Tras un primer artículo en el que revisamos qué habían estudiado los líderes de las principales empresas tecnológicas del mundo, había que echar la vista dentro de nuestras fronteras. Lejos del glamur de Silicon Valley, en España hay varias compañías que también mueven millones y millones de euros y su renombre alcanza cotas internacionales. Desde Telefónica hasta Indra, pasando por BQ o Iecisa, ahora toca repasar a las carreras de los principales abanderados de estas entidades, unas personas que en algunas ocasiones llevan un perfil bajo, poco dado a las grandes historias ni a las entrevistas ampulosas.
Con el objetivo de poder seleccionar las empresas con un criterio lo más objetivo posible, hemos escogido a aquellas que mayor facturación registraron en su último año fiscal, en este caso 2017, según el listado de Computer World. De entre todas las que aparecen en el ranking solo se han tenido en cuenta aquellas entidades españolas de carácter tecnológico que se enfocan a la consultoría o el desarrollo e implementación de las mismas, pero no a aquellas encargadas de la venta de productos.
José María Álvarez, de Telefónica
José María Álvarez-Pallete fue designado sucesor de César Alierta a mediados de abril de 2016. Su entrada en el gigante de las telecomunicaciones tuvo lugar a finales del siglo XX, en 1999, en el puesto de director general de Finanzas de Telefónica Internacional y su ascenso ha sido imparable hasta convertirse en el presidente de la empresa poco después de pasar la barrera de los 50 años.
Nacido en la capital española, Álvarez-Pallete estudió Ciencias Económicas en su ciudad natal, en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero antes se inició en el mundo de los números en Bélgica, en la Université Libre de Bruxelles (ULB). En territorio valón solo pasó un año, entre 1981 y 1982, cuando tomó un viaje en dirección inversa para continuar con sus estudios en España.
Tras acabar la carrera, entró en la compañía Arthur Young Auditores, donde permaneció poco más de más de un año antes de partir a Benito y Monjardín, donde pasó los siguientes seis. Sin embargo, Álvarez-Pallete pudo compaginar su trabajo con los estudios y continuó formándose: en 1998 completó un máster en International Management Programme, en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE); y en 2009 terminó una diplomatura de Estudios Avanzados en la rama de Economía Internacional, también en la UCM.
Meinrad Spenger, de MASMOVIL
Acostumbrados a las noticias sobre la fuga de talentos desde España a otros países, el caso de Meinrad Spenger es uno totalmente opuesto que halló en España el sitio idóneo para construir otro de los gigantes tecnológicos más importantes de este país. En total, MASMOVIL facturó 1.301 millones de euros en 2017, con una plantilla de 500 empleados y una mejora -respecto a 2016- del 15’45 por ciento, pero sus comienzos se remontan a lejana Austria.
Spenger, de padres maestros, nació en Seckau -una población de apenas 1200 habitantes- y no tardó en hacer las maletas para estudiar Derecho en la Universidad de Graz, a apenas una hora de su casa. Sin embargo, fue en Trieste (Italia) donde terminó la carrera. Tras acabarla, emprendió un viaje a Madrid para hacer un máster en Administración y Dirección de Empresas que volvió a finalizar en Italia.
Tras rematar sus estudios con el primer puesto de su promoción en España, pasó seis años trabajando en McKinsey & Company como consultor antes de dar el paso de fundar Grupo MASMOVIL en Madrid, junto a su socio Christian Nyborg. Desde su creación en 2006 ha sido CEO de la división MASMOVIL, un cargo que compatibiliza desde 2014 como presidente de toda la entidad. Durante el último año registrado, 2019, la compañía consiguió unos resultados netos de 93 millones de euros, un 32% más que el año anterior.
Alberto Méndez, de BQ
La historia de Alberto Méndez es posiblemente una de las más similares a lo que estamos acostumbrados al otro lado del Atlántico. El español empezó una Ingeniería Superior de Telecomunicación en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) siguiendo su gran pasión: el mundo de la tecnología. Con 24 años fundó junto a otros cinco estudiantes una startup (MemoriasUSB) dedicada a la personalización de memorias USB en un pequeño local en la propia UPM. En poco tiempo se convirtió en una empresa importante gracias a que cambió su modelo de negocio y comenzó a producir sus propios productos en China.
