No hay servicio de habitaciones y hasta tienes que llevar tu propia toalla, pero se ofrecen habitaciones por días como el resto de pisos turísticos. No son hoteles ni Airbnbs, sino residencias de estudiantes. En plena escalada de precios por dormir fuera, las residencias de estudiantes se están posicionando como una de las opciones más baratas.
Las residencias de estudiantes coquetean con los turistas. El problema es que algunas de estas residencias de estudiantes no se enfocan únicamente en estudiantes de larga duración. En ciudades como Dublín o Barcelona están proliferando la aparición de residencias de estudiantes enfocadas en estancias de corta duración, para estudiantes que por ejemplo quieran visitar a sus amigos o simplemente para turistas a quienes no les importe prescindir de ciertos servicios.
Morgan Stanley ha visto una oportunidad de negocio. Detrás de este fenómeno del auge de las residencias de estudiantes hay inversores que saben bien lo que hacen. En 2021, Morgan Stanley anunció la creación de una empresa conjunta con Global Student Accomodation (GSA) para coordinar una cartera inicial de 15.000 camas en Estados Unidos.
El banco estadounidense vio un sector en recuperación y encontró en GSA "una oportunidad escalable y un socio de primera clase". El resultado fue una 'joint venture' de 4.000 millones de dólares, The Dot Group, enfocada en la inversión de inmuebles para dedicar a residencias de estudiantes.
Yugo, la empresa que está conquistando el mercado de las residencias de estudiantes. En abril de 2024, The Dot Group anunció la adquisición de CRM Students, con 27.000 camas, para convertirse en la empresa gestora de residencias de estudiantes más grande de Europa. En total, el grupo tiene presencia en más de 180 ciudades y 35 países.
El nombre de The Dot Group no es conocido. Su marca comercial es Yugo, empresa global que se ha convertido en poco tiempo en el mayor operador de residencias de estudiantes.
En España ya ofrecen más de 10.000 plazas. Según explica Joe Persechino, Chief Operating Officer (COO) de Yugo a El Economista, en España Yugo aspira a tener más de 20.000 camas. Actualmente cuenta con la mitad, repartidas en unas 12 residencias distribuidas por algunas de las principales ciudades españolas: Madrid, Barcelona y Sevilla, además de Granada, Pamplona, Sabadell y Salamanca.
30 años persiguiendo la idea de rentabilizar el sector de las residencias de estudiantes. Detrás de Yugo se encuentra Nicholas Porter, CEO de The Dot Group. Este empresario inglés ubicado en Dubai lleva más de 30 años invirtiendo en el sector de las residencias de estudiantes y con Yugo está materializando su idea de construir una empresa gran gestora mundial especializada en este tipo de alojamiento.
Yugo nació tras la fusión de tres operadores internacionales: The Student Housing Company (Reino Unido), Nexo Residencias (España) y Uninest Student Residents (EEUU).
“Nuestro objetivo estratégico es crear la empresa líder mundial en el sector de residencias para estudiantes. Estamos forjando nuevas relaciones y esperamos ofrecer una oferta mejorada a las partes interesadas clave: inversores, bancos, universidades y, sobre todo, a los clientes estudiantes a lo largo de su trayectoria educativa”, describe el fundador de Yugo.
Residencias de estudiantes, una especie de complejos hoteleros baratos. La inversión de Yugo ha llevado a construir grandes residencias de estudiantes, con miles de camas. En el caso de Yugo, las estancias se ofrecen con un periodo mínimo de tiempo. Sin embargo, según ha podido comprobar Xataka en múltiples residencias ofrecidas, estos mismos alojamientos para estudiantes también se ofrecen a través de distintos operadores, sin la limitación del periodo mínimo.
Estas grandes residencias de estudiantes disponen de su propia recepción, se hace check-in y se ofrecen en webs como Booking a precios muy económicos. Una vuelta de tuerca a los pisos turísticos, esta vez enfocados en "estudiantes" que quieren visitar distintas ciudades.
En Xataka | Dormzilla, el megalómano plan de residencia de estudiantes de California que aterroriza a los arquitectos
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