Algunos factores como la inflación, la crisis energética, la subida de tipos de interés y el temor a la recesión han hecho que numerosas empresas, que en un primer momento habían realizado una apuesta por modelos de trabajo menos presenciales, hayan visto en el tradicional formato presencial una solución para cualquier eventualidad económica. En este sentido, algunas compañías tecnológicas como Twitter o Snap, han decidido modificar su política de trabajo a distancia, eliminándola en el primer caso y reduciéndola en el segundo.
Paralelamente se siguen realizando estudios en relación al teletrabajo. Recientemente, la Oficina Nacional de Investigación Económica, organización estadounidense, ha publicado un estudio acerca del tiempo que los teletrabajadores ahorraron entre 2021 y 2022 al no tener que desplazarse a su centro de trabajo.
Más de una hora extra. Según el informe titulado ‘Ahorro de tiempo trabajando desde casa’, entre 2021 y 2022, los teletrabajadores que participaron en la investigación ahorraron de media 72 minutos diarios al no tener que desplazarse a ningún lugar para realizar su labor profesional. El estudio, realizado en 27 países, analizó el tiempo de desplazamiento de las personas que trabajaron desde casa en algún momento de la pandemia, comparándolo con los niveles de teletrabajo de sus respectivos países. Además, empleó métodos de análisis estadísticos regresivos para cruzar los datos relativos a la edad, el género y la educación entre los diferentes países.
Los teletrabajadores chinos ahorran más tiempo. Adicionalmente, el estudio indica que China, Japón e India son los países donde más tiempo ahorraron los asalariados que trabajaron en su domicilio: 102, 100 y 99 minutos respectivamente. Por otro lado, los teletrabajadores de Serbia, Polonia y Estados Unidos son los que menos tiempo empleaban en acudir a su oficina, pues ahorraron 51, 54 y 55 minutos respectivamente. Además, en 23 de los 27 países, el tiempo ahorrado por los profesionales fue superior a los 60 minutos.
Diferencias a nivel educativo y económico. El estudio también señala que cuanto mayor es el nivel académico y económico, más tiempo ahorran los teletrabajadores al quedarse en casa. En otras palabras, las personas con educación superior emplean más tiempo en desplazarse a su lugar de trabajo que aquellas con educación primaria o secundaria. Concretamente tardan, de media, diez minutos más.
Además, hay que decir que los teletrabajadores con altos niveles educativos y económicos destinan más porcentaje de su tiempo extra al ocio que aquellos profesionales con menor nivel académico.
A qué se destina el tiempo extra. Por otro lado, existen diferencias en cuanto al destino de ese tiempo ahorrado. De media, los teletrabajadores de los 27 países analizados destinan un 40% a más trabajo, ya sea en su puesto de trabajo principal o en otro extra; el 34% se emplea en ocio y el 11% en tareas de cuidados. Es preciso señalar, no obstante, que los profesionales en Malasia, Singapur y Taiwán destinan el 53% del tiempo ahorrado en más trabajo, mientras que los teletrabajadores de Alemania, Grecia, Japón, Italia, Polonia y España destinan a esa actividad menos del 35% de su tiempo ahorrado.
Los teletrabajadores europeos quieren ocio. Adicionalmente, los profesionales de Austria, España y Alemania usan más del 40% de su tiempo ahorrado en ocio. En cuanto a las diferencias relacionadas con los cuidados, los trabajadores de Singapur y Corea del Sur usan el 6% de su tiempo extra a esta actividad, mientras que los profesionales de Grecia, Italia, Polonia y Serbia destinan más del 15%.
La brecha de género. Por otra parte, existen diferencias en el uso que hacen los hombres y las mujeres del tiempo ahorrado. Por ejemplo, los hombres destinan más tiempo al trabajo y al ocio que las mujeres, mientras que ellas emplean más tiempo en las tareas de cuidados y del hogar. Se trata de una realidad que evidencia la existencia de la brecha de género entre los trabajadores a distancia: según un estudio publicado por la editorial John Wiley, el porcentaje de teletrabajadoras que afirmaban realizar tareas del hogar era del 87,9%, mientras que el de teletrabajadores era del 74%.
Beneficios a nivel económico y medioambiental. Los investigadores concluyen que el teletrabajo, además de mejorar la calidad de vida de los teletrabajadores, reduce el consumo de energía y la contaminación. Adicionalmente, señalan que es una buena herramienta para “mejorar la resiliencia económica y social” en caso de algún desastre, como una pandemia. Por otra parte, también apuntan a los desafíos que el teletrabajo puede plantear para la tradicional organización de las ciudades.
Imagen: Pixabay
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