Actualmente, Méndez es el CEO de Mundo Reader, S.L., pero no fue hasta 2010 cuando tomó su nombre actual. Antes, en 2009 lanzó Booq con el objetivo de diversificar su negocio y entrar esta vez en el mundo de los ereaders (los dispositivos donde se pueden leer los ebooks). Esta nueva aventura comercial desembocó en una asociación con Luarna y Star Tic Innovación que llevó a la creación de la actual Mundo Reader, S.L.
Siempre bajo la dirección de Méndez, en apenas ocho años el grupo ha convertido su primer ereader en una marca internacional conocida como BQ que fabrica móviles, tablets, impresoras 3D y todo tipo de aparatos electrónicos. Su expansión internacional le ha permitido facturar 190 millones de euros en 2017, 10 más que en 2016. A finales de 2018, BQ vendió el 51 por ciento de sus acciones a la empresa vietnamita Vingroup. En la actualidad BQ ha dejado de producir nuevos teléfonos móvil, mientras que Vsmart ha llegado a España con hasta cuatro modelos diferentes.
Fernando Abril – Martorell, de Indra
En medio de algunas noticias poco favorables para el entorno de la consultora tecnológica, la figura del presidente de Indra no es precisamente visible. De los estudios de Fernando Abril-Martorell se sabe lo justo, pero en el plano profesional ha concatenado puesto directivo tras puesto directivo en la última década. Experto en afrontar etapas complicadas, Abril-Martorell se licenció en Derecho y Administración de Empresas en ICADE.
Tras un tiempo en Credit Suisse, a finales del siglo XX entró en Telefónica como director financiero y escaló hasta el puesto de consejero delegado que ejerció entre 2000 y 2003. Un artículo de Rubén J.Lapetra destacó la figura de Abril-Martorell como una relacionada a tiempos difíciles, en los últimos quince años ha ocupado altos puestos directivos en Telefónica, Prisa y ahora Indra en los que ha sumado más de 14.000 despidos.
De sus estudios conocemos que cuenta con las dos carreras mencionadas anteriormente, también se puede saber que durante el ejercicio de 2017 el empresario ganó un total de 7’39 millones de euros y que Indra facturó 3.011 millones en el mismo periodo, un 10’03 por ciento más que en 2016. El pasado 2020, la compañía comenzó desembolsando alrededor de 75 millones de euros, según fuentes de El País, para adquirir la empresa española Sistema Informáticos Abiertos (SIA).
Santiago Gonzalo Pérez, de SERMICRO a ACS SCE
La figura de Santiago Gonzalo Pérez es la de un hombre que ha dedicado toda una vida a su empresa hasta alcanzar lo más alto. Antes de empezar a trabajar en SERMICRO en el 86, Pérez fue un joven apasionado que estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de La Rioja. En concreto, se centro en una especialidad, la Electrónica, que hoy en día ya cuenta con su propia ingeniería.
Más de tres década atrás, Pérez fue nombrado director de la zona centro de SERMICRO, puesto que ocupó durante casi 17 años, cuando fue ascendido a director general de la entidad. Acostumbrado a los grandes periplos, pasó más de doce años en el mismo puesto antes de lograr su gran éxito.
Pérez fue nombrado en 2015 CEO del grupo imesApi, la compañía matriz que controla SERMICRO, la empresa de su vida. Desde su entrada en la entidad, el veterano empresario ha podido ver cómo la facturación ha aumentado -entre 2016 y 2017- en un 10,17 por ciento, hasta llegar a los casi 128 millones de euros. En febrero de 2019, abandonó SERMICRO y se convirtió en el director de transformación digital de ACS Servicios, Comunicaciones y Energía (ACS SCE), propiedad del Grupo ACS que preside Florentino Pérez.
Su lugar al frente de Sermicro lo ha ocupado Juan Carlos Senovilla, una persona de la que apenas hay información en internet, y cuya figura se mantiene en un profundo anonimato.
