Portugal está buscando un nuevo incentivo para su economía: ser el mejor país del mundo para relocalizar la producción

  • Portugal se posiciona como el país del mundo más interesante para relocalizar la producción de empresas extranjeras

  • El nearshoring utiliza a países con bajos costes laborales y logísticos para producir bienes y servicios, para luego distribuirlos a mercados cercanos. En el caso de Portugal, a Europa

Portugal
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Portugal fue un caso de éxito en atracción de inversiones cuando tras la pandemia puso en marcha su plan para atraer a nómadas digitales, inversores en criptomoneda y jubilados adinerados. Sin embargo, este modelo se ha revelado como un foco de problemas, por lo que el país ha optado por convertirse en un paraíso para el nearshoring en Europa.

Nearshoring: el patio trasero más rentable para las empresas. El Nearshoring es una estrategia empresarial en la que las empresas trasladan parte de su producción o servicios a países cercanos, su sede con menor coste productivo, en lugar de externalizarlos a lugares más distantes como Asia o América.

La idea es acercar las operaciones a la sede principal o a los mercados a los que se venden sus productos, aprovechando ventajas como menores costos logísticos, diferencias horarias y una mayor facilidad para gestionar el proceso de producción o la prestación de servicios. Un ejemplo de esta práctica es México. Empresas como Tesla quieren usar el país como “patio trasero” para reducir costes de producción con un mínimo incremento en costes de logística para llevar sus productos al mercado norteamericano o al resto del continente.

Bajos salarios, precio de suelo asequible y Europa. Tal y como apuntaban desde Activos, según los datos del último trimestre publicados por la Comissão de Coordenação e Desenvolvimento Regional do Norte (CCDR-N), la mitad del empleo generado en Portugal se debió a las empresas del norte, impulsadas por la llegada de nuevas industrias, mejoras en infraestructuras y el crecimiento del turismo.

Pese a este crecimiento, debido en parte a la llegada de nuevas empresas de origen extranjero, los salarios de los empleados no han experimentado un incremento significativo. Esto ha colocado a Portugal en clara ventaja de competitividad con respecto a otros países europeos. De acuerdo a este informe, el empleado de una fábrica industrial gana de media unos 937 euros netos al mes, mientras que las empresas de actividades logísticas pagan un salario promedio de 1.227 euros netos.

Portugal es un enclave empresarial estratégico. Este contexto confirma que Portugal sigue siendo un país low cost en términos empresariales. Es decir, producir un bien en Portugal resulta más económico que hacerlo en España, Francia o Alemania.

El informe Nearshoring Index 2024 elaborado por Savills revela que Portugal se ha convertido en el país más atractivo del sur de Europa y el número uno a nivel mundial para la relocalización de producción. De ese modo, Portugal toma la delantera a países con mayor tradición en esta práctica empresarial como República Checa o Polonia. España ocupa el noveno lugar de este ranking.

Factores de éxito para Portugal. Según el informe, Portugal se destaca por ofrecer una combinación de costos bajos, resiliencia, y acceso al mercado europeo. Tiago Cortez, asociado del área I&L Investment de Savills, asegura:  "el país ha logrado avances magníficos, con una mayor independencia energética, un mix energético con los mayores niveles de incorporación de renovables combinado con un contexto político de relativa estabilidad y mano de obra cualificada. Además, su posición geográfica le permite atender muy rápidamente tanto al mercado europeo como al americano".

Galicia ya ha hecho las maletas. Muchas de las nuevas empresas extranjeras que se habían afincado en el norte de Portugal a las que hacía referencia el informe trimestral de la agencia CCDR-N son españolas y, particularmente, gallegas. Estas empresas, ya afincadas en Galicia, han apostado por desplazar sus inversiones unos kilómetros al sur e invertir en el país vecino, en lugar de crecer de forma local. Según datos de La Opinión de A Coruña, Galicia recibió 18 millones de euros en inversión portuguesa durante el primer trimestre del año, mientras que las inversiones de empresas gallegas en Portugal superaron los 2.877 millones de euros.

Uno de los ejemplos más notables de este fenómeno fue la disputa que durante meses tuvieron España y Portugal por ser la sede para la macroplanta de componentes de la empresa china Citic Dicastal. Este proyecto suponía una inversión directa de 180 millones de euros y más de 600 empleos. Finalmente, el norte de Portugal se adjudicó la victoria.

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Imagen | Pexels (Rich Howard, Frans van Heerden)

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