España está sumida en una acalorada negociación sobre la implantación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas en enero de 2025 sin afectación salarial para los trabajadores.
Al otro lado del Mediterráneo la discusión es muy diferente. En Grecia ha entrado en vigor una nueva ley que permite a las empresas organizar la jornada laboral de sus empleados en seis días laborables en lugar de los anteriores cinco, y extender su jornada a 48 horas semanales.
Ampliación de jornada laboral a seis días. La nueva normativa helena, que entró en vigor el 1 de julio, tiene el objetivo oficial de dinamizar los sectores productivos de la industria con flujo de trabajo continuo, al tiempo que se reduce la economía sumergida y se incrementan los ingresos que reciben los empleados.
La medida, conocida como “Ley Georgiadis”, anterior ministro de trabajo y actual ministro de sanidad, contempla que los empleados de las fábricas de producción continua, en la que ya existen varios turnos que cubren las 24 horas durante todo el año (como la industria del automóvil, por ejemplo), puedan trabajar seis días y 48 horas a la semana.
La normativa abre la puerta a que otras empresas que no encajan en ese perfil de flujo de trabajo continuo puedan acogerse a la ampliación si se ven superadas por un incremento puntual en la carga de trabajo.
Ampliar la jornada de forma excepcional, que puede convertirse en norma. Por el momento, la “Ley Georgiadis” se aplicaría de forma excepcional en momentos puntuales de carga de trabajo. Sin embargo, tanto sindicatos como la oposición creen que, en realidad, la normativa se aplicará de forma regular estableciéndose como la norma general, ampliando de facto la jornada laboral en Grecia.
Un día más, pero no es un día cualquiera. Ampliar la jornada laboral no saldrá gratis a aquellas empresas que la apliquen. El día adicional de trabajo deberá ser remunerado con un incremento del 40% con respecto a un día ordinario por esas ocho horas.
Además, si el sexto día laboral coincide con un domingo o un festivo, el incremento salarial asciende hasta el 115% con respecto a un día ordinario, según publica el medio griego OT.
Reducir la economía sumergida. Según publicaba el medio griego Skai, Kostis Hatzidakis, ministro de Economía y Finanzas, defendía que la medida iba a reducir la economía sumergida. Según el responsable de economía, la norma flexibiliza la jornada laboral para reducir el número de horas extra no declaradas (ni cotizadas) de las empresas y así proteger a los empleados. La medida no va a contar con una fiscalización incrementando las inspecciones laborales, por lo que dependerá de la buena voluntad de los empresarios su cumplimiento.
Sin embargo, la ley no solo se aplicará al sector privado, sino que también afectará al sector público en corporaciones municipales y regionales, así como a empleados de empresas públicas. Eso hace que se desmonte el argumento del ministro para reducir las horas extra.
Vía libre al pluriempleo. El nuevo marco de la normativa laboral abre la puerta a que, si un empleado tiene un contrato de ocho horas, pueda tener un segundo contrato de hasta cinco horas, aunque este no podrá superar los cinco días por semana. Es decir, un empleado puede trabajar hasta 13 horas al día de forma legal.
De este modo, la norma busca dar salida legal a aquellos empleados que quieren complementar su salario con un segundo empleo, evitando la economía sumergida. Grecia tiene un salario mínimo de 830 euros y un coste de la vida similar al de España.
Una medida que no viene sola. La nueva ley del trabajo en Grecia no llega sola, sino que lo hace acompañada de una serie de reformas que endurecen el derecho a la huelga de los trabajadores, calificando de “violencia psicológica hacia los trabajadores” a los piquetes, fijando penas de prisión de hasta seis meses para quienes participen en ellos.
Además, la norma amplía el periodo de prueba de los contratos indefinidos hasta los 12 meses permitiendo su rescisión con despido libre, sin preaviso y sin indemnización. También se crea un nuevo contrato de cero horas, por el que una empresa puede mantener de guardia a un empleado durante meses sin garantizar su contratación durante ese tiempo y, de producirse, obligarle a aceptar sin preaviso las condiciones fijadas por la empresa.
Imagen | Unsplash (dole777, Johan Mouchet)
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