Luis Maroto, de Amadeus It Group
Luis Maroto lleva más de 20 años en la empresa, la mayor parte de su vida laboral. El español nació en Madrid y allí ha desarrollado casi toda su carrera profesional y estudiantil. Maroto se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y posteriormente lo complementó con un máster en Administración y Dirección de Empresas en la IESE Business School y estudios de posgrado en Harvard Business School y Stanford.
El acceso a ambas instituciones americanas no es particularmente sencillo, ni tampoco barato, sin embargo al igual que con sus estudios su desempeño en el terreno laboral se ha desarrollado hasta lo más alto. Maroto entró en Amadeus It Group ocupando el puesto de director financiero de marketing con solo 25 años. En 2009, 10 años más tarde, ocupó el puesto de Deputy CEO durante 23 meses; poco después, en 2011, fue nombrado presidente, CEO y director ejecutivo de toda la compañía.
El propio Maroto destacó en 2017, en un vídeo corporativo de la empresa, que lo más importante que podía hacer Amadeus It Group era mirar por un cliente que siempre estaba en constante cambio y evolución, así como aglutinar el mayor talento posible dentro de la misma entidad para poder adaptarse con facilidad. En 2020, Amadeus It Group, bajo el liderazgo de Luis Maroto, ha facturado 5.570 millones de euros.
Francisco Javier Latasa, de Vass Consultoría de Sistemas S.L
La poca información entorno a la época estudiantil de Francisco Javier Latasa la provee él mismo en su propio perfil de Linkedin. El empresario español se define a sí mismo como un apasionado de las tecnologías de la información que estudió Economía en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Latasa considera que entender cómo funciona la tecnología puede ayudar a las organizaciones a crecer, escalar, y ser más eficientes y ágiles.
En realidad, la información sobre los estudios y la época estudiantil del CEO de Vass termina pronto y al contactar con la empresa para conocer un poco más a su «chairman» no hemos obtenido respuesta. A pesar de todo, Latasa sí que ofrece información pública sobre los numerosos proyectos en los que se ha visto involucrado, desde casas digitales hasta ciudades inteligentes.
Sin embargo, Vass es sin duda la empresa más grande en la que ha estado. En 2017, la entidad facturó más de 80 millones de euros, en concreto 84’46, pero no fue su único logro: la empresa vio como el volumen de empleados ascendía hasta los 1312, creando casi 150 nuevos puestos de empleo en el último año. Además de en España, Vass –que cumple 20 años en 2019- también opera en Estados Unidos, Reino Unido y Latinoamérica.
Dentro de las principales empresas tecnológicas de España, Vass ha registrado uno de los crecimientos más notables del último año. En 2019, la entidad facturó por encima de los 130 millones de euros, lo que supone un crecimiento que supera el 20 por ciento con respecto al año 2018: toda una hazaña teniendo en cuenta la competitividad y el tamaño de estas empresas.
Josep Benito, de Seidor SA
La persona de Josep Benito es una poco dada a la entrevistas o a los grandes artículos sobre su persona, en realidad cuesta encontrar información sobre él y la empresa tampoco ofrece perfiles sobre sus altos ejecutivos. Sin embargo, indagando se puede saber que Benito se formó en Administración y Dirección de Empresas en la ESADE de Barcelona.
En su perfil oficial, Benito se cataloga como dueño y CEO de Seidor, pero no perdió la pasión por estudiar. 10 años después de haber finalizado su licenciatura, se apuntó a la Universidad de Navarra, en concreto a la IESE Business School para seguir ampliando sus conocimientos.
Seidor es una compañía que está creciendo año a año y para 2020 auguran una facturación de 500 millones. En 2019 han facturado 466 millones.
Juan Ignacio Sanz, de Ibermática
Juan Ignacio Sanz estudió en un primer momento una Ingeniería Superior de Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid, aunque con el devenir de los años empezó a redirigir su carrera hacia otros frentes. Después de varios años, en 1994, comenzó un máster en Dirección y Administración de Empresas en el Instituto de Empresa (IE) y al terminarlo se enfocó en combinar todo lo que había aprendido.
