWise.
Preguntados por su estrategia para dar el salto desde la clientela 'techie' a los sectores mayoritarios de la población, N26 no comenta planes concretos pero dice inspirarse en AirBnB y Spotify: "creemos que usar servicios bancarios debería ser tan fácil y agradable para nuestros clientes como escuchar música o reservar unas vacaciones en sus aplicaciones favoritas". Pese a las buenas intenciones, está por ver si eso es suficiente para diferenciarse en un mercado donde la competencia es feroz, y donde muchos grandes bancos tradicionales están desarrollando cada vez mejores apps y servicios digitales.
Quizá la gran ventaja que, de momento, presenta N26 frente a otros bancos sin comisiones es la sencillez para abrir una cuenta y recibir una tarjeta. Hemos comprobado como el proceso de identificación se puede realizar completamente a través de la app sin ningún papeleo físico, en una videollamada en la que nos atienden en castellano. Por lo demás, N26 es un banco móvil con gran potencial para ser uno de los vencedores en la batalla europea de las fintech, aunque de momento, al menos en España, lo tiene complicado para salir del nicho de 'segundo banco'.
Pero ¿cómo gana dinero N26?
El modelo de negocio de la banca tradicional es beneficiarse de la diferencia de tipos de interés entre el dinero prestado (hipotecas y créditos) y el depositado (cuentas corrientes y depósitos a plazo), a lo que se le añaden las comisiones de servicio (por ejemplo, por transferencias a otros bancos o cambios de divisa) o por venta de productos de terceros (pólizas de seguros o fondos de inversión). Pero la nueva hornada de bancos digitales a la que pertenece N26 generalmente no ofrece préstamos ni hipotecas – y en cualquier caso, en el contexto actual los márgenes de interés que obtendrían son minúsculos.
Entonces, ¿cómo logran ingresos? la primera clave son las tarjetas. Siguiendo la estela marcada por Simple (pionero norteamericano de la banca digital actualmente propiedad del BBVA), bancos como N26 ofrecen tarjetas gratuitas a sus clientes y reciben parte de la comisión asociada a cada pago que el cliente realiza con ellas. Ese es el motivo fundamental por el que la versión gratuita de N26 exige que el cliente realice al menos 9 pagos trimestrales con la tarjeta proporcionada Desde N26 nos aclaran que desde febrero de 2018 ya no es requisito el tener que hacer esos 9 pagos trimestrales. Otra fuente de ingresos es la venta de productos de terceros, de ahí los mencionados partnerships con Raisin o Younited.
Aún así, operar un banco no es barato, y menos aún con el modelo freemium que propone N26. Está aún por ver si el modelo de negocio del banco digital alemán es rentable. Al no ser una compañía cotizada no tienen obligación de destripar sus cuentas al público, lo que genera ciertas dudas sobre la capacidad de generar beneficios de N26. A esta opacidad se le suman episodios como el acaecido hace un par de años, cuando N26 cerró cuentas de cientos de clientes por "actividad sospechosa", que en muchos casos simplemente consistía en un uso intensivo de cajeros automáticos (un servicio que siempre resulta muy caro para el banco emisor de la tarjeta cuando el cajero utilizado pertenece a un competidor).
Pese a las dudas, teniendo en cuenta el ritmo de adquisición de clientes y las expectativas generadas, habrá que estar atentos a la evolución de N26. Junto a competidores como Revolut o Bunq prometen dar más de un quebradero de cabeza a la banca tradicional europea. Aunque siempre desde un sano escepticismo: tal como dice el nuevo director de innovación de ING, uno de los bancos tradicionales con más reputación de rupturista, a la hora de hablar de los nuevos bancos digitales… ¿dónde está la rentabilidad?
En Xataka | Atención bancos tradicionales: estas alternativas fintech están captando 7000 clientes al día en Europa
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 36 Comentarios