Ante el estado actual de la economía y el temor a la recesión, algunas compañías tecnológicas han optado por despedir a sus trabajadores. Es el caso de Meta, que ha anunciado un recorte del 13% de su plantilla, y el de Twitter, adquirida recientemente por Elon Musk, que ha anunciado el despido de 3.700 personas, casi la mitad de toda su fuerza de trabajo. Si bien es cierto que, en medio del caos generado, la compañía del pájaro azul ha contactado con algunos de los empleados despedidos para pedirles su reincorporación, la red social está viviendo una transformación acelerada. Así se percibe a través de un correo enviado por Musk esta semana a los trabajadores y de la primera reunión que ha mantenido con los mismos.
Vuelta a la oficina. Según reveló Bloomberg, Elon Musk envió este miércoles, a las 2:30 de la mañana, un correo electrónico dirigido a sus empleados en el que les anunciaba que el trabajo remoto ya no estaba permitido, salvo excepciones que serán enviadas por los managers al propio Musk y que él mismo revisará. El mensaje señalaba que el camino por delante es “arduo” y que requerirá “un trabajo intenso” en caso de querer “obtener éxito”. Además, informaba de que, a partir del jueves, toda la plantilla restante estaba emplazada a acudir a la oficina por un mínimo de cuarenta horas semanales.
Graves consecuencias. Ese día, Musk se reunió con los trabajadores de Twitter. En ella, según reveló The Verge, el magnate sudafricano quiso explicar mejor su posición respecto al teletrabajo: “Básicamente, si puedes aparecer en la oficina y no apareces en la oficina: dimisión aceptada. Fin de la historia”. De esta forma finaliza el teletrabajo en Twitter, ocho meses después de que Parag Agrawal, anterior CEO de Twitter, confirmara que la compañía continuaría permitiendo trabajar a distancia a aquellos empleados que así lo desearan.
Menos descanso. Otro de los cambios introducidos por el multimillonario fue la eliminación de la política ‘Days of rest’ establecida en 2020, en uno de los peores momentos de la pandemia, por Jack Dorsey, fundador de Twitter y CEO de la compañía en aquel momento. El objetivo era reducir el estrés laboral, por lo que se animó a los trabajadores a no establecer reuniones en algunos días durante la semana, y se incluyó un día libre adicional al mes para descansar.
Modelo Musk. Y es que es notoria la falta de cuidado y atención que tiene Elon Musk hacia los trabajadores. En 2017, The Guardian publicó un reportaje sobre las condiciones de trabajo de la fábrica de Tesla ubicada en Fremont, California (EE.UU), en el que se indicaba que, desde 2014, las llamadas al servicio de ambulancias habían superado la centena debido a los síntomas de fatiga, desmayos y dolores de pecho experimentados por los empleados durante aquellos años. De hecho, entre 2013 y 2016, los incidentes de salud de los trabajadores de Tesla habían superado la media nacional. A ello contribuyeron las largas jornadas de trabajo que, antes de la modificación en octubre de 2016, llegaban a las 12 horas diarias, 6 días a la semana.
La suscripción como idea principal. Tanto en el correo electrónico como en la reunión, Musk habló del nuevo rumbo que tomará Twitter. En el mensaje, el CEO de Tesla informó de que, en un contexto económico complicado, la dependencia en la publicidad de marcas hacía vulnerable a la compañía. Por ello, estableció como “prioridad” el desarrollo de la suscripción por valor de ocho dólares mensuales para aquellos usuarios que quieran tener su cuenta verificada. Según Musk, la mitad de los ingresos de Twitter deberán provenir de las suscripciones para asegurar así la supervivencia en la “inminente” recesión económica.
Servicios bancarios y vídeos. Por otro lado, en la reunión que mantuvo con los trabajadores, Musk informó de otros cambios, como incluir en Twitter una herramienta de servicios bancarios, que funcione vinculando la tarjeta de débito de los usuarios a su cuenta y cuyas transferencias se puedan realizar de forma similar a como se envían los mensajes directos. Además, habló de la opción de convertir Twitter en una plataforma de vídeos similar a YouTube y Tik Tok. ¿Cómo? Mejorando la visualización audiovisual, estableciendo anuncios -que no aparecerán en los casos de los usuarios suscritos- en los vídeos y, con el dinero obtenido por la publicidad, pagando mejor que YouTube y TikTok a los creadores de contenido.
Preocupación en la ONU. Es evidente que los cambios que Elon Musk está llevando a cabo en Twitter están generando mucha inquietud, incluso a nivel internacional. La ONU publicó una carta abierta dirigida al magnate en la que le instaba a respetar los Derechos Humanos, después de que todos los miembros del departamento de DDHH fueran incluidos entre los 3.700 trabajadores despedidos recientemente. Las Naciones Unidas criticaron, además, la reducción a dos miembros del equipo de ética integrado en el departamento de Inteligencia Artificial.
Al habla Biden. En la rueda de prensa celebrada al día siguiente de las elecciones legislativas estadounidenses, al presidente Joe Biden le preguntaron si Elon Musk era una amenaza para la seguridad nacional, teniendo en cuenta la posible participación de Arabia Saudí en la compra de Twitter por parte del magnate. Biden contestó que merecía la pena observar las relaciones técnicas y cooperativas de Musk con otros países.
Inquietud francesa. No es el único Jefe de Estado preocupado por Elon Musk. El presidente galo, Emmanuel Macron, anunció ayer en Twitter la puesta en marcha del Laboratorio de Protección Infantil Online, una organización que busca proteger a los niños en internet. En su hilo mencionó al dueño de Tesla, preguntándole si el pájaro azul protegería a los niños. La respuesta de Musk fue: absolutamente.
Imagen: Flickr
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