Entre 2000 y 2006, Sanz fue ingeniero y manager de proyectos en OSIATIS, pero en 2009 se convirtió en profesor de manejo de sistemas informáticos en el mismo sitio donde se formó a mediados de los 90. Durante cuatro años, el español combinó el trabajo como maestro junto al de director de servicios de infraestructuras en Ibermática, donde pasó casi una década. En 2016, Sanz consiguió ascender a subdirector general comercial, pero fue un paso efímero justo antes de alcanzar la cima.
Mientras que permaneció nueve años en el mismo puesto de trabajo, el de subdirector apenas le duró 18 meses y de repente -en un visto y no visto- pasó a convertirse en el CEO de Ibermática, posición que ocupa desde octubre de 2017. Por el momento, en 2018 no le ha ido nada mal y las previsiones apuntaban a contratos por encima de los 300 millones nada más empezar el año.
A pesar de todo, finalmente, Ibermática ha terminado 2019 registrando unos ingresos de 126 millones de euros. Unos números lejanos a las previsiones pero que permiten a la entidad mantener un rumbo al alza, aunque se de forma paulatina.
Cambiando un poco el paradigma seguido en nuestro anterior acercamiento, hemos optado por organizar una nueva lista dentro de este mismo artículo con el objetivo de destacar a algunas de las startups tecnológicas más prometedoras de España. En concreto, hemos retomado el criterio económico y en hemos hecho una selección en base a las compañías que han recibido financiaciones más altas durante el año 2017 y 2018, según unos informes publicados por Mobile World Capital Barcelona.
Enrique Linares, de LetGo
LetGo es una startup que empezó en España para comprar y vender cosas usadas. Con el paso del tiempo la idea fue creciendo cada vez más y actualmente la empresa tiene diferentes divisiones en toda Europa y también Sudamérica. Enrique Linares es su CEO desde octubre de 2014, año en el que se fundó la entidad, y durante el pasado 2017 consiguió una financiación de 147’5 millones de euros, pero podrían haberse cerrado otras mucho mayores en 2018.
La progresión de la startup apunta a ser meteórica, pero los comienzos de Linares son más modestos. Entre sus estudios destaca un MBA en la IESE Business School de la Universidad de Navarra, en el que pasó un año en Nueva York como parte del propio máster. Sin embargo, antes de dar este paso, el español ya había estado trabajando como manager de proyectos en telefónica y como gerente en Magister Musicae.
Todavía quedaba mucho antes del gran bombazo de LetGo y paso tres años más en KPN Spain Simyo y se fogueó como CEO en Captalis.com durante cuatro más. Con experiencia de sobra bajo el brazo, Linares cofundó a finales de 2014 LetGo y la ha guiado hasta convertirse en una de las startups españolas más prometedoras del mundo.
De hecho, durante el 2018, LetGo recibió una ronda de financiación de 430 millones de euros, la mayor con mucha diferencia sobre la siguiente. El modelo de LetGo, para comprar y vender cosas de segunda mano, es uno que con el tiempo se ha expandido por todo el mundo. En España cada vez hay más anuncios, no es raro ver anuncios de Vinted (centrado en la venta de ropa) o Wallapop.
Juan de Antonio, de Cabify
Juan de Antonio, CEO y fundador de la empresa, lleva desde su concepción como máximo mandatario. Cabify se creó en 2011, sin embargo ha sido en los últimos años cuando ha despuntado sobremanera, aunque tuvieron que pasar nueve desde que acabara la carrera para que conseguir dar con la tecla adecuada.
De Antonio cursó la carrera de Ciencias Sociales de las Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid. En 2004, después de terminarla, empezó a trabajar como asociado en The Boston Consulting Group. En la firma estadounidense permaneció algo más de dos años y medio, pero al poco de abandonar su empleo comenzó a estudiar un MBA en la Escuela de Postgrado de Negocios Stanford.
Una vez finalizó su periplo por Estados Unidos, y con un nuevo título entre sus manos, empezó a dar rienda suelta a sus ideas de negocio. La última de ellas -Cabify- recibió 92 millones de financiación de diversos fondos en 2017 y vive su etapa más dulce a pesar de tener mayor competencia que nunca. En 2019, Cabify facturó 223 millones de euros y obtuvo un beneficio neto de 2,7 millones de euros.
Alejandro Artacho, de Spotahome
El proyecto de Spotahome nació de la mano de cuatro jóvenes emprendedores: Bryan McEire, de Costa Rica; Hugo Monteiro de Portugal; Bruno Bianchi, italoargentino y Alejandro Artacho, de España, actual CEO de la entidad. Esta iniciativa con marcado caracter latino nació en 2014 y con el tiempo ha conseguido consolidarse dentro de un mercado en el que los primeros nombres que a uno se le viene a la cabeza son Fotocasa o Idealista.
Alejandro Artacho estudió un doble grado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho. Durante ese tiempo tuvo estancias en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y también pasó un año en China, dentro del University of International Business and Economics. En los últimos años, antes de convertirse en el CEO de Spotahome, realizó un curso online en el CTO Business Excellence School y también estuvo dentro del Instituto de Empresa (IE).
Bajo el liderazgo de Artacho, Spotahome recibió en 2018 una inversión de casi 34 millones de euros la quinta más importante para una startup en España, solo por detrás de entidades como Glovo, Cabify o LetGo. Desde su fundación, la empresa ya ha hecho las maletas a más de 29 paises en los que ofrece pisos de alquiler para medias y largas estancias.
De hecho, en 2018, los responsables de Spotahome adquirieron la empresa Erasmusu, una entidad con la que compartían mercado y con la que habían estado colaborando durante 2017. "Erasmusu ofrecía alojamiento de la misma forma que la hacíamos nosotros, por tanto, había que acercar las plataformas", explicó Bryan McEire a Xataka, aunque matizó que la entidad seguía operando con independencia "dentro del grupo" que ahora conforma Spotahome.
Boris Batine, de ID Finance
La carrera de Boris Batine ha sido excepcional en el plano académico y en el laboral. Como estudiante, se graduó con honores en el departamento económico de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra. Además, Batine también cuenta con un máster relacionado y con un doctorado en Ciencias Económicas.
Tras acabar sus estudios, entre 2003 y 2006 ocupó la posición de director de la división de mercados capitales en la sede londinense de Deutsche Bank Group. Batine volvió a sus raíces, a Rusia, para convertirse en el vicepresidente de mercados de deuda capital del territorio ruso y la Comunidad de Estados Independientes en Renaissance Capital. Tras cuatro años cambio al Royal Bank of Scotland pero mantuvo la misma posición.
En 2012, decidió dar un giro radical y se lanzó a emprender con toda la experiencia que había acumulado de manera previa. ID Finance nació de aquel movimiento y actualmente está creciendo a pasos agigantados. En 2017 fue un gran año para ellos y consiguieron una inyección de capital por valor de 42,1 millones de euros. En 2019 facturaron 81 millones de euros.
Pedro Castillo y Walter Scott, de Logtrust/Devo
Logtrust es una empresa que ha tenido cambios importante en los últimos tiempos, de hecho ya ni siquiera se llama así, ahora se ha renombrado como Devo. Sin embargo, dentro de la propia compañía saben de la fuerza de su nombre original y la empresa analista de datos resalta ambos siempre que puede para que quede constancia de ello.
Walter Scott, el hombre encargado de asumir el puesto de CEO con la reconversión, es un veterano trotamundos que a lo largo de una carrera de más de casi 30 años ha trabajado en cinco países diferentes, de tres continentes distintos. En los últimos 15, solo ha conocido el puesto de máximo responsable en todas y cada de las entidades de las que ha formado parte.
Scott fue a la Universidad de Maine, después de pasar dos años como especialista en comunicación de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Allí, en el este del Continente Americano se formó en Administración y Dirección de Empresas con un máster de finanzas. La conexión con España de la entidad llega de la mano de su actual CTO, Pedro Castillo Muros, antiguo fundador y CEO de Logtrust. Castillo se graduó en Química en la UCM.
En 2018, Devo ha continuado con su expansión en alza y en 2018 ha conseguido una ronda de inversión de 21,17 millones de euros. La inyección de capital ha estado protagonizada por Insight Venture Partners, pero también ha participado Kibo Ventures, ya accionista de la entidad. A finales de 2020 consiguieron 50,5 millones de euros en una nueva ronda de financiación.
Ana Villanueva, de Tiko
Ana Villanueva es la primera mujer de la lista, pero no será la última. La empresaria española nunca ha tenido problemas para viajar y gran parte de su carrera profesional la ha desarrollado más allá de las fronteras españolas. Sin embargo, ya en su época estudiantil hizo las maletas para los países escandinavos camino a una de las universidades más prestigiosas de Europa.
Aunque cursó su carrera universitaria en la Universidad Pontifica de Comillas, Villanueva pasó un año en la Universidad de Lund, en Suecia, donde continuó con su grado en Business Administration and Law. Nada más concluir sus estudios comenzó a trabajar de manera ininterrumpida durante siete años, en el octavo cofundó TapTape. 12 meses antes de emprender, en 2013, comenzó a estudiar un máster en Dirección y Administración de Empresas en el reconocido Massachusetts Institute of Technology (MIT) Sloan School of Management.
Finalmente, tras un paso intermedio por México en Jobandtalent, a mediados de 2017 fue elegida como CEO de Tiko, una compañía del sector Prop Tech (encargado de aplicar tecnología dentro del sector inmobiliario) que consiguió una financiación de 35 millones de euros el mismo año que Villanueva hizo su aparición como máxima dirigente. A principios de enero Tiko desembarcó oficialmente en Portugal y en 2021 confían en expandirse a diez ciudades europeas.
Ignacio Bachiller, de Fever
Ignacio Bachiller ha tenido siempre una fuerte conexión con el mundo anglosajón. Sus primeros pasos académicos los dio en Runnymede College, un colegio privado de lujo situado en La Moraleja. Según su curriculum, pasó allí toda su vida estudiantil hasta que dio el salto a la universidad. En primer lugar, hizo las maletas a Bostón, donde se matriculó en Ingeniería Mecánica dentro del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT). Durante la carrera, pasó un año, entre 2012 y 2013, en Cambridge.
Su carrera laboral se resume en varias experiencias muy cortas, prácticas de verano para coger experiencia, hasta que en 2014 estuvo trabajando para McKinsey & Company durante algo menos de un año. Desde el 2015, Bachiller cogió las riendas de Fever, una aplicación destinada a proponer y gestionar planes de ocio entre los más jóvenes.
En 2018, la compañía cerró una ronda de financiación de 17,1 millones de euros, pero en 2019 estas cifras se han multiplicado por dos. El año pasado, Fever recibió una inyección de 35 millones de euros, encabezada por Rakuten y con la presencia también de Atresmedia, Accel, Philyra y Portugal Ventures.
James Greene, de MedLumics
El caso de James Greene es uno de los más atípicos que vamos a encontrar en esta selección, no solo por edad, sino por formación. Con más de 30 años de experiencia en el sector, el estadounidense se convirtió en el CEO de MedLumics en agosto de 2017. Su llegada a la empresa no fue sorpresa ya que vino desde Seroba Life Sciences una de las empresas que habían invertido en la startup española.
Como hemos mencionado, una de las cosas que más destacan en su perfil oficial son sus estudios. En este apartado James Greene acredita una carrera universitaria en Historia, cursado en la Universidad Furman, entre Charlotte y Atlanta. Sin embargo, la más que probada experiencia en el sector de la tecnología aplicada a la sanidad se remonta hasta tres décadas atrás.
Después de graduarse, un joven Greene sirvió durante siete años en la Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, pero tras ese periodo mantuvo un fuerte apego a la industria tecnológica. En 2010, fundó APICA Cardiovascular -que más tarde se integró en Seroba Life Sciences, a la que pasó a formar parte como «partner»- hasta que a mediados de 2017 pasó a ocupar el puesto más alto en MedLumics, S.L.
Lupina Iturriaga, de Fintonic
Lupina Iturriaga es la segunda y última mujer de toda la lista. Al igual que en algunos otros casos sus periplos estudiantiles se dividieron en dos: primero una carrera universitaria y posteriormente un master para complementar sus estudios. En el caso de la española, sus estudios estuvieron totalmente relacionados con las finanzas y la economía. En 2001, finalizó su grado en Administración y Dirección de Empresas en CUNEF.
Al poco de finalizar su aventura universitaria, Iturriaga empezó a trabajar como asociada en CA Cheuvrex, en Nueva York; posteriormente volvió a Madrid para firmar en Banesto y en 2004 entró como directora ejecutiva en IDEON Financial Solutions. Sin embargo, a pesar de parecer asentada en el mundo laboral, en 2007 cursó un módulo en el máster en Finanzas, concretamente la Gestión de Riesgos.
Posteriormente, en 2012 cofundó la startup Fintonic, en la que lleva actuando como CEO desde 2012. La aplicación permite a los usuarios organizar su información financiera con facilidad en el móvil, además la propia empresa también se dedica a la realización de estudios de mercado basado en sus propios usuarios. En los últimos años, la compañía ha recibido importantes inyecciones de capital millonarias, tanto de EBN Banco como de otras entidades. La empresa sigue buscando la rentabilidad, algo que esperan conseguir en 2023.
Oscar Pierre, de Glovo
La historia de Oscar Pierre empieza con una decepción en la Universidad Politécnica de Barcelona. “No me gustaba el sistema educativo y me fui a Atlanta a terminar la carrera”, dijo en una entrevista en Papel. Pierre estudiaba Ingeniería Aeronáutica y al finalizarla se puso a trabajar para Airbus, donde se dio cuenta de que lo que quería era emprender por su cuenta.
A pesar de comenzar de manera dubitativa sus estudios, Pierre pudo hacer las maletas hacia Estados Unidos en busca de una oportunidad privilegiada que no desaprovechó. En su perfil oficial aparece graduado Summa Cum Laude (la calificación más alta) por el Instituto de Tecnología de Georgia, catalogada como una de las mejores 35 universidades del país.
Tras un breve periodo en el mercado laboral, apenas pasó seis meses trabajando en Airbus, en febrero de 2014 fundó FUO Concept, un marketplace de productos locales. El auténtico éxito llegó poco tiempo después, a finales de ese mismo año. En diciembre de 2014 nació Glover, propietaria de Glovo, que ha tenido una expansión acelerada por toda España y cuyas cifras le han permitido recibir una inyección de capital de 30 millones de euros en 2017.
Estas cifras no han hecho más que multiplicarse en los últimos años, casi tanto como las polémicas y las denuncias de sus riders. En 2018, la compañía recibió una ronda de financiación de 115 millones de euros, y a finales de 2019 consiguió una nueva inyección de 150 millones. El valor de Glovo no ha parado de crecer y ya supera los 1.000 millones de dólares.
Joaquim Lecha, de Typeform
Desde finales de 2018, Joaquim Lecha ocupa el puesto de CEO después de escalar en menos de un año desde la Junta Directiva hasta COO y finalmente al lugar de mayor responsabilidad de la entidad. Sin embargo, la experiencia y formación de Lecha le avala sobradamente. Siempre relacionado con las finanzas y la economía, tanto en su época estudiantil como en la laboral, incluyendo una etapa en la que fue profesor de ESADE.
Su retorno a la institución en la que se formó en Administración y Dirección de Empresas tuvo lugar solo seis años después de terminar sus estudios, primero como profesor asociado en Finanzas Corporativas y más tarde como titular en Fusiones y Adquisiciones en el máster de la propia ESADE.
En 2017, Lecha cursó un programa ejecutivo dentro de Stanford. Con una breve búsqueda se puede comprobar que la prestigiosa universidad norteamericana lo proyecta como una forma de dar un impulso en tus habilidades como líder. El programa, de seis semanas de duración, cuesta la nada desdeñable cifra de 73.000 dólares.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 67 Comentarios